Manuel Saravia, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid

Manuel Saravia, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid

Valladolid

Manuel Saravia: "Firmé un código ético y no me presentaré como candidato a la Alcaldía en 2023"

ENTREVISTA | El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid defiende la integración sobre el soterramiento en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León

1 noviembre, 2021 07:00

- La integración ferroviaria ¿en qué punto está ahora mismo?

- Hay algún proyecto que está acabado, como el de la plaza Rafael Cano, otro que está muy cerca de acabar, que es el túnel de Andrómeda. El paso de Labradores y Panaderos, que podemos denominar crítico de alguna manera, está ya en obras, y el resto está en fases de licitación o de redacción del proyecto.

- ¿El paso de panaderos y labradores que usted ha denominado crítico es en el que tienen más prisa que se termine para que los ciudadanos conozcan exactamente lo que es la integración?

- Yo creo que sí porque es el que está situado cerca de la estación. Además, es un paso complejo porque en realidad son tres pasos. Desde Delicias hacia el centro, pasando por la calle Labradores, desde Recondo y Panaderos hacia la avenida de Segovia para vehículos y luego está el gran paso peatonal entre los dos. Es sin duda el más difícil de todos.

- ¿Qué plazo hay marcado para la finalización?

- El plazo que hay en el contrato es de veinte meses, pero es muy difícil aunque vamos a intentar por todos los medios que esté antes.

- ¿Antes de las elecciones de mayo de 2023?

- Los 20 meses concluyen antes de esa fecha, pero va a ser muy complicado. pero por lo menos que se vea bastante lo que va a ser el resultado.

- Se habla de pasos de integración, aunque la gente siempre tiene en mente túneles ¿cómo se le convence de que es totalmente distinto?

- Viendo el de la plaza de Rafael Cano se observa claramente la diferencia. Un túnel es un paso inferior en el que domina la directriz longitudinal en anchura, mientras que un paso es al revés. El ancho es muy superior a la longitud, como sucede en Rafael Cano que tiene un ancho de 20 metros y la longitud es muy inferior.

- ¿Entonces no se pueden llamar túneles?

- Al margen de la nomenclatura, lo que importa ver es el carácter que tiene. El túnel es un elemento crítico sin actividad a sus lados que incluso genera inquietud a la hora de atravesarlos de noche. Los pasos diseñados tienen un concepto totalmente diferente.

- ¿Qué ventajas tiene la integración sobre el soterramiento?

Muchas. Hay quienes piensan que si enterramos los trenes todo se resuelve y eso no es verdad. hay una idea que se repite constantemente desde hace muchos años que es que con el soterramiento se mejorarían las condiciones sociales de algunos barrios y no es cierto.

- ¿Por qué?

- Si vemos los barrios que tienen las rentas inferiores al resto de la ciudad no se corresponden con la línea del tren ni mucho menos. Hay barrios que tienen mejores condiciones en el supuesto lado malo y otros que tienen peores condiciones en el que se denomina lado bueno. Por eso considero que esa afirmación es una falacia.

- Pues ahora se ha creado una Plataforma Ciudadana que lo pide, como también lo hace el Partido Popular y Vox…

- Vox desde el primer momento ya anunció que iba a pedir ese soterramiento. Es curioso porque el planteamiento que tenía esta formación política ya lo ha dejado de lado. Planteaban un soterramiento en una parte del barrio de Delicias otro en la estación y otro al sur. Todo lo demás, incluso Delicias y Pajarillos quedaba igual. El Partido Popular en la toma de posesión dijo que este tema ya no lo iba a tocar porque lo llevaban en el programa electoral y los ciudadanos no lo habían votado, incluso en los barrios donde más les podía afectar. Y ahora sin explicación se han sumado a Vox, lo cual me parece una actitud muy poco honorable.

- ¿Y la plataforma ciudadana?

- Se ha creado en torno a algunas personas del Partido Socialista de Valladolid. De hecho, ahí están Cecilio Vadillo o José Luis Lara, que están en una posición contraria a Óscar Puente, y todo lo que presentan es absolutamente liviano en los planteamientos que hacen del soterramiento. la posición de este grupo es de intereses políticos absolutamente determinados y personales.

- ¿Hay asociaciones que también se han sumado, como la CEOE o la Asociación de constructores?

- Ellos plantean que es viable económicamente, pero cuando les he pedido sus estudios para afirmar eso solo me han respondido que lo es porque se hace en otros lugares. si eso fuera así se podría hacer todo en todas partes y no habría que hacer estudios económicos. Esa posición es totalmente inaceptable.

- ¿La deuda es realmente tan grande como para no permitir el soterramiento?

- El problema de la deuda claro que es lo que frena el soterramiento. pero no solo eso hubo un momento determinado en el que Adif dijo que con la deuda que había, la Sociedad Valladolid estaba quebrada. Eso era una catástrofe absoluta, porque incluso se hubiera parado el traslado de los talleres.

Saravia en el despacho de VTLP en el Ayuntamiento de Valladolid

Saravia en el despacho de VTLP en el Ayuntamiento de Valladolid

- Pero se dice que el soterramiento era posible y que se ha utilizado la deuda como excusa porque realmente Manuel Saravia no quería ese soterramiento…

- Siempre he pensado que no soterrar es una solución buena por varias razones. Sobre todo, porque comprometer la ordenación urbanística al soterramiento Financieramente es una barbaridad. Además, en Europa no se soterra. Todos los ejemplos que veo, de actuaciones en entornos ferroviarios europeos, son todos de integración. Y son ciudades que financieramente no tienen ningún problema. Si lo hacen por algo será ya que ofrecen mejores soluciones de seguridad o de mantenimiento.

- ¿Entonces por qué en Valladolid sigue el debate?

- En su momento se llegaron a gastar dos millones de euros para hacer publicidad para hablar de un antes y un después del soterramiento. se decía que enterrando los trenes la ciudad cambiaría y eso no es verdad. Era pura propaganda que al final ha ido calando. Nosotros no hemos gastado nada en publicidad de la integración.

- ¿Qué balance hace en global de lo que está siendo la legislatura?

- La pandemia lo ha cambiado todo, al menos para que los proyectos previstos inicialmente haya habido que recolocarlos. Pero al margen de ello, la acción de Gobierno es satisfactoria.

- Lo que sí se ha notado ha sido mucha ayuda social durante la pandemia.

- En este sentido, el Ayuntamiento de Valladolid ha tenido una actitud activa para paliar los problemas tanto de empresarios como de particulares.

- ¿Ha tenido que apretar mucho Valladolid Toma La Palabra o ha visto buena actitud por parte del PSOE?

- Ha habido una actitud bastante compartida de cuáles eran los temas en los que había que hacer mayor esfuerzo.

- Le pregunto porque normalmente los partidos de izquierda critican que el Partido Socialista no es tan de izquierdas. ¿Ha detectado usted eso en estos seis años de Gobierno?

- Hay algunos temas, como la remunicipalización del agua o recientemente de los cementerios, Incluso de los presupuestos participativos que se han impulsado porque nosotros estábamos ahí. Si no pienso que las cosas hubieran ido de otra manera. Pero también es verdad que no ha habido demasiado conflicto interno respecto a esos temas y a otros parecidos.

- Entonces no se arrepiente de la coalición que hay en el Ayuntamiento.

- En algunos temas sí hay diferencias, como en la fiscalidad de las grandes empresas, por eso nos gustaría tener la mayoría suficiente para poder gobernar en solitario. Ahora bien estamos satisfechos del trabajo en coalición porque ha permitido cambiar cosas significativamente importantes.

- ¿Qué siente usted cuando en los plenos le llaman gobierno socio comunista?

- (Risas) Hay una cosa que me molesta y es el buscar la desacreditación del adversario político. Dicho esto, es un término que no me molesta en absoluto. Si lo dicen por promover actuaciones para que las diferencias de clase, de nacimiento o económicas, no repercutan en la vida de las personas, para mí es un halago.

- ¿Cómo es su relación con Óscar Puente?

- La relación personal es buena. Hemos tenido algún choque, pero ambos nos entendemos. No hay ningún problema personal, al contrario.

Saravia junto a Óscar Puente presentando la integración ferroviaria en Valladolid

Saravia junto a Óscar Puente presentando la integración ferroviaria en Valladolid

- Pero hubo un momento crítico cuando antes de la toma de posesión se rompió el pacto…

- Ahí sí que hubo una crisis hasta de confianza. Cuando llegan las elecciones cada grupo tiene que dejar claras las diferencias que tiene con otros partidos y eso hizo algo de mella. hubo algunos roces y eso fue lo que provocó esa ruptura. Afortunadamente se solucionó y se encauzó la legislatura.

- ¿Las próximas elecciones aparecerá en las papeletas Valladolid Toma la Palabra?

Eso no depende de mí. Nuestra formación es municipalista integrada por diferentes partidos e incluso personas. A mí me gusta y me parece una opción válida. Sería un error que se presenten diferentes opciones con ideas muy parecidas por separado. En ese sentido creo que tiene lógica mantener propuestas de este carácter pero no sé si se mantendrá el nombre.

- ¿Y se va a presentar Manuel Saravia como candidato a la Alcaldía?

Nosotros, en Valladolid Toma La Palabra, tenemos un código ético que compromete a una limitación de mandatos y a mí se me cumple en 2023. Hay que cumplirlo. Es curioso porque he visto otros casos parecidos que lo que hacen es cambiarlo y eso no vale. ¿Estos códigos tienen algún inconveniente? Claro que los tienen, pero si se firma hay que cumplirlo.

- ¿Y si se lo pidieran los afiliados?

Les convencería de que no se puede hacer. La palabra hay que mantenerla y no me voy a presentar. Estoy a gusto, sin problemas internos ni externos, pero yo creo que hay que hacerlo y cumpliré por lo cual no, no voy a estar.

- ¿Qué ha cambiado en su vida después de entrar en política?

Cuando entras en política para optar a un cargo público es un ámbito muy acotado en el tiempo. al final sumando el tiempo que estuvimos en la oposición y el que vamos a llevar en el Gobierno en 2023, suman doce años. Eso es mucho tiempo en la vida de alguien.

- ¿La responsabilidad de gobierno es más dura?

- Al final uno se acostumbra a todo. Algunas cosas te sorprenden, sobre todo la dureza de algunos planteamientos.

- ¿Le duele más la crítica del adversario político o la de sus propios afiliados?

- Son muy distintas. pero las dos beben de la misma agua. La crítica del adversario te la echas a la espalda porque entiendes que es su trabajo, la de los propios compañeros es más complicada, por ejemplo… (Risas) Me alegra que me hagas esta pregunta… el tema de los plazos de las obras. siempre tiendo a que si me dicen que va a durar seis meses yo digo que va a tardar cinco para intentar agilizarlo. Y luego al final puede ser que sean nueve y entonces llegan las críticas. No creo que un mes o dos sea tan grave pero hay quienes se lo toman como si fuera el mayor de los errores.

- Imagino que siempre le dirán en esos casos que dé un puñetazo encima de la mesa

- ¿Y de qué vale? Solo para que vean que estás enfadado, pero nada más.

- ¿Cómo llevan en casa su labor política?

- Bien. Pasa como le decía antes, uno se acostumbra uno a todo.

- En los pocos ratos libres que tiene ¿a qué se dedica?

- Me gusta leer. Al cine voy muy poco, hacer deporte nada y viajar, últimamente, poquísimo.

- Sí porque vacaciones ha tenido pocas…

- Pocas. Es que las vacaciones….

- No me diga que están sobrevaloradas…

- No en absoluto, pero si te vas de vacaciones y tienes en la cabeza todo lo que hay pendiente tampoco sirven de mucho. A mí me relaja más ir resolviendo las cosas que hay pendientes.

- Por último, no me resisto…. Ya sea verano o invierno usted solo lleva americana como ropa de abrigo…

- (Risas) Ahí sí que le digo que el abrigo está sobrevalorado. Me agobia mucho más llevar ropa de abrigo que el propio frío.