Javier Burrieza en la calle Platerías ante la Iglesia de la Veracruz de Valladolid

Javier Burrieza en la calle Platerías ante la Iglesia de la Veracruz de Valladolid

Valladolid

Burrieza, pregonero de la Semana Santa de Valladolid: "El Domingo de Ramos me ilusiona tanto como la noche de Reyes"

El historiador vallisoletano fue elegido por el alcalde al ser uno de los mayores conocedores de la Semana de Pasión vallisoletana y un defensor de sus esencias 

27 enero, 2022 06:00

El próximo 1 de abril, en la Catedral de Valladolid, tendrá lugar el pregón de la Semana Santa de Valladolid. Una labor que este año se ha encomendado al historiador vallisoletano Javier Burrieza. Doctor en Historia y profesor de la Universidad, es uno de los mayores conocedores de la Semana Santa en Valladolid y un gran defensor de las esencias que la hacen reconocible.

Además, Burrieza vive intensamente la Semana Santa vallisoletana en su condición de especialista en su historia, pero también como cofrade, ya que lo es de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera-Cruz y de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Luz. Y también pertenece a la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo, patrona de Valladolid.

-¿Supongo que es un orgullo que se le haya nombrado pregonero de la Semana Santa de Valladolid?

-Es un gran regalo que alguien puede recibir de su propia ciudad. Soy vallisoletano y que la Junta de Cofradías propusiera al alcalde mi nombre y él haya aceptado es un honor. Además, 2022 tiene unas connotaciones especiales porque es el año del regreso de las procesiones a las calles aunque haya algunas que ya se han celebrado en otoño.

-¿Sabía usted que estaba entre los tres nombres propuestos?

- El día que me llamó el alcalde sabía que estaba propuesto para ser pregonero, pero desconocía si me iba a aceptar porque en alguna ocasión más estuve en esa terna y finalmente no fui el elegido. Hasta que no recibí la llamada, no escribí ni una anotación para el pregón.

-Además de orgullo imagino que también le habrá asaltado cierto sentido de la responsabilidad…

-Desde luego. El día que te lo dice el alcalde sentí una alegría desbordante, el día que se hace público, sientes lo mismo, pero ya te das cuenta de que es verdad porque se te ha llenado el móvil de llamadas y mensajes y que conlleva mucha responsabilidad. Más aún cuando es algo que te importa y no lo tomas como un mero cumplimiento.

-Año importante como usted dice y el pregón debe de serlo también.

-Sin duda. El objetivo debe ser de animar e impulsar. No debe ser una lección de historia que eso ya lo hago todos los días en la Universidad. Tiene que ser anunciador de un mensaje.

-Usted no es novato en esta función de pregonero de Semana Santa.

-No, ya lo hice en la Semana Santa de Medina de Rioseco en 2013.

-Entonces nervioso seguro que no va a estar.

-Si tuviera que hacer un pregón sobre el Real Valladolid o en la Cámara de Comercio, sí lo estaría porque son temas que no controlo. Pero sobre la Semana Santa no.

-¿Hay aún aspectos novedosos que se pueden decir de la Semana Santa?

-Claro y cosas que hay que repetir.

-¿Por ejemplo?

-El mundo cofrade no vive sus mejores tiempos. Curiosamente a novel nacional sí, pero en Valladolid no. Por mucho que nos disguste no podemos negarlo.

-¿Por qué sucede eso?

- La ciudad tiene una serie de características. No todos los que viven en Valladolid son de tradición vallisoletana.  Vienen de otras ciudades o pueblos y en Semana Santa regresan a sus lugares de origen para vivir su tradición. Además, hay gente que no quiere un compromiso de ser cofrade porque cada año tiene sus vacaciones en esta época del año. Y los que tienen hijos cofrades que desde las últimas procesiones -han pasado ya tres años- han crecido y hay que comprarles un hábito.

-A los vallisoletanos que no son cofrades qué les pediría?

-Que no salgan a la calle a encontrase una procesión, sino que vayan a buscarla. Las procesiones tienen una dinámica muy diferente. La Semana Santa tiene un aspecto histórico, artístico, antropológico y religioso, cada uno tiene que saber porque va a ver las procesiones y ninguno es malo. Cualquiera vale para que nadie se quede en casa.

-¿Cuándo se inició el sentimiento de Semana Santa en usted?

-Desde siempre porque mi familia era cofrade de varias generaciones y distintas cofradías especialmente de la Veracruz.  Yo nací en 1974, pronto me regalaron un libro sobre cofradías, paso y procesiones de José Delfín Val y Francisco Cantalapiedra, y el primer documento que guardo de mi archivo de Semana Santa es el programa de 1982.

-¿De todas las procesiones que hay en Valladolid ¿cuál es la que más le gusta?

-Tengo varias. Yo soy cofrade de varias cofradías que es algo poco habitual en Valladolid y antes muy mal visto. Mi abuelo materno sí que lo hizo era de las Angustias y mi otro abuelo, con el que se llevaba muy bien, también le convenció para hacerse de la Veracruz. Y quizá por eso yo siempre lo he visto como algo normal.

-Pero lo habrá hecho por algo más.

-En cada cofradía que estoy es por mis motivos y mis devociones. Por eso no puedo elegir una procesión. Evidentemente hay algunas que no falto nunca. La procesión del Domingo de Ramos me ilusiona tanto como lo hacía la noche de los Reyes Magos porque es la procesión de mi infancia. Como puedo salir en ella, porque los cofrades de la Veracruz somos los propietarios del paso de la Borriquilla, salgo ese día como un chico con zapatos nuevos.

-¿Alguna más?

-Las procesiones de regla de cada cofradía y la general del Viernes Santo con 33 pasos y 20 cofradías porque es el día de todos.

-¿La Semana Santa de Valladolid es la mejor de España?

-No tiene porque parecérmelo. Es mi Semana Santa pero hay que tener visión de conjunto. Es muy favorable para ser ‘semana santero’, ser cofrade y tolerante no mirarnos a nuestro ombligo. Tenemos cosas que son inigualables, como los pasos, pero hay otras cosas con las que nos superan en otros lugares. No darse cuenta de eso es vivir en la inopia. Es importante ver otras Semanas Santas para aprender, aunque luego, desde el amor, tu Semana Santa sea la mejor.

-Usted también es escritor y en febrero saca otro libro precisamente sobre la Semana Santa…

-Así es. Al ser historiador he podido llevar la Semana Santa a mi propio terreno profesional. Este libro, ‘Cultura y promoción de la Semana Santa de Valladolid. 75 años de la Junta de Cofradías’. En él hablo de como se ha promocionado en todo este tiempo.

-¿Y cómo se ha hecho?

-Pues no solo a través de la Junta de Cofradías, sino también con los viajeros del siglo XVI. O gracias al arzobispo Gandasegui hace cien años. O a instituciones como el Museo Nacional de Escultura o los medios de comunicación. Todo aquel que ha querido destacar en las letras en Valladolid, aunque no le gustara la Semana Santa ha tenido que pasar por el aro e incluso a veces convertirse en el mejor sentido de la palabra.

-¿Quién?

- Francisco Umbral que hizo más artículos sobre la Semana Santa que los que escribió Miguel Delibes, que hizo dos. Y lo hizo con escritos muy bonitos sobre ella.

-El cine también puso su granito de arena.

-Exacto. La película “Una muchachita de Valladolid” sirvió para ello. Es de Luis César Amadori, de 1958, con Alberto Closas y Analía Gadé basada en una obra de teatro de Joaquín Calvo Sotelo. Amadorí vino a Valladolid y se encontró en Semana Santa con una escenografía que le hizo añadir partes que no estaban en el libro Y al final, el Sermón de las Siete Palabras aparece tanto al principio como al final de una película que tuvo mucho éxito y sirvió como promoción.