El dulce más típico de Ávila: las yemas de Santa Teresa

El dulce más típico de Ávila: las yemas de Santa Teresa Diputación de Ávila

Ávila

El souvenir más dulce y famoso de Ávila para llegar al éxtasis de Santa Teresa

Es una de las delicias de la Comunidad que ha logrado deleitar el paladar de los turistas y convertirse en uno de los postres más demandados

27 febrero, 2024 07:00

Cuando uno visita un lugar nuevo, siempre tiene que buscar aquellos productos más típicos para degustar los sabores de la tierra. Después de un buen paseo conociendo la provincia y de haber descubierto sus espacios más emblemáticos, es el momento perfecto para saborear un buen dulce.

En Castilla y León hay muchos postres que son una delicia para el paladar, pero sin duda hay uno que a todo el mundo le encanta y que sabe a gloria. Se trata del souvenir más dulce y famoso de Ávila y, para quien aún no sepa qué postre es, se trata de las yemas de Santa Teresa.

Es el elemento de repostería más identificativo de la provincia de Ávila y, aunque se pueden comprar en otros puntos del país, donde mejor están es en Castilla y León. Su aspecto es muy particular ya que son unas pequeñas bolas de color naranja expuestas en una tartaleta de papel blanco, casi recordando, aunque de forma un poco más lejana, a las tradicionales magdalenas que todo el mundo come. Su nombre hace honor a santa Teresa de Jesús.

Pero ¿de dónde viene este dulce?  Lo cierto es que su origen es un poco incierto, aunque todo se centra en el obrador Isabelo Sánchez, fundador de la pastelería La Dulce Avilesa -conocida como Flor de Castilla-. Fue quien comenzó a comercializar este dulce en 1860 bajo el nombre yemas de Santa Teresa. Y, posteriormente, fue inscrita por él como marca registrada.

El dulce más típico de Ávila: las yemas de Santa Teresa

El dulce más típico de Ávila: las yemas de Santa Teresa Santa Teresa Gourmet

El éxito del mismo hizo que el resto de reposteros de la zona también se aventuraran a vender este postre. Este obrador fue durante 130 años el centro de trabajo de decenas de pasteleros que elaboraban y redondeaban cada uno de estos manjares de forma artesana.

Lo cierto es que este lugar se hizo tan famoso gracias a estas delicias que se convirtió en un lugar donde se reunían pensadores y escritores para hablar mientras las degustaban. El pintor abulense José Sánchez Merino se encargó de caricaturizar a cada uno de ellos y esas pinturas aún siguen expuestas en este emblemático establecimiento.

Como no podía ser de otra forma, las Yemas de Santa Teresa han ido acumulando elogios y reconocimientos hasta convertirse en todo un emblema de la ciudad de Ávila. Su excelente reputación las ha consolidado como uno de los productos más emblemáticos de la religión. Y no cabe duda de que han robado el corazón a todos los turistas y habitantes de la Comunidad que no pierden la oportunidad de poder probarlas y deleitarse con este manjar.

Las yemas no son nada difíciles de hacer, incluso es habitual poder encontrar recetas para elaborarlas en casa. Cierto es que no quedarán igual que las tradicionales. No llevan muchos ingredientes dado que están compuestas fundamentalmente por la propia yema del huevo, azúcar y agua. En ocasiones, se utiliza la piel del limón para aportarles un toque aromático. Para decorar se le suele poner un poco de azúcar glas por encima.

Una de las curiosidades de las tradicionales cajas de yemas de Santa Teresa, de Isabelo Sánchez, es que llevan un mensaje a modo de jeroglífico en una postal. Fue una idea de su fundador y le permitía conectar más con el consumidor. Una vez que lo resolvían, los clientes podían remitir la tarjeta a la empresa.