Castilla y León

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Valladolid

En busca de un lavado de cara profundo del Polígono de Argales

27 enero, 2021 10:03

El proyecto forma parte de INDNATUR, iniciativa europea en la que participa el Ayuntamiento de Valladolid con otros socios de España y Portugal y la coordinación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid.

Se abre el plazo de licitación para la contratación de la obra de “Renaturalizacion del Polígono Argales de Valladolid”, que promueve la Concejalía de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid, a través su Agencia de Innovación, con el fin poner en marcha soluciones basadas en la naturaleza que mejoren y equilibren el entorno urbano de Valladolid.

El presupuesto de la licitación asciende a 215.960,97 euros, en un procedimiento de contratación abierto en el que las propuestas podrán presentarse hasta el 26 de febrero de 2021. El plazo de ejecución será de 3 meses, por lo que se estima que se lleve a cabo entre los meses de abril y junio del 2021.

Proyecto europeo INDNATUR


La obra se enmarca dentro del proyecto europeo INDNATUR, que busca la renaturalización de las áreas industriales a través de dos proyectos piloto en los polígonos industriales de Argales (Valladolid) y Cantarias (Braganza), para que estas zonas dispongan de un entorno sostenible, tanto desde el punto de vista medioambiental como social, económico y cultural.

La Unión Europea financia el 75% del total del presupuesto de este proyecto europeo de cooperación transfronteriza España-Portugal con fondos FEDER (INTERREG V A POCTEP) en el que participa el Consistorio de Valladolid; INDNATUR cuenta con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid, como coordinador, y con otros cinco socios: AEICE, Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, Diputación de Ávila, Instituto Politécnico de Braganza (Portugal), Cámara de Braganza (Portugal).

Un corredor verde y azul


El proyecto de ejecución ha sido elaborado por la empresa Land Art Studio 2002 S.L., y se ha basado en el anteproyecto elaborado por la Escuela de Arquitectura de la UVA.

Llevar a cabo un pequeño corredor verdeazul que atraviese el polígono es el objetivo del proyecto técnico; un corredor que conecte los espacios verdes existentes en el área, que son la Acequia de Valladolid en el extremo este y el Arroyo Espanta, en el extremo oeste del polígono, y que incorpore diferentes soluciones basadas en la naturaleza (SbN). Pero siempre teniendo en cuenta los condicionantes actuales de este espacio como las infraestructuras subterráneas y aéreas o sus necesidades de movilidad y acceso a las parcelas a través de numerosos vados.

El proyecto propone plantar árboles en la mediana de la Avenida de Zamora y actuar en la parte sur de la Avenida Norte de Castilla, con la eliminación de la mediana central y la incorporación de franjas verdes con arbolado en las aceras, bancos, un drenaje natural de agua de lluvia y carriles para bici. Finalmente, en la rotonda de la calle Pilar Miró, el polígono contará con un nuevo espacio que incorporará varias soluciones verdes: un jardín de lluvia en la isleta central, la ampliación de acera en la zona junto al Arroyo Espanta y la colocación de bancos, un aparcamiento filtrante junto a la acera con árboles en alcorque-jardín, y nuevas vistas hacia el arroyo Espanta.

Intervención verde integral


Los resultados esperados de esta intervención integral son la mejora de la calidad del aire y, con ella, de la salud de los trabajadores y visitantes; la mejora del funcionamiento del ciclo del agua, gracias al aporte de permeabilidad del suelo; la reducción de la isla de calor y, por tanto, disponer de un espacio público más saludable; el incremento de la biodiversidad y, con ella, de la resiliencia del entorno; el incremento del valor urbano y paisajístico, y por ello el valor económico de los inmuebles; y finalmente, la mejora de la movilidad urbana.

Los polígonos industriales son áreas urbanas funcionales diseñados inicialmente para usos industriales y, en general, se han planificado sin contar con criterios de diseño de mejora ambiental (espacios libres verdes y de descanso, sistemas naturales de recogida de aguas de lluvia, sistemas que fomenten la biodiversidad, movilidad sostenible con espacios para el peatón y para la bici…). En el caso del polígono de Argales de Valladolid, construido ya en los años 60, hay que tener en cuenta además que su espacio está integrado ya en el resto de la ciudad y rodeado por zonas urbanas residenciales.

Mejorar las áreas industriales implica más calidad de vida para las personas y ésta es la razón clave para llevar a cabo este proyecto: la “renaturalización” de las ciudades consiste en dotarlas de elementos naturales de vegetación y agua, en busca de beneficios como la absorción del CO2 del aire, la evaporación y transpiración, la disminución del efecto de isla de calor, más sombra, humedad y frescor, contribución a la biodiversidad de la fauna y flora y la mejora del firme, que favorece la filtración del agua de lluvia.

Además, reducir los riesgos relacionados con el cambio climático es un objetivo esencial del proyecto. Las Soluciones Basadas en la Naturaleza mitigan estos efectos con la consiguiente reducción de gases efecto invernadero mediante la absorción del CO2. Valladolid, concretamente sufre un problema de calidad de aire relacionado principalmente con la contaminación y el aumento de las temperaturas, lo que ocasiona el aumento de ozono (03) y otros gases perjudiciales para la salud.

Además de la mejora medioambiental, se espera que INDNATUR aporte beneficios sociales y culturales y económicos. En este sentido, también se pretende incentivar a los propietarios ubicados en el polígono para que ejecuten soluciones verdes en los espacios libres de sus parcelas o en las propias edificaciones, como sembrar plantas trepadoras en las vallas de cerramiento, poner jardines y plantar árboles, instalar fachadas o cubiertas verdes, para que todo ello contribuya a una mejora global del Polígono.

Otros temas que abordará INDNATUR, estarán relacionados con la gobernanza y la “replicabilidad” del proyecto -uso posterior en otras áreas de la ciudad-, la economía circular -reciclaje de residuos-, la formación y empleo verde -talleres a trabajadores de la construcción-, la participación social y sensibilización -participación del ciudadano y del usuario- y la comunicación (difusión del proyecto).

Respecto a este último apartado, se han realizado diversas actividades de difusión entre los empresarios del propio Polígono de Argales, las asociaciones de vecinos y los estudiantes universitarios.

Por otra parte, se han medido in situ determinados indicadores antes de la intervención tanto en Valladolid como en Cantarias, para comprobar más tarde la efectividad de las medidas adoptadas, como los índices de la calidad del aire (PM2.5, NOx, O3, CO), la humedad y temperatura, la biodiversidad y la percepción del ciudadano ante los resultados.