Manuel Cedenilla, en el último partido del CD Guijuelo

Manuel Cedenilla, en el último partido del CD Guijuelo L. Falcao

Salamanca

Cedenilla, futbolista del CD Guijuelo: ejemplo de coraje y perseverancia contra un cáncer de testículo

Quien fuera canterano del Real Madrid durante 10 temporadas, y ahora jugador del CD Guijuelo, Manuel Cedenilla, cuenta la superación de un cáncer de testículo

28 abril, 2024 07:00

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En el mundo del fútbol, la historia de superación y resiliencia de los jugadores a menudo inspira a millones de personas en todo el mundo. Uno de los relatos más conmovedores es el de Manuel Cedenilla Moreno, quien enfrentó y venció una batalla contra el cáncer de testículos para regresar, más fuerte que nunca, a los terrenos de juego, del que ya pasaron los diez años, un tiempo libre de enfermedad que los expertos establecen desde el momento del diagnóstico.

Manuel nació en Talavera de la Reina y tiene 26 años -ahora es jugador del CD Guijuelo- y desde una edad temprana demostró un talento excepcional para el fútbol. Su dedicación y pasión lo llevó a destacar en la cantera del Real Madrid y, después de superar la dura enfermedad, siempre de la mano de su heroína, la madre coraje Raquel Moreno, ha pasado por diversos equipos de fútbol -Alcorcón, Las Rozas, CD Badajoz, Tudelano y Langreo- hasta recabar en el CD Guijuelo.

La vida le presentó un desafío inesperado cuando, durante un examen médico, y que explica a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León con una sonrisa que no pierde y la alegría que transmite cuando compartes charla y amistad, los doctores descubrieron un tumor testicular. El diagnóstico fue devastador: cáncer de testículos en etapa inicial. A pesar del primer choque, Manuel mostró una fuerza interior inquebrantable y se comprometió a luchar contra la enfermedad con todo lo que tenía.

El tratamiento contra el cáncer fue agotador y desafiante, pero Cedenilla se aferró a su determinación y al apoyo inquebrantable de su familia -padre y madre-, amigos y compañeros de equipo. Pasó por cirugías, quimioterapia y largos períodos de rehabilitación, enfrentando cada obstáculo con valentía y optimismo. Durante su recuperación, el fútbol se convirtió en una fuente de motivación y esperanza para Manuel. Después de meses de lucha y sacrificio, el joven futbolista finalmente recibió la noticia que tanto ansiaba: estaba libre de cáncer. Pero su historia no terminó ahí. Con una determinación renovada y una gratitud profunda por la vida, Manuel se embarcó en un camino de regreso al fútbol profesional.

Su historia no solo inspira en el campo de fútbol, sino que también trasciende el deporte, recordándonos a todos que, con fe y perseverancia, podemos superar cualquier adversidad que la vida nos presente, repite una y otra vez mientras compartimos mesa y mantel. Manuel Cedenilla no solo es un campeón en la cancha, sino también en la vida misma. Una gran persona, alegre, feliz, trabajadora, responsable, que transmite paz y amigo de sus amigos.

Manuel Cedenilla, jugador del CD Guijuelo

Manuel Cedenilla, jugador del CD Guijuelo L. Falcao

- Manuel, es un placer que compartas con nosotros este rato después de entrenar. Antes que nada, nos gustaría felicitarte por tu valentía y fuerza al superar esa enfermedad. ¿Cómo te sientes después de haber vencido al cáncer de testículos y regresar al campo de juego?

- Fue hace un tiempo, en aquel momento y ahora también, la palabra que yo creo que lo puede definir es orgullo. Orgullo por lo que viví y por cómo lo afronté y por ser la persona que soy hoy.

- Antes de nada, ¿cómo te encuentras en Guijuelo? Se te nota muy integrado con sus gentes.

- Sí, aunque llegué el último. Está claro que cuando llegas a un sitio nuevo, y más siendo el último, cuesta hacerte tu hueco, tanto dentro como fuera del campo. Pero la verdad, este año ha sido muy bonito, he disfrutado mucho, y la gente de aquí lo ha hecho todo mucho más fácil, para que pueda estar integrado y ser uno más de la familia.

- ¿Cómo es la vida en un pueblo como Guijuelo para un futbolista, digamos profesional?

- Depende como tú quieras afrontarlo. A mí me gusta mucho mi rutina en el día a día. Me gusta tener una vida tranquila con mis estudios, con mis cosas, con mi entrenamiento. Por ello, estoy muy a gusto en el pueblo, me siento muy querido con la gente y, la verdad, tengo todo lo que necesito para poder en mi día a día disfrutar y ser feliz.

- Felicidades por clasificarse para el playoff de ascenso a Primera RFEF.

- Muchas gracias. Hemos podido conseguirlo a falta de dos jornadas. Como te he dicho, las cosas han salido muy bien y aquí se ve reflejado que, a falta de dos partidos, el equipo está en playoff, y a luchar por todo lo que venga, siendo ambiciosos y sin miedo.

- ¿De qué juegas? ¿Cómo caracterizarías a Manuel Cedenilla futbolísticamente?

- Manuel Cedenilla juega de lateral izquierdo. Sí que es verdad que ha jugado en varias posiciones a lo largo del fútbol. De joven, lo hacía un poco por delante, también en cantera jugué algo por el medio. Pero me consideraría un chico atrevido, que le gusta mucho atacar, ofensivo y porque vengo del fútbol sala. Antes del Real Madrid practicaba fútbol sala y, siempre, me han gustado los espacios cortos, asociarme y me siento cómodo en esos ambientes, y con equipos que quieren la pelota y que proponen juego ofensivo.

- Vamos con su pasada enfermedad, el cáncer de testículo ¿Cuál fue su mayor desafío durante el tratamiento y cómo lo superaste?

- En el momento preciso es un desafío y un mal momento, porque cuando vienen esas cosas, lo hacen una detrás de otra, y cuesta mucho salir. Y hasta que son pequeños pasitos que vas dando cada día, esos mini avances, mini victorias, yo me los tomaba de esa manera, porque está claro que el camino es largo, y si piensas a largo plazo o en el final del camino, se puede hacer cuesta arriba. El momento más complicado fue con la operación, después de la quimioterapia. La operación fue un momento muy difícil porque no era consciente de la magnitud que tenía la cirugía hasta que pasó y, porteriormente, vi realmente que, por decirlo rápido y claro, fue una operación a vida o muerte, porque hubo complicaciones, por eso duró 13 horas. Estuve tres días en la UCI, luego quince hospitalizado, y eso sí que me dejó secuelas. Fue un momento difícil que tuve que afrontar y lo superé, gracias a Dios.

- ¿Cómo fue el proceso de enfrentar el cáncer mientras seguías con tu carrera como futbolista? ¿Hubo momentos en los que pensaste rendirte?

- Nunca, rotundamente. No va en mí, en mi ética, en mi carácter como persona, no solo como futbolista. La vida está para ser valiente, para ir a pelear por tus sueños, y está claro que obstáculos existirán, porque las cosas no pasan fáciles, pero en ningún momento pensé en nada que no fuera seguir con mi vida, afrontar lo que fuera viniendo y dando pasitos.

"La vida está hecha para ser valiente, para ir a pelear por tus sueños, y está claro que obstáculos va a haber, porque las cosas no pasan fáciles".

- ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva sobre la vida y el fútbol después de enfrentar esta seria enfermedad?

- Siempre he sido muy parecido a mi mentalidad. Está claro que cuando te llegan momentos así reflexionas, y le das importancia real a lo que tienes y, sobre todo, a quien tienes al lado, y qué importa realmente en la vida. A raíz de eso, siempre he sido una persona madura. El fútbol te hace crecer a pasos diferentes al resto de la gente, porque vives experiencias desde muy pequeño, que el resto de la población las vive más tarde. A raíz de ahí, pues priorizas tu compañía, tu tiempo y te das importancia a ti, a tu bienestar, a tu felicidad, y a pelear por lo que realmente quieres y con quien quieres estar. Eso también es una parte importante de la vida, que te vas dando cuenta con los años. Yo me apercibí en ese momento de quien quería ser, que tenía que hacer, y, sobre todo, aclarar las ideas y la perspectiva.

- ¿Qué mensaje tiene para otros que puedan estar luchando contra el cáncer o enfrentando dificultades similares?
- El mensaje sería que lo afronten con normalidad. Lo primero, porque es un poco tema tabú. Está claro que es una enfermedad que te deja muchas secuelas, hay mucha mortandad alrededor de ella, y se habla poco de cómo afrontar esos momentos. Al final, son situaciones que nos van pasando en la vida, que son más habituales de lo que nos pensamos, y que, cuando te llegan, tienes dos opciones, o hacerle frente y tomarlo como un fastidio, o pensar en la mala suerte o el por qué a mí. En mi caso también me hice estas preguntas, porque es inevitable. Pero es que te pasan muchas cosas en la vida, y de ti depende cómo las afrontes y cómo quieras actuar a partir de ese momento.

- ¿Cómo te ayudó el fútbol durante tu proceso de recuperación?
- Siempre ha sido la cosa que más he disfrutado y por la que he peleado. Me ayudó a darle normalidad y a seguir con mi vida y a que no cambiara tanto. Tenía un tratamiento cada tres semanas de quimioterapia. Es verdad que estaba muy fastidiado y casi no me podía mover, pero las otras dos semanas iba a Valdebebas (Ciudad Deportiva del Real Madrid) a entrenar con mis compañeros, y le pude dar una normalidad dentro de lo que era muy anormal, porque mi vida cambió mucho. Intentaba seguir con mi rutina, que eso no me descentrara. Creo que la actitud marca mucho el proceso de las personas, tanto en una enfermedad como en tu día a día. Y mi actitud fue buena, tanto en ese proceso de salud como todo en la vida, de ir de cara y afrontarlo con positividad y con mucha energía.

- ¿Te costó mucho volver a sentirte futbolista?

- Está claro que no era un hombre, pero tampoco era un niño. Y me costó mucho volver a sentirme Manuel Cedenilla, porque, no solo el hecho de cuando ya estás curado y cuando ya te dan el alta, es que de alguna manera esa enfermedad te deja muchas secuelas internas, externas, de cabeza y físicas. Y me costó mucho volver a sentirme yo, a sentirme feliz en un terreno de juego, porque por mucho que juegues, tú sabes al nivel que estabas, de lo que eras capaz y había muchos impedimentos que no te dejaban volver a sentirte así. Pero con el tiempo, con constancia, con energía y, sobre todo, con muchas ganas de seguir mi vida, de seguir siendo yo. Y así logré volver a disfrutar, a ser el Manuel Cedenilla de antes. Y, como te digo, con tiempo y con sacrificio.

- ¿Cómo manejas la presión y las expectativas después de volver a jugar tras superar una enfermedad tan seria?

- Soy una persona que me gusta mucho llevar a la práctica todo lo que leo, todo lo que me cuentan, porque al final, hasta que no lo vives en uno mismo, no eres consciente de ello y, sobre todo, que la vida está para disfrutarla. Nos metemos en la cabeza muchos problemas y muchas situaciones erróneas, sin saber si van a pasar o no, y todo eso nos hace frenar y nos condiciona a la hora de tomar decisiones. Tengo una frase que siempre digo: los problemas cuando vayan llegando, porque anticiparte a ellos es un error que cometemos mucho. También hay que tratar a la vida como viene, siendo objetivo, con tus cualidades, con tus cosas y con tu persona. Pero no dejarte cohibir o extraer por los límites de otro, no dejarte condicionar por tus compañeros, porque creo que nos dejamos condicionar mucho por las personas que tenemos a nuestro alrededor, y dejamos de poner el foco realmente en lo que nosotros queremos o quienes quieren ser como persona, en tu vida, en tu trabajo, en tu familia. Y creo que nos cuidamos mucho por eso, por el resto de personas que nos rodean y nos preguntamos poco a nosotros mismos qué queremos ser nosotros.

Manuel Cedenilla, durante el partido de clasificación para los playoffs, con el CD Guijuelo

Manuel Cedenilla, durante el partido de clasificación para los playoffs, con el CD Guijuelo L. Falcao

-¿Hay alguna lección que hayas aprendido durante tu lucha contra el cáncer que apliques en tu vida diaria y en tu carrera futbolística?

- En los últimos años sí que es verdad que creo que se ha modificado mucho para bien, la gente le da más normalidad y se está exteriorizando, poder sacarlo y no tener miedo a hablar, porque todos pasamos malos momentos, tenemos malos días. Hay ocasiones que nos encontramos sin ganas, que estamos más apáticos, pero es normal, somos humanos, tenemos altibajos, tenemos emociones y el consejo sería que lo exterioricen. Yo, por suerte, tengo gente muy cercana de la que siempre he tenido su apoyo o la confianza de poder abrirme a ella y poder expresarme. Y cuando expresas las cosas, cuando las sacas de dentro, te das cuenta realmente hasta qué punto te perturba por dentro, y sacas tus propias conjeturas y conclusiones. Un punto del que muchas veces no nos hacemos preguntas internas, o no sabemos realmente lo que sentimos o lo que no. Poder hablar las cosas, exteriorizarlas, tener una buena charla con un amigo, con tus padres, con un familiar, te hace esclarecer un poco tus ideas y, realmente, saber qué quieres y qué no quieres y, en resumen, en qué punto está tu vida.

- Tienes algún plan para concienciar sobre la importancia de detección temprana y el tratamiento del cáncer de testículo?

- En mi caso tuve mucha suerte, porque fue por casualidad a través de las hormonas. Tenía un problema de ginecomastia en las mamas (aumento en la cantidad de tejido de las glándulas mamarias en niños u hombres) y, a raíz de ello me encontraron el tumor. La vida también tiene ese punto de suerte, de atractivo, de incertidumbre, de espontaneidad, que también le da la belleza y la gracia. Para poder detectarlo, también está, y mucho, cuidarte a ti mismo, que al final somos lo que nuestros hábitos nos van marcando y, tarde o temprano, todo el mundo paga las malas cosas que va haciendo por el camino. La enfermedad, no soy experto en la materia, pero opino que con un cambio de hábitos generales en la sociedad, empezando por la alimentación, se pueden prevenir muchos males. Vivimos estresados en un ambiente que nos lleva un poco a la locura, a vivir fuera de nosotros. Eso también influye en un futuro a tu propia salud, y a lo que se pueda generar en unos años. En un primer momento no eres consciente de ello, pero creo que cambiando esa mentalidad de la gente, de lo que hagas hoy, dependerá de cómo vivirás o cómo serás el día de mañana. Está claro que con ello sí que cambiaría mucho la mejora de vida en un futuro.

- Finalmente, desempeñas también en Guijuelo una labor encomiable, enseñando, o entrenando, a los más pequeños… Toda una filosofía de vida.

-Sí, la verdad es que me lo propusieron después de Navidad, y era algo que nunca había hecho. Sinceramente, entrenar no es algo que me llamara antes ni me llama ahora. Pero como eran niños me lo cogí como algo diferente, que nunca había hecho y a ver qué tal se da. Agradecido por poder ver sus caras cada día, la inocencia que te transmiten, la alegría, esa manera de vivir tan diferente que, creo, vamos perdiendo con el paso de los años. Ver que te la puedan enseñar, y que tengas esa mirada de que nosotros fuimos así una vez, y que esa parte está medio dormida... Cuando estoy con ellos, tienes esa sensación, que te llega al acabar el entrenamiento, de bienestar, de inocencia y de felicidad.

Gracias por compartir tu historia y tu mensaje de esperanza con nosotros. Eres verdaderamente un ejemplo de coraje y perseverancia.