Así trabaja el Grupo de Caballería de la Guardia Civil

Salamanca

“El caballo es un compañero más, vamos siempre juntos”: así trabaja el Grupo de Caballería de la Guardia Civil

Desde grandes aglomeraciones hasta senderos del Camino de Santiago, su presencia garantiza seguridad y despierta la admiración ciudadana.

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Imponentes, elegantes y eficaces. El Grupo de Caballería de la Guardia Civil no pasa desapercibido allá por donde patrulla.

Nos recibe el cabo Trujillo, responsable del equipo, mientras termina de cepillar a su caballo, que mueve la cabeza como si entendiera que toca patrullar. “Está más que listo”, comenta con una sonrisa, ajustándole la silla.

En esta unidad no hay motores ni sirenas. Hay crines al viento, miradas atentas y una complicidad que solo se forja con el tiempo. El Grupo de Caballería de la Guardia Civil destaca por su presencia imponente, pero también por esa mezcla de tradición, técnica y cercanía que logra ganarse al público y, en este caso, al terreno.

Su sola presencia transmite seguridad, pero detrás de cada intervención hay muchas horas de trabajo, entrenamiento y compenetración con un compañero muy especial: el caballo. 

En eventos, como las multitudinarias fiestas de Guijuelo, o en zonas de especial afluencia de personas como el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Salamanca, su labor se convierte en un apoyo imprescindible para las unidades territoriales.

“Nos desplazamos a cualquier punto de España donde se nos requiera. Apoyamos a las unidades de la zona cuando hay un gran número de personas o lugares donde los vehículos no pueden acceder”, explican para EL ESPAÑOL de Castilla y León.

La altura del caballo permite una visión más amplia en concentraciones masivas, facilitando el control del entorno y la vigilancia de zonas a las que otros cuerpos no pueden llegar con facilidad.

“Desde arriba controlas mucho mejor. Puedes ver movimientos extraños, disolver pequeños altercados y, sobre todo, ofrecer una imagen de tranquilidad y cercanía”.

Agentes de la Unidad de Caballería de la Guardia Civil

Agentes de la Unidad de Caballería de la Guardia Civil Luis Cotobal

Entrenamiento diario y vínculo personal

Pero no basta con subirse al caballo. La preparación diaria es esencial. En su base, los agentes entrenan a los animales para que no se asusten ante el ruido, las luces o las aglomeraciones.

“Nuestro día a día es que el caballo se acostumbre a cualquier situación: vehículos, música alta, contacto constante con gente. Que, llegado el momento, actúe con calma y eficacia”. 

Y esa preparación se hace con tiempo, paciencia y mucha dedicación. Los caballos llegan a ellos con apenas tres años, y desde entonces forman binomio con su jinete.

“Somos un equipo. Vamos siempre juntos. El caballo tiene que confiar en ti, y tú en él. Es uno más de la unidad”

Un servicio cada vez más valorado

Además de su eficacia operativa, la caballería también mejora la percepción de seguridad en zonas donde no es habitual ver este tipo de unidades.

“La gente se sorprende, pregunta, se acerca… Y eso crea un vínculo muy positivo con la ciudadanía. Somos cercanos y estamos para ayudar”.

Patrullas a caballo en el Camino de Santiago

Uno de los escenarios donde su trabajo ha sido especialmente valorado es en el Camino de Santiago.

Durante estos días, el Grupo de Caballería ha sido requerido en los tramos correspondientes a la provincia salmantina, para reforzar la seguridad durante el periodo estival, cuando se incrementa notablemente el número de peregrinos. 

Gracias a su movilidad, su visibilidad y su capacidad para acceder a entornos rurales o de difícil tránsito, estas patrullas permiten prevenir hurtos, atender a caminantes en apuros y mantener la seguridad en zonas en las que la vigilancia convencional resulta más compleja.

La compenetración entre jinete y caballo les permite recorrer kilómetros por senderos naturales, prestando un servicio próximo y muy bien valorado por quienes transitan estas rutas.

“Estamos aquí para ayudar”

El mensaje que dejan allá por donde pasan es claro: “La ciudadanía puede estar tranquila. Si nos ven patrullando, es porque estamos cuidando de ellos. Que sepan que pueden acercarse, preguntar, pedir ayuda. Estamos aquí para eso”.

Allí donde el asfalto se complica y la cercanía marca la diferencia, el Grupo de Caballería de la Guardia Civil se convierte en algo más que vigilancia.

Siempre al trote, pero al lado del ciudadano.