
Acto inaugural del Encuentro Internacional “Todo comienza con la alimentación”, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca con la participación de representantes del Gobierno, el Senado, la FAO y diversas agencias de cooperación iberoamericanas.
Salamanca alza la voz contra el hambre: líderes internacionales se unen por la justicia alimentaria
Representantes de América Latina, España y organismos internacionales se citan en la USAL para impulsar políticas globales con enfoque de género.
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“Nadie debería pasar hambre”. Esta semana, esa idea ha reunido en Salamanca a senadores, expertos, representantes internacionales y académicos de más de 20 países iberoamericanos para decirlo alto y claro: la alimentación es la base de todo.
Bajo el lema “Todo comienza con la alimentación”, el Paraninfo de la Universidad de Salamanca se ha convertido en la sede de un encuentro internacional impulsado también por el Senado de España y la FAO.
Un evento de alto nivel que busca generar acuerdos reales para garantizar el derecho a la alimentación en América Latina y el Caribe, con una mirada muy clara en la equidad de género.
La cita, que se celebra el 20 y 21 de mayo en Salamanca, cuenta con el respaldo de instituciones como la AECID (Agencia Española de Cooperación), su homóloga mexicana AMEXCID, la FAO, la SEGIB y la FIAP. También se suma el Frente Parlamentario contra el Hambre en América Latina y el Caribe, junto al apoyo del Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León.
Salamanca se pone al frente
El rector Juan Manuel Corchado fue directo: “Una buena alimentación está detrás de todo, también de la educación, del desarrollo y de la justicia social”. Recordó que Salamanca, como casa del pensamiento, tiene la obligación de estar en los grandes temas del mundo, y conectó esta cita con el espíritu de la histórica Escuela de Salamanca.
“Aquí se está debatiendo algo trascendental. Lo que salga de estas mesas marcará el futuro de muchos países y millones de personas”, señaló.
Por su parte, Eva Granados, secretaria de Estado de Cooperación Internacional, fue aún más contundente: “Que haya personas pasando hambre no es una casualidad ni un castigo inevitable. Es una injusticia política y un fallo moral”.
Defendió el papel del multilateralismo y explicó que la cooperación española lleva años trabajando en este campo con más de 300 millones de euros movilizados. Además, recordó que las mujeres rurales son las más afectadas por la inseguridad alimentaria, con menos acceso a tierras, recursos o semillas.
Legislar para transformar vidas
El senador Gonzalo Robles, presidente de la Comisión de Cooperación del Senado, remarcó que “los cambios se hacen con leyes y con presupuestos”. Defendió que encuentros como este deben servir para que los parlamentos legislen mejor, escuchen más y conviertan los debates técnicos en medidas concretas.
“No basta con lamentarse ante el telediario. Hay que actuar. Y esto, en Salamanca, empieza a moverse”
El programa de estas jornadas incluye mesas de trabajo sobre leyes de protección alimentaria, derechos de las mujeres campesinas, el impacto del cambio climático en las cosechas o la lucha contra el desperdicio de alimentos. Todo bajo la bandera de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los relativos a hambre cero e igualdad de género.
El evento forma parte de un calendario global que busca cerrar alianzas frente a desafíos comunes. De hecho, España y Brasil lideran ya la Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza, que se presentará oficialmente en la próxima Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo que acogerá Sevilla en verano.
Mientras tanto, Salamanca ya ha hecho su parte: abrir sus puertas a un debate serio, necesario y urgente. Porque como se ha repetido durante todo el encuentro, la alimentación no es solo una necesidad: es un derecho.