Tentadero en la ganadería de Eladio Vegas en una mañana primaveral

Tentadero en la ganadería de Eladio Vegas en una mañana primaveral Natalia Calvo

Valladolid

De tentaderos, de buen yantar y de cumpleaños por tierras de Rueda

Eladio Vegas ha celebrado su cumpleaños en la ganadería familiar y rodeado de varios amigos con los que toreó, cantó y sopló las velas tras disfrutar de una comida de lo más tradicional

20 febrero, 2023 11:39

Volvimos a la ganadería de los Vega (Eladio y Sergio) donde disfrutamos de un día completo.

Y es que el toreo de Juan Mora es, además de bello, eterno. Vimos también al jovencísimo novillero de la escuela charra Diego Mateos, que evoluciona de forma admirable.

Y el del propio ganadero, Eladio, ante una utrera en puntas con la que estuvo realmente bien.

"Ya me puedo morir a gusto después de esto", dijo con orgullo y a voz alzada después de haber exprimido a la utrera con excelentes muletazos por ambos pitones. Fue, sin duda, un cumpleaños feliz y completo el del ganadero de Rueda. Se le veía a gusto ante la utrera con sus dos pitones en puntas. Nunca habíamos visto al ganadero rodense tan dispuesto con la muleta. Cierto es que la utrera fue de lujo: brava, pronta y noble. Es la vaca con la que sueñan todos los diestros a la hora de mostrar la muleta.

Eladio Vegas iniciando un natural

Eladio Vegas iniciando un natural Natalia Calvo

Ver a Juan Mora es recrearse en el toreo bello, pausado, cadencioso y aterciopelado. Es un deleite verlo manejar los trastos a sus 60 años. Está como un junco y sigue toreando como siempre, justo en el año 40 de su alternativa: un 3 de abril de 1983 en Sevilla, con Manolo Vázquez de padrino y Curro Romero de testigo.

Hay un detalle en una foto de la galería, que demuestra la clase torera y humana del diestro placentino. Y es que, tras torear magistralmente a la tercera vaca, tanto Carreño como Eladio, le lanzaron al ruedo sus respectivas gorras al grito de ¡torero, torero! Juan, sintiéndose agradecido por ese gesto tan taurino, recogió las gorras y se las entregó a sus “admiradores”.

Juan Mora en un natural con la tercera vaca por abajo ante un animal con clase. Con la utrera sexta, Juan estuvo realmente admirable

Juan Mora en un natural con la tercera vaca por abajo ante un animal con clase. Con la utrera sexta, Juan estuvo realmente admirable Natalia Calvo

El jovencísimo salmantino Diego Mateos, (de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca) estuvo realmente bien con dos de las seis vacas que se tentaron, se le ve más suelto y torea con mucho empaque. En él tiene puestos sus ojos su paisano Juan Carlos Carreño, veedor responsable de Las Ventas, quien acudió a la invitación del ganadero junto a su esposa.

En la suerte de varas estuvo el picador de Boecillo Rafa Agudo. Y dirigiendo la lidia y preparando el tentadero Sergio Vegas, actual titular de la ganadería quién, además, manejó las telas con soltura y veteranía durante el tentadero.

Diego Mateos en un natural bien ejecutado

Diego Mateos en un natural bien ejecutado Natalia Calvo

Luego "toreamos de salón" todos los invitados, degustando una exquisita sopa de ajo, una variada ensalada y un delicioso asado de lechazo, hecho en el propio horno de leña de la finca. Donde no faltó el vino de todos los colores y sabores.

Menú del que disfrutaron en la ganadería de los Vega

Menú del que disfrutaron en la ganadería de los Vega Natalia Calvo

Rematamos con fuentes de fruta variada y un pastel rodense, y enseguida se apagaron las luces y apareció la tarta con las "taitantas" velas encendidas que fueron apagadas de un soplo por Eladio, sonando el consabido cumpleaños feliz.

Eladio Vegas sopló con vigor a sus “taitantos”

Eladio Vegas sopló con vigor a sus “taitantos” Natalia Calvo

No faltó el cante jondo del ganadero, acompañado por su amigo el guitarrista Eduardo Domínguez. Y es que este hombre no para, ya que tiene previsto una gira flamenca por algunas localidades vallisoletanas. Genio y figura Eladio Vegas.

Eladio Vegas, acompañado a la guitarra por Eduardo Domínguez

Eladio Vegas, acompañado a la guitarra por Eduardo Domínguez Natalia Calvo