Toreo caro el que hizo David Luguillano ante un buen novillo de la ganadería salmantina de Agustínez. La colocación, el manejo de los trastos y la pinturería hicieron que el coso tordesillano estallara en olés y aplausos para el diestro vallisoletano. Mató de media estocada y paseó dos orejas.

Serafín Marín pechó con un eral flojo al que instrumentó una faena con ligazón y temple. Aplicó una buena estocada y le concedieron las dos orejas.

Borja Jiménez sorteó el peor eral con diferencia y, aunque lo intentó, la faena resultó deslucida. Se lesionó en la frente cuando intentaba descabellar. Cosechó palmas tras aviso.

Cerraba festejo el novillero sin caballos de Nava del Rey, Juan Pérez Marciel, último ganador del certamen de tentaderos de Rioseco, y causó una grata impresión por su variedad, sus ganas y su buen hacer. Estuvo enrazado, como tienen que estar los novilleros, cautivando al personal. Era la primera vez que estoqueaba un novillo y lo hizo al segundo intento tras aviso. Paseó las dos orejas y al eral de Agustínez le dieron la vuelta al ruedo.

Respecto a los trofeos de la feria de Valladolid, el jurado de la federación taurina acordó conceder el de la mejor faena a El Juli, mientras que al mejor toro se le otorgó al indultado de Daniel Ruiz, de nombre Fanfarria, lidiado en la tarde del viernes de feria por el propio Juli.