Panorámica del diapiro más grande de Europa

Panorámica del diapiro más grande de Europa Ayuntamiento Poza de la Sal

Burgos

El diapiro más grande de Europa está en este pueblo de Castilla y León: una joya natural con millones de años

Es una de las localidades más pequeñas de Europa y tiene una gran belleza y encanto que cada año atrae a miles de turistas.

Más información: El imponente pueblo medieval de Burgos donde se puede flotar como en el Mar Muerto, según National Geographic

Publicada
Actualizada

Castilla y León es una tierra repleta de historia, cultura y belleza. La naturaleza siempre sorprende y deja grandes paisajes en las nueve provincias con sus impresionantes tesoros naturales que cada año atraen a miles de turistas.

Quizá muchos no lo sepan, pero Castilla y León tiene el diapiro más grande de Europa. ¿Alguna vez habiaís oído hablar de esto? El término diapiro significa 'atravesar'. Se trata de una masa móvil que intrusiona y se va abriendo poco a poco a través de las rocas. 

Son estructuras que se forman con materiales de baja densidad y mucha plasticidad y, como es el caso de las sales, con las presiones generan una ascensión hasta la superficie. Unos curiosos fenómenos que suelen tener un estrato de sal o yeso que se ubica en las profundidades.

El diapiro nevado

El diapiro nevado Turismo Burgos

Un proceso que dura millones de años y en la provincia de Burgos se encuentra el más grande de Europa, además de ser uno de los más perfectos que existen. El diapiro de Poza de la Sal es uno de los fenómenos geológicos más importantes de la Comunidad. 

Su origen se remonta a millones de años atrás, cuando el mar Tetis cubría esta zona de la península, aunque con el paso del tiempo fue desapareciendo pero la sal se sedimentó con otros materiales. De este modo, quedaron los depósitos que los movimientos tectónicos moldearon en una estructura circular casi perfecta.

De hecho, en 1983 fue incluido por el Instituto Geológico y Minero como uno de los puntos de interés geológico del sector oriental de la Cordillera Cantábrica. Morfológicamente presenta la disposición de un gran circo o depresión elíptica en los materiales mesozoicos del Cretácico, con un diámetro de 2,5 x 2 km, tal y como informan desde el propio Consistorio.

En el centro del anfiteatro de Poza aflora un relieve rocoso constituido por rocas volcánicas básicas, también de edad triásica, que presenta una morfología ruiniforme y acastillada. En la parte meridional, se puede observar una estrecha garganta que lleva a la llanura de la Cuenca de La Bureba.

Gracias a los suelos ricos en se pudieron crear las salinas y la explotación minera que se convirtió en sustento económico de muchas familias durante décadas en este pequeño municipio burgalés. Y es que, desde la época romana hasta el siglo XVIII, las salinas llegaron a producir más de 100.000 kilos de sal al día. 

A día de hoy, geólogos y ciudadanos siguen preguntándose cómo se pudo crear esta maravilla natural que tanto impresiona a quienes lo visitan.

Las salinas

La presencia de esta codiciada roca propició un asentamiento humano continuado que se inicia en el Neolítico y prosiguió con los autrigones, tribu prerromana que hacia el año 350 a.C. moraba en el asentamiento conocido como Salionca y, por supuesto, el Imperio Romano.

Debido a su importancia económica, Poza se convirtió en un foco de atracción para la comunidad judía durante el medievo y hasta su expulsión, señalando la tradición la ubicación de la sinagoga en la conocida como Casa de Abid.

El periodo de esplendor de las salinas llega a su final desde finales del siglo XIX, hasta que en la década de los setenta desaparece completamente el trabajo de extracción. Actualmente, las salinas se han convertido en el testigo y recuerdo de una actividad que supuso el sustento de miles de familias durante siglos.

Salinas de Poza de la Sal

Salinas de Poza de la Sal Ricardo Ordóñez Ical

Desde 2003, se puede visitar el Centro de Interpretación Las Salinas. Un lugar que permite conocer el carácter geológico, científico y educativo que tiene este espacio tan mágico repleto de historia. El centro cuenta con un aula didáctica y distintos elementos divulgativos como la reconstrucción de estructuras, maquetas o espacios explicativos.

Reproducción de una fotografía de la época que muestra el trabajo en las las salinas de Poza de la Sal (Burgos)

Reproducción de una fotografía de la época que muestra el trabajo en las las salinas de Poza de la Sal (Burgos) Miriam Chacón Ical

Poza de la Sal

Este pueblo pintoresco, que es uno de los más bonitos de España, tiene mucho que ofrecer. Muchos lo conocen por ser tierra natal del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. 

Su historia se remonta al 884 cuando el conde Castilla y fundador de Burgos, Diego Rodríguez Porcelos, decidió repoblar esta localidad, un antiguo asentamiento romano perfecto para construir un castillo rodeado de grandes rocas que pudieran protegerlo.

Danza del Escarrete, Fiesta de Interés Turístico Regional, en Poza de la Sal (Burgos)

Danza del Escarrete, Fiesta de Interés Turístico Regional, en Poza de la Sal (Burgos) Tomás Alonso Ical

Las primeras calles del pueblo se ubican en la parte baja y sus cuestas llevan a la Plaza Nueva. En esta explanada se encuentra el Templete de la Música, donde las bandas y charangas dan sonido al municipio. De hecho, en el mes de mayo acoge el Festival Nacional de Charangas.

Está considerado como uno de los pueblos más pequeños de Europa, con tan solo 200 habitantes. Todavía conserva parte de su muralla y el curioso nombre del arco que posee se debe a que desde allí se lanzaba el 'tentenublo', un conjuro que los vecinos hacían para alejar la lluvia, ya que esta perjudicaría la producción de la sal.

Son muchos los lugares que merecen una parada obligatoria. Por ejemplo, la iglesia de San Cosme y San Damián. Asimismo, es posible ver desde fuera la casa del ilustre Félix Rodríguez de la Fuente, aunque no acceder al interior.

Eso sí, existe un centro de interpretación de su figura, ubicado en la Casa de la Administración de las Reales Salinas. Las salinas se pueden ver desde el diapiro y tampoco hay que dejar escapar la oportunidad para recorrer el Palacio de los Marqueses de Poza y el Castillo de los Rojas

Castillo de Poza de la Sal

Castillo de Poza de la Sal Fotografía: Turismo Burgos

Para acabar el día de la mejor forma posible, es importante llenar la barriga con una buena comida de productos típicos. Uno de sus alimentos más especiales es la miel, que se produce en la propia localidad y es dulce con una textura muy suave.

También está el queso de oveja, con un sabor fuerte y que ha recibido varios galardones. Un manjar que se puede comer solo o acompañado. 

No falta tampoco un buen plato de embutido, un producto muy apreciado en el municipio. Entre ellos, destaca la morcilla, chorizo y salchichón. 

Estos son algunos de los mejores planes para realizar en Poza de la Sal porque está claro que aunque sea uno de los municipios más pequeños de Europa, nunca deja de sorprender. Historia, cultura, gastronomía y, sobre todo, belleza se aúnan en la localidad para ofrecer un paisaje inigualable.