Perales afectados por el fuego bacteriano.

Perales afectados por el fuego bacteriano. López Ical

León

El fuego bacteriano, un peligro para las plantaciones de frutales del Bierzo tras la cosecha

La lluvia y las altas temperaturas favorecen el desarrollo y la expansión de la enfermedad

1 septiembre, 2022 18:55

La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo lanzó hoy una recomendación a los fruticultores de la comarca para que protejan del ataque de fuego bacteriano sus plantaciones de perales, manzanos y membrillos, que estos días se están cosechando. Esta grave enfermedad de los frutales está causada por una bacteria cuyo desarrollo se ve favorecido por las actuales condiciones climatológicas de temperaturas suaves y alta humedad y es capaz de matar un árbol en pocas semanas, según informa la agencia Ical.

Al respecto, los técnicos insistieron en que en esta época “la enfermedad avanzará muy velozmente”, dado que la previsión de lluvias y las altas temperaturas son idóneas para el desarrollo de la enfermedad y como para que se produzcan nuevas infecciones. “Es muy importante sanear las plantaciones lo antes posible tras la cosecha”, reiteraron los responsables de la Estación de Avisos, que instaron a los agricultores a aplicar un tratamiento de cobre u otra materia activa autorizada para fuego bacteriano.

En ese sentido, recordaron que todos los fruticultores deben revisar minuciosamente sus plantaciones, especialmente en el caso de los perales, en busca de árboles afectados. “Mantener las plantaciones frutales sanas es tarea de todos, y además es una obligación, para conseguir minimizar la expansión de la enfermedad en nuestra comarca”, señalaron.

Una vez localizados los árboles enfermos, es necesario podarlos y sanearlos cuanto antes, arrancando los que se encuentren muy afectados. En árboles con ramas o brotes afectados, deben eliminarse mediante poda las partes afectadas con chancros.

El límite inferior del chancro hay que buscarlo pelando la corteza, ya que los síntomas externos de la planta avanzan más despacio que los que se encuentran debajo de la capa externa.

Además, habrá que desinfectar las herramientas de poda entre árbol y árbol, limpiándolas con lejía rebajada o con alcohol y posterior flameo de la herramienta. Por último, será necesario quemar inmediatamente toda la madera cortada y los árboles arrancados. La quema debe hacerse en la misma parcela, con la autorización adecuada. “Cortar, arrancar y quemar es la única medida de control eficaz”, resumieron los responsables de la Estación de Avisos.