Imagen de un cesta de níscalos en un pinar

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Soria

El mejor pueblo de Castilla y León para recoger setas este otoño: un paraíso micológico con rutas, cursos y talleres

Considerado "el reino de los recolectores" por National Geographic, destaca por su riqueza micológica, la cual ha impulsado la celebración de múltiples actividades y eventos en torno al mundo fungi.

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La temporada de setas ha comenzado y, aunque tal y como avanzó el presidente de la Asociación Vallisoletana de Micología (AVM), Aurelio García, en declaraciones a este periódico, no lo ha hecho de la mejor manera, lo cierto es que los primeros hongos ya se están dejando ver.

Castilla y León es uno de los destinos referentes para la recolección de setas por albergar numerosas zonas donde se pueden encontrar una amplia variedad de hongos comestibles.

Esta es la razón que explica que durante esta época del año muchas zonas rurales de diferentes provincias de la región se llenen de expertos y aficionados en busca de los mejores ejemplares.

A todos ellos les interesará saber que, aunque Castilla y León alberga multitud de enclaves perfectos para disfrutar de la micología, hay uno de destaca por encima del resto y que incluso hasta ha llamado la atención de la prestigiosa revista de viajes National Geographic.

Se trata de Navaleno, un pueblo de menos de 1.000 habitantes ubicado en la provincia de Soria, la que el propio Aurelio definió como el destino de setas por excelencia de Castilla y León "por calidad, cantidad y variedad".

Y es que, la frondosidad y las lluvias que predominan en la zona propician la humedad necesaria para que broten multitud de ejemplares.

A partir de septiembre los hongos y sobre todo el boletus, el níscalo, el rebozuelo y la colmenilla, se convierten en los protagonistas indiscutibles del entorno de este municipio.

Un pueblo cuya riqueza micológica lo ha convertido en una de las zonas más ricas en setas de España, que ha hecho de la recolección una tradición muy arraigada que atrae cada año a un gran número de amantes de los hongos.

Y es que, esta, además, ha fomentado el desarrollo de una amplia y variada oferta de propuestas en torno al fascinante mundo de la micología.

Más allá de albergar un espectacular bosque de setas, Navaleno también cuenta con un Centro Micológico dedicado a la divulgación y el disfrute de todo lo referente a los hongos.

Imagen de archivo de níscalos

Imagen de archivo de níscalos

Este, además de presentarse como un espacio expositivo y de información, también organiza actividades para todo tipo de públicos, tanto principiantes como expertos, durante todo el año, aunque sobre todo en otoño y primavera.

Allí los visitantes también pueden pedir permisos para recolectar setas en zonas reguladas bajo el asesoramiento del centro y así cerciorarse de que lo que recogen son ejemplares inofensivos para la salud.

Y no solo eso, sino que durante la temporada de setas, en Navaleno también se pueden realizar rutas micológicas guiadas por los pinares del entorno con un guía experto que ayuda a identificar las distintas especies del lugar y enseña a recolectarlas.

A esta oferta se suman cursos para los interesados en profundizar en el mundo fungi, talleres de cocina e incluso eventos temáticos como la Jornadas sobre el Marzuelo que incluyen desde proyecciones hasta degustaciones.

Por todo ello y mucho más, este pueblo soriano ha sido catalogado como "el reino de las setas y los recolectores" por National Geographic.

Ahora bien, aunque el municipio es sobre todo conocido por su riqueza micológica, este también ofrece al visitante otros encantos culturales y arquitectónicos dignos de mencionar. 

Desde el Monumento a los Carreteros, un homenaje al oficio que representó el principal motor económico de la comarca durante siglos, la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomártir y su arquitectura tradicional pinariega, hasta su preciado entorno natural, integrado en la Reserva Nacional de Caza de Urbión.

Un lugar entendido como un auténtico mar de pinos en el que existen numerosas rutas señalizadas para recorrer los bosques y parajes como El Botón y La Chorlita, además de un parque de aventura y un centro de interpretación para conocer el valioso patrimonio forestal de la comarca. En definitiva, un destino de visita obligada para este otoño.