
Ledesma (Salamanca)
El pueblo de Salamanca donde descansan los restos de tres pastores de Belén y sorprende a National Geographic
La revista se ha hecho eco de la leyenda que tiene su epicentro en la iglesia de San Pedro.
Más noticias: El PSOE lleva a Las Cortes la “triste” situación de la muralla de Ledesma, “olvidada” por Mañueco
Son muchas las historias que rodean a los pueblos de Salamanca. Leyendas que ensalzan el pasado y que no por desconocidas están exentas de valor. Una de ellas es la de Ledesma, que cobija en su iglesia restos que están atribuidos a tres pastores que fueron a Belén cuando nació Jesús, de la que se ha hecho eco National Geographic.
Así lo cuenta la redactora de la prestigiosa revista de historia y viajes Meritxell Battle Cardona. Restos que llegaron a tierras charras a través del caballero oriundo de Ledesema, Micael Dominiquiz, que participó en las Cruzadas en un momento en el que la amenaza de invasión, los cristianos trasladaron objetos a distintos lugares.
Según los textos históricos de los que National Geographic se hace eco, estos tres pastores fueron enterrados en Siar-el-Ganem, donde se levantó el denominado Convento de los Pastores junto a la Cueva de los Pastores de Belén.
Fue Micael Dominiquiz quien encontró huesos humanos, zurrones de pastor y tijeras de esquilar en uno de los cofres que encontró durante sus viajes entre 900 y 1149, según la leyenda.
Su conclusión fue que las reliquias correspondían a José, Isaac y Jacobo, los tres pastores de Belén que aparecen citados en el Evangelio de Lucas. Precisamente, bajo el altar de la iglesia de San Pedro, en el municipio salmantino, se puede leer: "Los gloriosos Josepho, Isacio y Jacobo, pastores de Belé, que merecieron ver y adorar los primeros a Chrifto Dios y hombre recién nacido en el portal".
Junto al mensaje hay una arqueta con los restos óseos, traídos hasta esta iglesia edificada en el Arrabal de Los Mesones en 1864 después de que fueran cambiados de ubicación varias veces.
Recuerda National Geographic que la iglesia de San Pedro, uno de los cinco templos que tenía el municipio en aquel momento, fue derribada durante la desamortización. Sus restos se reutilizaron pare levantar luego la iglesia de San Pedro y San Fernando, en el barrio de los Mesones.
Más tarde, en 1965, durnate unas obras en esta última edificación, cuando se halló la arqueta.