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Tod@vía pide que los objetivo del Año Europeo del Ferrocarril se cumplan en la vía La Fuente-Barca de Alva

22 enero, 2021 17:45

La Comisión Europea decidió el año pasado que este 2021 sería el AÑO EUROPEO DEL FERROCARRIL. Para ello pretende destacar, entre otras actividades relacionadas con alcanzar el objetivo del Pacto Verde Europeo, la importancia de este medio de locomoción en la industria europea, su papel en la cultura y el patrimonio, su importancia para la conexión entre regiones o su contribución al turismo sostenible.


Por lo que al ferrocarril de La Fuente de San Esteban a Barca de Alva respecta, su importancia a nivel cultural y patrimonial es más que obvia y evidente. Baste recordar su declaración en el año 2000 como BIC con categoría de Monumento, o la imborrable huella de la figura de Ricardo Pinto da Costa en nuestra historia y nuestra cultura, quien trajo “la locomotora de la civilización y del progreso” a la comarca, según consta en el Acta Municipal del Consistorio de Lumbrales del 3 de diciembre de 1887, en la que se le declara Hijo Adoptivo de la Villa bastantes meses antes de que se le honrara con el título de Conde de Lumbrales.
Pero si la vertiente cultural de nuestro ferrocarril es importante, no menos lo es su papel en la conexión, no ya entre regiones, como indica la UE, sino entre países limítrofes, entre la meseta ibérica y el Atlántico, entre el transporte por tierra y el trasporte por río y por mar.


Y si alguien, todavía, duda de su posible contribución al turismo sostenible, que pregunten por el boom que supuso la aventura de las Biclonetas, allá a finales del pasado siglo, durante los pocos meses que el ansia de protagonismo y la miopía crónica de los politicuchos de turno las dejaron circular. 


Europa dice apostar por el ferrocarril este año 2021 y, animados por esta consigna, esperamos que los municipios de la zona apuesten por reivindicar esos objetivos para nuestra vía -más allá de su utilización como camino verde-, al igual que rechazaron su fatídico desenlace allá por el año 1984. En aquel entonces los Ayuntamientos de los pueblos de Lumbrales, La Fregeneda, Hinojosa de Duero, Sobradillo, La Redonda, Ahigal de los Aceiteros, San Felices de los Gallegos, Olmedo de Camaces, Bañobárez, Fuenteliante, Bogajo, Villavieja de Yeltes, Boada, Villares, Cerralbo y Bermellar de Camaces manifestaron su protesta al inminente cierre por el daño que supondría para una zona “siempre marginada” y “sistemáticamente esquilmada de sus dotaciones oficiales”. En una carta de protesta dirigida al Ministro de Transportes, el ínclito señor Barón de inolvidable memoria para estas tierras, los alcaldes y concejales rechazaban la calificación de “altamente deficitaria” para la línea, argumentando que, en todo caso, sería imputable “a la mala gestión de R.E.N.F.E. que la tiene completamente abandonada” por la pírrica velocidad de sus trenes, sus malos horarios y los pésimos enlaces con el país vecino. En el comunicado también se lamentaba, respecto al tráfico de mercancías, lo inaudito de que “habiendo una estación de ferrocarril que podría ser receptora, vaya un camión a buscarlas a Salamanca para repartirlas en la zona... y las exportadas a Portugal se pasen días en una vía muerta esperando a poder pasar la frontera”.


Los Ayuntamientos de esos municipios también argumentaban ya entonces “la posibilidad de aprovechamiento de la navegabilidad del Duero” mediante un muelle ya en estudio ubicado al lado de la vía, “constituyendo una auténtica locura y una aberración sin precedentes la desaparición de este tramo de ferrocarril”. Si a esto le unimos la posibilidad de abrir el paso por La Fregeneda por carretera garantizando las perfectas condiciones del tramo Barca D’Alva-Oporto, “se acortaría en un buen trecho la distancia Madrid-Oporto”, aseguraban. 


La carta al ministro terminaba con el convencimiento de todos los firmantes de que “potenciar este ramal de la línea La Fuente de San Esteban-Barca D’Alva… puede llegar a ser rentable siempre que se le conceda la atención suficiente para sacarla del abandono en que se encuentra”, y pidiendo que “tanto por justicia como por solidaridad”, se mantenga la Línea de Ferrocarril “y una mejor comprensión y solución al resto de los problemas de nuestra comarca”. 


Salvando las distancias, y teniendo en cuenta las posibilidades y las reivindicaciones actuales, en este primer mes del Año Europeo del Ferrocarril todavía no hemos escuchado ninguna manifestación pública, ni europea, ni nacional, ni regional, ni provincial, ni municipal relacionada con una posible recuperación de nuestra vía. Sólo una breve declaración de intenciones del Presidente de la Diputación de Salamanca asegurando que “la apertura del Camino de Hierro, en la antigua línea férrea de La Fregeneda, será inminente”. La utilización de camino de hierro por ferrocarril no parece gratuita, ya que, aun siendo lo mismo, nos está invitando a caminar, a aceptar una Vía Verde encubierta, a ponerle bueyes a un Ferrari. No nos parece incompatible esta alternativa, incluso la apoyamos como aperitivo, pero no nos engañemos, la vía sin circulación es una vía muerta, un placebo ruinoso que les servirá para que, dentro de un par de años, vuelvan a cerrarla por “altamente deficitaria”. Nos está invitando, sencillamente, a patearla. La Diputación, por incapacidad, comodidad o cobardía, nunca se ha atrevido a apostar seriamente por la vuelta de la circulación a este tramo, sea con los vehículos que fuere, y dudamos mucho de que, en este Año Europeo del Ferrocarril, adopten sin complejos las medidas que “por su importancia en la industria europea, por su papel en la cultura y el patrimonio, su importancia para la conexión entre regiones o su contribución al turismo sostenible”, nuestra vía y nuestra comarca necesitan. Ojalá que los municipios de la zona sí tengan a bien apoyar, recordar o reivindicar todo eso en algún momento a lo largo de este AÑO EUROPEO DEL FERROCARRIL.