Sara Rincón en la frontera de Polonia con Ucrania

Sara Rincón en la frontera de Polonia con Ucrania

Valladolid

Un 'sí' en 10 segundos: Sara Rincón, la periodista vallisoletana que no dudó en ir a cubrir la guerra de Ucrania

Hace menos de dos años estaba terminando el grado en la Universidad de Valladolid, hoy está ante el mayor reto profesional de su carrera con apenas 24 años

12 marzo, 2022 07:00

Un impulso se define como el deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar. Si a esta cóctel le sumamos ingredientes principales como la vocación y periodismo el resultado final es Sara Rincón. Esta periodista vallisoletana de 24 años, que hace menos de dos estaba sentada en un aula de la UVa, tardó menos de 10 segundos en decir "sí" a marcharse a la frontera de Polonia con Ucrania para cubrir la guerra. Un impulso.

Antes de partir hacia Polonia, Sara se encontraba trabajando en una productora en la que estaban preparando un documental. Un trabajo "medio estable" para lo que estaba acostumbrada. En un primer instante, otra productora, Quality Media, le ofreció ir hasta Ucrania antes de que el conflicto estallase, pero la joven tuvo que decir que no. Una vez las bombas comenzaron a caer sobre el país gobernado por Zelenski volvieron a llamar a la vallisoletana, que según cogió la llamada a los 10 segundos su respuesta fue: "Claro, cuándo y dónde". Sin embargo, el día que acudió hasta la oficina los planes cambiaron, pues la sensación era que "el conflicto no era para tanto" y finalmente la dijeron que tenía que esperar. En ese momento Sara se fue a tomar una cerveza por la zona con una amiga y a los pocos minutos su móvil volvió a sonar: "subete a la oficina que te vas mañana". 

Sara Rincón en una de sus intervenciones desde la frontera de Polonia con Ucrania

Sara Rincón en una de sus intervenciones desde la frontera de Polonia con Ucrania

Y es que cuando a una persona le salen alas hay que dejarle volar, volar en libertad. Es por eso que el apoyo de la familia, pareja y amigos es un aspecto fundamental para que una gran oportunidad pueda aprovecharse. Lejos de reticencias que pudieran darse ante la incertidumbre que supone ir a un conflicto de esta índole, el apoyo que recibió Sara fue unánime por parte de todos. "Es importantísimo contar con el apoyo de los más cercanos para poder llevar esta sobrecarga mental", asevera la joven vallisoletana.

El comienzo del viaje

El pasado 26 de febrero el viaje comenzó. "Jamás me hubiese planteado en la vida poder cubrir un conflicto de este tamaño a los 24 años. Para mí es de agradecer sentir que tengo la confianza de personas que apuestan por mí y sentir que mi vocación empieza a cobrar sentido", asegura Sara Rincón. Una vez tomada la decisión la joven afirma con rotundidad que "cuando llegan así las oportunidades hay que cogerlas y aceptarlas".

Una vez allí, en el punto fronterizo entre Polonia y Ucrania que más refugiados ha recibido, no hay momento para lamentaciones. La información avanza a ritmos vertiginosos y cuando te quieres dar cuenta en apenas unos días la situación difiere mucho de la que te encontraste a tu llegada. "El primer día que llegué vi una sensación de que no se sabía muy bien cómo coger la situación porque estaban llegando pequeños grupos", relata la vallisoletana, que acto seguido explica que "nadie se planteaba el flujo que hay ahora, 13 días después".

"A muchas familias les ha explotado una bomba en la puerta de casa"

A medida que avanzaban los días el perfil del refugiado iba cambiando. "Las familias que llegan ahora son de una capacidad económica media/alta y que les ha pillado la guerra de forma imprevista, básicamente les ha explotado una bomba en la puerta de su casa", afirma Sara. 

Un giro rotundo a la vida de estas familias que se han visto abocadas a la incertidumbre total, pues han salido de su país sin dinero, ya que en Ucrania asegura Sara que "se han paralizado todas las transacciones". "Es otro tipo de conflicto, esta crisis va a ser mucho más gorda, desgraciadamente hay que hacer esta comparativa, pero va a afectar a toda Europa porque está afectando a personas del primer mundo. Es todo mucho más cercano", lamenta la periodista.

Sara Rincón junto a Antonio García Ferreras en una de sus intervenciones desde la frontera de Polonia y Ucrania

Sara Rincón junto a Antonio García Ferreras en una de sus intervenciones desde la frontera de Polonia y Ucrania

A fecha del lunes 7 de marzo en torno 800.000 personas habían salido de Ucrania por los cuatros puntos fronterizos con Polonia. De ellas, unas 600.000 por donde se encuentra Sara Rincón. "Da la sensación de que no va a acabar nunca", explica la joven. Hoy son más de 1.5 millones de personas las que han salido del país ucraniano por la frontera de Polonia.

El lado profesional frente al personal

Lejos de la faceta profesional hay un aspecto innato al ser humano que es, precisamente, ser persona. Encontrarse en un acontecimiento como este con apenas 24 años y que sea una de sus primerizas experiencias laborales claro que es algo importante, pero no por ello menos duro. Presenciar todo eso, unido a la cantidad de miradas, historias y personas que te cruzas, hace que el componente mental sea determinante para resistirlo.

"Tengo la sensación de que el cuerpo se acostumbra al horror"

"Tengo la sensación de que el cuerpo se acostumbra al horror. Hay momentos en el que sientes que esto está normalizado cuando no es una situación ni mucho menos normal. Al final esto te pasa factura por las noches. Cuando llego a la cama tengo tanto cansancio que tengo la sensación de que voy a dormir, pero cuando cierro los ojos y hago un repaso de lo que ha pasado en el día me pongo a pensar en las caras y en los rostros que se me han cruzado, el niño que ha venido a abrazarme, la madre que me ha pedido por favor hacer una llamada a alguien de fuera y que se me echaba a llorar", relata Sara con una voz sosegada intentando mantener las emociones.

Además, el idioma hace este hecho aún más duro. "Aquí casi asi nadie habla inglés, entonces es muy difícil la comunicación y te hace sentirte impotente porque no consigues ni si quiera apoyar psicológicamente al que te está llorando en el hombro", explica la joven periodista.

"Hay miles de familias que han dejado allí a sus seres queridos"

Por ello, el encontrarse mentalmente fuerte es clave, porque sino la labor de informar de lo que está sucediendo se convertiría en una ardua tarea casi utópica. "Es muy triste pensar que el ser humano se acostumbra al horror. Veo caras de pánico, de cansancio absoluto, de felicidad también porque han logrado huir, pero luego hay otras miles de familia que saben que han dejado allí a muchos seres queridos, principalmente a los hijos de 18 años. Para una madre despedirse de un hijo de esa edad que ha tenido que quedarse al frente es muy duro", añade.

"Sorry, i can´t help you"

Ponerte delante de una cámara puede parecer fácil, pero muchas veces la dificultad se encuentra detrás de ella. No sabemos lo que sucede antes y después de cada aparición televisiva. Sara explica que han sido muchas las personas que se han acercado a ella a pedirle ayuda y asegura que "el momento más duro" es cuando "no puedes hacer nada por la persona que tienes enfrente".

Sara Rincón en una cobertura con una ucraniana que ha huido de la guerra

Sara Rincón en una cobertura con una ucraniana que ha huido de la guerra

"Te piden cosas que no están a tu alcance, que no tienes los medios ni las respuestas necesarias. Tener que decirle 'Sorry, i can´t help you' es devastador porque tu cuerpo te pide ayudar a esas personas. Es una lucha muy grande por la que yo me emociono muchas veces y de hecho hay días que he entrado en directo y venía de llorar. Eso también te pasa factura trabajando", añade la vallisoletana.

Precisamente, una de esas historias es la que contó Sara a este periódico. El pasado domingo se encontró con una madre que llegaba a Polonia con un bebé de 10 meses, dos niños de 5 y 8 años y su hija de 16. "La madre estaba cogiendo al bebé como podía y pendiente de los otros dos canijos mientras la mayor ayudaba en lo que podía", relata.

"No sabía si su marido había muerto o había perdido el teléfono"

Esta madre la contó que estaba esperando a contactar con una amiga que estaba en Alemania para ver si la dejaba ir a su casa pero que no tenía tarjeta sim. Todo esto mientras el autobús que iba hasta tierras germanas estaba a punto de partir. "También me decía que estaba intentando contactar con su marido que se había quedado al frente y que llevaba dos días sin contestarle. No sabía si se había muerto, había perdido el teléfono o se había quedado sin comunicación por cualquier motivo", añade.

"Estuve un par de horas intentando ayudarles, les dejé mi wifi, hablé con el autobús alemán para que no se marchase pero finalmente se fue y me tocó vivir con ellos la pérdida de su nuevo futuro cercano. Fue un momento muy duro porque esta no es la única historia, pasa constantemente", asevera Sara Rincón.

Sara Rincón en otra de sus intervenciones desde la frontera de Polonia con Ucrania

Sara Rincón en otra de sus intervenciones desde la frontera de Polonia con Ucrania

Ser testigo de la historia no es cosa pequeña. A sus 24 años Sara Rincón suma a su currículum una cobertura que marcará no solo el futuro de Ucrania, Rusia y Europa, sino el del mundo entero.

"Hace mucha falta que conozcamos lo que está ocurriendo y creo que es importante que todo el mundo comprenda que es necesario entender los conflictos desde el interior, hay que conocer el contexto en el que nos movemos, es necesario que sigan llegando los medios reales y evitar medios que están empezando a generar fake news y exageraciones que no existen. Yo creo que un nuevo periodismo va a nacer ahora porque este conflicto es muy gordo y se va a saber muy bien si realmente los medios están aprendiendo a generar un periodismo de mejor calidad o si simplemente seguimos basándonos en el periodismo basura que venía viéndose en los últimos años", finaliza Sara Rincón, la periodista vallisoletana que tardó menos de 10 segundos en ir a cubrir la guerra de Ucrania, es decir, un impulso.