El ingeniero burgalés de la UBU Felipe García Gómez

El ingeniero burgalés de la UBU Felipe García Gómez

Burgos

El prestigioso ingeniero burgalés Felipe García: "Hay que convencer a las empresas de que Castilla y León es el lugar idóneo"

El joven de 32 años ha entrado en la reconocida lista elaborada por MWCC y Global Shapers Madrid de los más influyentes de este sector en España

5 octubre, 2022 07:00

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Año 1990, Burgos daba luz a Felipe García Gómez, un pequeño niño que 32 años después se ha convertido en uno de los ingenieros más influyentes de España menores de 35 años, según la lista '35 under 35' de MWCC y Global Shapers Madrid. Un prestigioso nombramiento que otorga a este joven castellano y leonés un merecido reconocimiento a su desempeño en la ingeniería a pesar de su corta edad. 

Además, Felipe rompe con uno de los parámetros a los que no estábamos acostumbrados, que es el de mantenerse en esta Comunidad a pesar de la cantidad de oportunidades laborales que existen fuera de ella. El joven burgalés defiende fielmente el "apostar por empresas de alto valor añadido, favorecer que se establezcan aquí". "Hay que convencer a las empresas de que Castilla y León es el lugar idóneo para establecerse con hechos y ofrecer un clima laboral adecuado", asegura.

A su edad y se ha convertido en uno de los 35 ingenieros más influyentes de España de menos de 35 años, ¿cómo se siente?

Es un honor recibir este galardón y formar parte de los 35 mejores ingenieros y arquitectos de España. Supone una motivación extra para el trabajo que realizo día a día y la confirmación de que con esfuerzo y dedicación se puede contribuir al desarrollo del país, poniendo en valor el nivel de los ingenieros y arquitectos españoles. Por otra parte, considero que este premio también sirve para destacar la magnífica formación recibida en Ingeniería de Caminos por la Universidad de Burgos.

¿Por qué eligió ser ingeniero?

Realmente, no tenía claro qué quería estudiar. Me interesaban materias tan diversas como la construcción, la música, la economía o la informática. Finalmente, tras valorar todas las opciones disponibles y hacer un primer cribado, me decidí por la ingeniería de caminos, ya que incluía algunas de las materias que más me atraían y podría servir para ofrecer mis conocimientos y habilidades al servicio del desarrollo socioeconómico de la sociedad.

¿Qué es lo que más le llamó la atención de la profesión?

La posibilidad de utilizar conocimientos técnicos para ponerlos al servicio de la sociedad mediante la construcción de infraestructuras, edificios… Me llamaba la atención la construcción en general, y tenía claro que de trabajar en este sector tenía que ser realizando diseños y cálculos.

Hablaba antes de la Universidad de Burgos, ¿es Castilla y León cuna de grandes ingenieros?

Lo cierto es que desconozco si ha habido algún ingeniero de caminos relevante que haya nacido en Castilla y León. Supongo que habrá habido grandes ingenieros nacidos aquí. Y aunque no sean famosos, las universidades de Castilla y León, y en particular la Universidad de Burgos, que es la que conozco de primera mano, son centros de los que salen grandes profesionales de la ingeniería.

¿Y es Castilla y León una potencia de la ingeniería en España?

Castilla y León cuenta con grandes empresas de ingeniería y construcción, estudios de arquitectura e ingeniería y profesionales independientes que realizan un trabajo excepcional. Pero no debemos quedarnos ahí. Debemos apostar por empresas de alto valor añadido, favorecer que se establezcan aquí. Hay que convencer a las empresas de que Castilla y León es el lugar idóneo para establecerse con hechos y ofrecer un clima laboral adecuado.  

Alemania nos 'roba' muchos ingenieros, sus condiciones laborales y de vida a veces son mejores, ¿qué debe hacer España?

España tiene que hacer muchas cosas como país. Particularmente, si queremos que los profesionales jóvenes no emigren debemos ser capaces de crear un tejido productivo que ofrezca condiciones laborales competitivas ¿Y eso cómo se hace? Pues cambiando radicalmente nuestras políticas laborales y económicas. Debemos ofrecer un marco normativo más flexible a nuestras empresas, mayor libertad contractual, reducir los costes laborales, bajar impuestos al trabajo, favorecer la competitividad, reducir las normas laborales y la burocracia, crear un sistema fiscal competitivo…

Los bajos salarios en España se deben a la baja productividad de nuestra economía, lo cual se soluciona con mayor inversión en bienes de equipo e innovación por parte de las empresas; y, precisamente, para favorecer esta mayor inversión es necesaria una mayor libertad en el plano económico e impuestos más bajos. En fin, se trata de intentar parecernos más a los países a los que nuestros jóvenes emigran. Y esto pasa por abandonar nuestro marco laboral estatalista y por abrazar el liberalismo de una vez por todas.

¿Usted ha tenido ofertas de fuera de España? ¿Qué le hizo quedarse aquí?

Sí, he tenido opciones y ofertas para salir de España. Al final lo que te hace tomar una decisión es un conjunto de aspectos, entre los que entran en juego el proyecto laboral, las funciones que desarrollas en la empresa, el tipo de sector y ambiente de trabajo, las condiciones económicas, el horario… También valoras el nivel de vida, el coste de vida comparando con el salario recibido, el estilo de vida, el lugar, la gente que te rodea…Quizá también los momentos vitales son importantes. Cuando tomas una decisión de este tipo valoras muchas cuestiones.

¿Cómo es la introducción al mundo laboral de un ingeniero? ¿Cómo fue la suya?

Lo cierto es que encontré trabajo a los pocos meses de terminar mis estudios universitarios. Terminé en enero de 2014, momento en el que cada vez había más ofertas laborales tras la crisis económica. Desde entonces continúo trabajando en la misma empresa, Artepref, situada en Aranda de Duero (Burgos). La situación actual es la misma, el proyecto laboral es muy atractivo ya que los retos profesionales son cada vez mayores. Personalmente, tengo más responsabilidades y me siento valorado. Estamos realizando proyectos muy interesantes, de mayor envergadura.

En el camino supongo que se habrán quedado muchos compañeros suyos, ¿a qué se debe la tasa de abandono en las ingenierías?

Supongo que habrá de todo. Hay personas que comienzan sus estudios universitarios sin tener clara su vocación y quizá, cuando los comienzan, descubren que su elección no era la correcta y deciden cambiar. Hay muchos otros que por su carga de trabajo y exigencia son incapaces de continuarlos, porque lo cierto es que hay un gran salto entre los estudios del instituto o colegio y los de la universidad. Cada persona tiene sus razones y motivaciones.

En los últimos años los datos por género parecen empezar a igualarse en la ingeniería, que hasta hora era un sector muy mascunilizado, ¿está de acuerdo?

Ciertamente el sector de la construcción ha sido tradicionalmente ocupado por hombres, aunque recientemente cada vez más mujeres están entrando en esta área. Lo importante no es que lo ocupen más hombres o más mujeres. Hay otros sectores como la enfermería o la farmacia donde son mujeres en su mayoría, y no se habla de estas cuestiones. Lo fundamental es que haya buenos profesionales en este sector, sean hombres o mujeres.

¿Un sueño como ingeniero?

Que el sector de la construcción mire más hacia la sostenibilidad ambiental y la economía circular sea una realidad.

Y por último, ¿cuál es el futuro de Felipe García?

Continuar en este camino, que creo que es el correcto. En el ámbito laboral es fundamental apostar por la cultura del esfuerzo, el sacrificio y el trabajo duro en el día a día. Eso, con una pizca de suerte es lo que te hace alcanzar aquello que te propones. El futuro es impredecible, hay que saber bailar con el presente, disfrutar de aquello que la vida nos propone y tratar de encauzar las situaciones difíciles que sin duda aparecen. Mi futuro pasa por disfrutar de la vida que es maravillosa.