Mónica, una de las vecinas de Salcedillo

Mónica, una de las vecinas de Salcedillo

Palencia

Los encantos de vivir en un pueblo con 11 habitantes: "Con cualquier cosa te entretienes, disfrutas y desconectas mejor"

Mónica lleva 16 años viviendo en esta pequeña localidad y ensalza "la tranquilidad, los grandes paisajes y el aire puro", algo que "en las ciudades no tienes" 

14 mayo, 2023 07:00

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Los pueblos siempre han sido el escondite perfecto para tener una vida tranquila y silenciosa. Son muchos quienes huyen de las ciudades y grandes aglomeraciones para encontrar un poco de paz tras un día ajetreado. Respirar aire puro, observar el verde de la naturaleza y disfrutar del sonido de los pájaros son algunas de las aspiraciones que muchas personas tienen y por las que apuestan por el medio rural.

Castilla y León sorprende, y sus pueblos más. Quizá sean muchos los que nunca hayan oído hablar de Salcedillo, en Palencia, pero es un espacio repleto de encanto. Tan sólo son 11 habitantes, entre ellos, Mónica que lleva 16 años recorriendo sus calles. Hasta allí le llevó su historia de amor, ya que su pareja es ganadero en la zona. Puede parecer curioso que apuesten por estos lugares, pero en ellos encuentran todo lo que necesitan.

“El trato es mucho más cercano. Aquí vive gente mayor y siempre intentas preocuparte por ellos y estar pendiente si pasas varios días sin encontrártelos”, asegura Mónica a El Español- Noticias de Castilla y León. Lo cierto es que, al igual que ocurre en otros pueblos, también tiene una parte negativa esa cercanía dado que en el momento que hay una pequeña discrepancia, “se hace un mundo” porque es una relación “más estrecha”.

Sin embargo, reconoce que a muchas personas les “echa para atrás” el hecho de no tener unos servicios mínimos: “Nos falta un médico o unas tiendas. Cuando hace frio, no se puede salir de casa y muchos se preguntan hasta cuándo dura”. Estos son algunos de los principales inconvenientes con los que se topan. Por eso, admite que les gustaría que “viniera gente” pero entiende que “hay algunos problemas” que se deben subsanar primero.

Lo que ocurre es que la gente mayor durante el año se va a otras zonas y en verano aprovechan para pasar unos meses de calor y disfrute en Salcedillo. Eso es lo único negativo que tiene porque todo lo demás es “maravilloso”: “Hay una tranquilidad inmensa, los paisajes, el aire puro que en las ciudades no tienes. Las vistas a las montañas que, incluso, en pueblos grandes no puedes disfrutar de ellas”.

Admite que es "muy fácil organizarse" y que, en muchas ocasiones, acuden a los vecinos con quienes conforma una piña y hace que todo sea más llevadero. Una de sus grandes aficiones es pasear por el monte, ella sola. Un privilegio que tiene al alcance de su mano. "Disfrutar de la naturaleza y del monte sola. Dar una vuelta", ese es su gran hobby. Y es que no tiene ninguna duda de que "disfrutas y desconectas mejor".

En este pequeño pueblo hay tan solo dos niños censados. Quizá ahora no se den cuenta de lo afortunados que son, pero es así. Mónica explica que es "más fácil en el pueblo que en la ciudad encontrar entretenimiento" ya que "con cualquier cosa" lo están. Cuestiona que en las ciudades "sólo miran el teléfono y las tablets" y, por ello, los niños "están deseando venir al pueblo cuando llega el buen tiempo". Montar en bici, jugar al escondite o un acto tan simple como lanzar piedras al río son los pasatiempos favoritos de los más pequeños en el mundo rural. Mónica tiene claro que "saben valorar más la vida y cultura del pueblo".

Mónica en Salcedillo

Mónica en Salcedillo

"Más inversiones para los jóvenes"

En el entorno rural el sentimiento es común: "Falta gente joven". Desde hace décadas el mensaje que la juventud recibe es que en los pueblos no hay vida y recursos. Motivo por el que cuando son más mayores deciden marcharse a las ciudades.

Sin embargo, sí que los hay pero necesitan "más inversiones". "Las administraciones tienen que dar facilidades. Sacar licencias, poner ayudas económicas", apostilla. Todo ello con el objetivo de que estas zonas se vayan repoblando y no se pierdan los entornos en los que, en algún momento, muchas personas vivieron y fueron felices.