Las familias del CEIP Fray Juan de la Cruz se concentran este lunes para protestar contra las obras en el centro

Las familias del CEIP Fray Juan de la Cruz se concentran este lunes para protestar contra las obras en el centro

Segovia

El Ayuntamiento de Segovia paraliza la obra de la UVa en un colegio por no tener permisos

Los padres del CEIP Fray Juan de la Cruz de la capital segoviana se han movilizado contra las obras de la Universidad de Valladolid en el centro denunciando que "ponen en riesgo la seguridad de los niños".

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La comunidad educativa del CEIP Fray Juan de la Cruz de Segovia ha dicho basta. Tras años de retrasos, promesas incumplidas y ausencia de soluciones, las familias han comenzado a movilizarse para denunciar un abandono institucional prolongado que afecta directamente al alumnado: un patio deteriorado e inseguro, la pérdida del gimnasio cedido durante más de una década por la Universidad de Valladolid y unas obras consideradas como peligrosas en el tejado de ese edificio.

Este lunes, las familias han iniciado una serie de concentraciones en la puerta del centro para exigir "la suspensión de las obras, medidas que garanticen la seguridad y condiciones adecuadas para el desarrollo escolar". Las movilizaciones han dado sus frutos y el Ayuntamiento de Segovia ha paralizado la obra por falta de permisos. "La UVa se ha comprometido a cursar una declaración responsable y los técnicos de urbanismo comprobarán la seguridad de la obra, especialmente respecto al colegio", han señalado fuentes del Consistorio a este medio.

El pasado 21 de noviembre, la Ampa Aneja celebró una asamblea informativa a la que asistieron unas 40 familias. Durante la reunión se repasó la cronología de los hechos y se expuso la sensación de cansancio acumulado. Una familia resumió así la percepción generalizada: "Yo creo que están jugando al desgaste".

La asociación ha denunciado que el firme del patio presenta "grietas, socavones, charcos y desniveles, lo que dificulta el uso seguro del espacio y afecta especialmente al alumnado con movilidad reducida". Tal como relató una familia: "Todas las familias tenemos que saltar el charco al entrar por la rampa, y hay personas que no pueden porque van con carritos o porque tienen movilidad reducida".

La Ampa Aneja ha señalado que la finalización de la cesión del gimnasio por parte de la Universidad de Valladolid deja al centro "sin un espacio cubierto adecuado para las actividades físicas". "El gimnasio propio es pequeño y se utiliza fundamentalmente para las sesiones de psicomotricidad de Infantil en días de mal tiempo".

Tal y como afirma un miembro de la Ampa sobre las distintas reuniones que se han mantenido con las instituciones: "En nuestro discurso siempre hemos defendido la idea de compartir dicho espacio". La Ampa explicó también que ha llevado a cabo amplias pesquisas en archivos, catastro y registro, concluyendo que no existe constancia documental que acredite que la titularidad del edificio corresponda a la Universidad de Valladolid.

"Esta falta de claridad refuerza la necesidad de abrir vías de diálogo para asegurar un uso compartido del espacio", ha señalado la asociación, que ha asegurado que las familias "han mostrado su preocupación por el anuncio de obras en el tejado del edificio donde se sitúa el gimnasio" y consideran que se trata de "una intervención potencialmente peligrosa, que implica el vallado y la ocupación de parte del patio y afecta directamente al desarrollo de las actividades escolares y al uso del espacio exterior por parte del alumnado".

"A ello se suma la ausencia de información formal recibida pese a tratarse de una actuación que incide de manera relevante en la organización del centro y en la seguridad del alumnado", ha afirmado la Ampa.

La comunidad educativa solicita "una solución inmediata y adecuada para las clases de Educación Física, medidas urgentes que garanticen la seguridad y la accesibilidad del patio, el cumplimiento estricto de los procedimientos de información y participación escolar ante cualquier actuación que afecte al alumnado".

El Ampa ha insistido en que las familias transmitieron su disposición "a seguir trabajando de forma constructiva", pero también su determinación a "no permanecer en silencio ante una situación que consideran insostenible". Tal como expresó uno de los asistentes: "Hasta que no se haga ruido no se va a conseguir nada".