UGT ha cargado este miércoles contra la empresas Dornier, a la que ha criticado que haya aprovechado la nueva adjudicación del contrato de la ORA de Valladolid para despedir a dos de los tres trabajadores que prestaban el servicio de grúa. Para el sindicato se trata de una medida que ha llevado a cabo de manera “arbitraria".

El sindicato ha afirmado que los despidos se han producido sin comunicación previa a la representación de los trabajadores y sin haber aportado documentación sobre la decisión tomada ni los criterios aplicados.

UGT ha indicado que a pesar de que el nuevo contrato estipula que se debe de asumir el "cien por cien" de la plantilla, "bajo la excusa de que este servicio no estaba en el contrato", se ha procedido al despido.

Sin embargo, el sindicato cree que al tratarse de un servicio prestado de forma continua anteriormente, "que tenía una rentabilidad económica y social", entienden que "con un poco de voluntad" hay lugares para reubicar a estos empleados.

En este sentido, han señalado que han solicitado la información pertinente a la empresa y estudiar la posibilidad de reubicar a estos empleados dentro del resto de actividades que la empresa presta, cuestión que consideran "más que factible" desde su punto de vista, aunque han recibido "la callada por respuesta" por parte de la empresa.

Además, han insistido en que los dos de los tres trabajadores que prestaban el servicio han sido despedidos "de forma arbitraria" sin que se haya informado de los criterios objetivos que se han aplicado.

UGT ha censurado una actuación que considera "obscura" y "nada equitativa" por parte de la empresa Dornier y ha exigido la readmisión de los dos trabajadores a la vez que se abra un proceso para estudiar un "encuadre" dentro de las actividades que desarrolla la empresa en Valladolid.

Finalmente, el sindicato, además de mostrar su solidaridad con los despedidos y con independencia de las acciones individuales que puedan realizar, ha instado al Ayuntamiento a que se implique "directamente" para reparar esta situación y se cumpla con la obligación de subrogación del "cien por cien" de la plantilla, ya que considera que no se puede permitir el despido de trabajadores "de forma injusta", menos aun cuando el pliego de condiciones estipula asumir a toda la plantilla existente.