El autobús de Londres que se esconde en un pueblo de Castilla y León
La peculiar historia del pueblo de Castilla y León que esconde un autobús de Londres: "Lo quería integrar con el paisaje"
Se ha convertido en un gran atractivo turístico y fue un vecino de la localidad quien se encargó de comprarlo para crear esta peculiar obra.
Más información: El pueblo de Soria con más asientos del antiguo Camp Nou que habitantes: "No hemos parado de ser trending topic"
Hay personas que nacen siendo grandes artistas. Imaginarios de curiosas ideas que consiguen sorprender a quienes las observan mientras se preguntan cómo lo habrán podido hacer.
Soria tiene muchas peculiaridades, y sus pueblos aún más. En uno de estos pequeños municipios se encuentra un tesoro escondido que llama especialmente la atención entre sus estrechas calles.
Se trata de Arbujuelo, ubicado al sur de la provincia. No es ni su fuente, ni sus casas ni su naturaleza lo más peculiar, sino que es un autobús de Londres que se encuentra allí ubicado.
Pero, ¿cómo ha llegado ahí? Un vecino de la localidad llamado Luis Mariano explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León, que la idea surgió de Miguel Benito Barbero, que fue un "artista, adelantado a su época", pero se encontró con el inconveniente de "no tener el entorno adecuado para que se viera su obra".
Para esta creación tuvo que hacer una gran cantidad de trabajos en metal, fibra o vidrio. En este autobús tenía la idea de poner hacer unos huertos, unos "Jardines de la Creatividad", como él los llamaba, con todo estructuras creadas por él.
Una de ellas, está todavía al lado de este autobús, y es una cúpula que hizo con fibra de vidrio y como patrón un paracaídas del ejército. "Compró un siniestro de un reactor del ejército de un Panthom y con los motores preparó dos vehículos de cazarécords".
Los vecinos nunca supieron cuál era la idea final del autobús, pero sí que tienen constancia de que lo quería "integrar en el huerto" y, además, acondicionarlo como vivienda, despacho. Esta no es la única peculiaridad y es que el autobús fue remolcado hasta la entrada del pueblo. Y él sólo "poquito a poco lo subió hasta arriba".
Un trabajo complejo, que realizó con la ayuda de "poleas manuales", debido a la estrechez de las calles y a las cuestas. El poder subirlo le costó un par de días, recuerda que era "muy habilidoso, con una visión espacial muy grande".
Una obra que nunca se llegó a terminar porque, según recuerda Mariano, el creador "se entusiasmaba con el proyecto, pero al poco lo abandonaba y comenzaba con otro".
Pero, ¿por qué un autobús de Londres? el vecino de la localidad soriana explica que a Miguel "le encantaba ir por desguaces" y tenía muchos conocidos que almacenaban vehículos y motos antiguas. "Fue una oportunidad que se le presentó, el comprar el autobús y acaparar todo tipo de cacharros", asegura.
No es la única creación que ha realizado, ya que con una segadora antigua hizo una moto "impresionante". Le gustaba coleccionar cosas curiosas y el autobús llegó al pueblo con su idea de "integrarlo en el paisaje".
Sin duda, un gran atractivo turístico para las personas que cada año pasean por este pueblo soriano y descubren una de sus joyas más escondidas. Los vecinos ya lo viven como algo habitual.
"Era un hombre tremendamente creativo, no se le ponía nada por delante. Si se le ocurría trabajar la madera aprendía como el mejor maestro, si se ponía a trabajar con el metal, tres cuartos de lo mismo. Era muy inquieto y se autoformó por decirlo de alguna forma", explica.
Una obra que hizo por "satisfacción personal", que nunca llegó a terminar, pero que solo con la presencia de este gran autobús de color rojo, ya ha logrado poner un toque londinense a una pequeña zona de Castilla y León.
Desde que está en este pueblo no ha salido en anuncios publicitarios ni películas, pero creen que anteriormente sí ha podido servir para ello.