El municipio de Labajos, del que es alcaldesa Margarita Meroño, tenía, desde hace un tiempo, una tarea pendiente que la situación sanitaria había ido retrasando: la inauguración oficial de su casa consistorial, después de la rehabilitación acometida en los últimos años, a la que, entre el ayuntamiento y la Diputación han destinado más de 100.000 euros.

Por ello, acompañando a Meroño y a los vecinos de la localidad, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, asistía en la tarde de ayer a la puesta de largo de la construcción, durante cuyo acto destacaba “el interés mostrado por Margarita Meroño y su equipo de gobierno en que los vecinos de su pueblo dispongan de un espacio común al que llamar, no sólo ayuntamiento, sino casa; un lugar en el que, además de llevar a cabo sus trámites con la Administración puedan hacerlo con comodidad, con seguridad y con confianza”.

La rehabilitación, que en su primera fase, llevada a cabo en 2016 con una inversión de 12.000 euros, permitió recuperar la fachada de abajo, ha logrado ahora, en su segunda inversión, a la que la Diputación ha destinado 50.000 euros y el ayuntamiento más de 40.000 euros, devolver de manera definitiva su esplendor al edificio, datado del siglo quince. Así, los trabajos realizados han dado utilidad a la sala de arriba, antiguo salón de bailes del pueblo, que tenía las vigas y la estructura de madera deteriorada, y que, tras su tratamiento y recuperación, ha sido convertido en un luminoso salón de plenos. Además, las obras han recuperado también la fachada superior, que, según creen los expertos, pudo ser destruida en el pasado por un incendio.

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“Ha quedado muy bonito; el ayuntamiento, al igual que la iglesia, es del siglo quince y ambas fachadas son de mampostería de piedra, con recuadre en ladrillo visto”, apunta la alcaldesa, quien manifiesta agradecida que “sin la Diputación, estos pueblos pequeñitos no podrían sobrevivir”, y para quien “esta rehabilitación, tras la que realizamos en la iglesia, completa, en cierto modo la mejora de la vistosidad y el aspecto de la plaza y, por consiguiente, del propio municipio, al ser los dos edificios más emblemáticos”.

Ahora, como señalaba Miguel Ángel de Vicente durante el acto celebrado para inaugurar el edificio, a los vecinos de Labajos les queda disfrutar de un lugar en el que “además de dinero y tiempo, hay invertido cariño, cuidado, compromiso, dedicación, responsabilidad, empatía y respeto” y en el que, según ha manifestado, espera que el mismo interés con el que se ha apostado por la reconstrucción del edificio, se ponga a partir de ahora en la atención en los trámites y necesidades de los vecinos de Labajos.