El portavoz del Grupo Socialista en las Cortes, Luis Tudanca, el ministro de Transformación Digital y para la Función Pública, Óscar López, el expresidente de la Junta de Castilla y León Juan José Lucas y el senador Javier Maroto, en un montaje de EL ESPAÑOL ICAL
El cementerio de elefantes del Senado: Tudanca, el último de una larga lista de retiros dorados en Castilla y León
La Cámara Alta ha sido el destino de varios excargos de la Comunidad después de perder elecciones, protagonizar polémicas o ser enviados al ostracismo por sus partidos.
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El Senado, la Cámara Alta de las Cortes Generales españolas, que cuenta con la consideración constitucional de cámara de representación territorial y cuyo precedente se encuentra en el Estatuto Real de 1834, se ha convertido desde hace décadas en un auténtico cementerio de elefantes del bipartidismo.
Se trata de una cámara que posee funciones muy limitadas, ya que es de segunda lectura, y se compone en la actualidad 208 senadores electos y 58 senadores designados por las asambleas legislativas de las regiones españolas. Actualmente se encuentra presidida por el popular Pedro Rollán.
Desde las elecciones generales de julio de 2023, el PP cuenta con una mayoría absoluta de 145 senadores, el PSOE tiene 90, el grupo Izquierdas por la Independencia (que engloba a ERC y EH Bildu) nueve, el Grupo de Junts, Coalición Canaria y BNG siete, el PNV seis, la Izquierda Confederal seis y el Grupo Mixto cuatro.
Tanto el Partido Popular como el PSOE han recurrido en infinidad de ocasiones a la Cámara Alta para garantizar retiros dorados a antiguos primeros espadas en horas bajas, ex cargos públicos de toda índole, candidatos perdedores en las elecciones o dirigentes envueltos en polémicas a los que había que buscar una salida digna.
El Senado, pues, a pesar de esa función teórica de representar a los territorios de España, se ha terminado convirtiendo en una institución sin ningún poder legislativo efectivo y que ha servido para reubicar a dirigentes caídos en desgracia que tendrían muy complicado labrarse un futuro fuera de la vida política.
Un sueldo suculento
El sueldo de los representantes en el Senado es, además, muy suculento. Todos los senadores cobran una asignación idéntica, que asciende a los 3.173,83 euros al mes, y existen complementos para el presidente, los vicepresidentes y los secretarios.
El presidente del Senado percibirá un total de 12.685,89 euros brutos al mes por su cargo -177.602 euros al año-, mientras que los dos vicepresidentes cobran 9.674 euros mensuales por realizar su desempeño -135.449 euros al año-. El sueldo de los cuatro secretarios oscila entre los 8.058 y los 9.094 euros mensuales.
Tudanca, el último premio
La recolocación en el Senado de una práctica que ha sido habitual en toda España y a la que no ha sido ajena Castilla y León. El último caso ha sido la sonora reubicación del ex secretario general del PSOECyL, Luis Tudanca, como senador por designación autonómica tras su salida de la Portavocía de los socialistas en las Cortes.
El exdirigente acabará en la Cámara Alta después de meses de máxima tensión con Ferraz desde que tratase de adelantar las primarias autonómicas a noviembre de 2024, antes del Congreso Federal, para garantizarse acudir a las mismas sin rivales. Una intentona que la dirección federal canceló y que desató una auténtica guerra.
Ferraz no disimuló desde entonces su intención, que venía de atrás, de que Tudanca abandonara el cargo, entre duras acusaciones del burgalés a la dirección, y finalmente el dirigente terminó cediendo y no se presentó a las primarias, dejando vía libre al candidato de Pedro Sánchez, el alcalde de Soria, Carlos Martínez.
El paso al lado de Tudanca, evitando el conflicto abierto tras semanas de tensiones, ha sido premiado finalmente con un suculento retiro dorado en el Senado que pondrá fin a la inusual bicefalia generada en el PSOECyL desde que Martínez accedió al cargo pero mantuvo a su predecesor como portavoz.
Otros retiros del PSOE
La de Tudanca no ha sido la única reubicación de un exdirigente socialista de Castilla y León en la Cámara Alta, y es que el burgalés se ha limitado a seguir los pasos de algunos de los líderes del PSOECyL que le precedieron en el cargo.
Quien fuera secretario general del partido en la Comunidad entre 2008 y 2012, el actual ministro de Transformación Digital y para la Función Pública, Óscar López, también recaló en la Cámara Alta después de su infausto paso como dirigente socialista en Castilla y León.
López ya había sido senador entre julio de 2011 y febrero de 2012, mientras dirigía aún el partido en la Comunidad, con escaso éxito, y volvió a serlo tras su salida del cargo, entre septiembre de 2014 y julio de 2018, cuando fue designado presidente de Paradores tras la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa.
También terminó recalando en el Senado el primer presidente de la Junta de Castilla y León, Demetrio Madrid, que ejerció su cargo entre 1983 y 1986, cuando dimitió tras ser procesado en un caso de justicia laboral en una empresa de su propiedad, aunque terminaría siendo absuelto de todos los cargos que se le imputaban.
Después de su absolución, Madrid fue diputado entre 1993 y 2000 y aquel año fue elegido senador por Zamora, un puesto que ejerció hasta su retirada de la política en el año 2004, a los 68 años, y también terminaría su carrera política como senador entre 2004 y 2008 el exalcalde de Valladolid Tomás Rodríguez Bolaños.
También han recalado en la Cámara Alta ex altos cargos de relevancia en la Comunidad como la exalcaldesa del municipio salmantino de Villamayor, Elena Diego, que ejerció como senadora entre 2011 y 2014 y regresó al Senado en mayo de 2019, donde actualmente permanece.
Otros destacados nombres son Emilio Álvarez, senador durante tres legislaturas, entre 2011 y 2019, que abandonó la Cámara Alta para convertirse en subdelegado del Gobierno en Valladolid, o el ex diputado y exdelegado del Gobierno en la Comunidad Javier Izquierdo, que fue reubicado en las listas al Senado en los comicios de 2023.
El PP, experto en reubicaciones
Pero si un partido ha sido experto en conseguir retiros dorados para sus exdirigentes en la Cámara Alta ha sido el Partido Popular, la formación que lleva gobernando en Castilla y León durante los últimos 38 años y, por ende, la que más poder político ha acumulado en la Comunidad durante las últimas décadas.
En la Cámara Alta recaló quien fuera presidente de la Comunidad entre 1991 y 2001, Juan José Lucas, que solo un año después de dejar el cargo, en 2002, ya formaba parte del Senado por designación autonómica y que se mantuvo allí hasta el final de su carrera política, en julio de 2019, con 75 años.
Los populares han protagonizado, además, sonoras polémicas a la hora de designar senadores, como con el caso del exdiputado Javier Maroto, que se empadronó en el municipio segoviano de Sotosalbos en 2019 tras no revalidar su escaño en el Congreso por Álava y fue designado senador por las Cortes, cargo que mantiene a día de hoy.
La lista de dirigentes populares de la Comunidad que han terminado recalando en la Cámara Alta es muy amplia. El exalcalde de León Mario Amilivia, actual presidente del Consejo Consultivo, formó parte del Senado entre 2000 y 2007, al igual que el vallisoletano Ramiro Ruiz Medrano cuando presidía la Diputación, entre 1993 y 1996.
La Cámara Alta fue también el destino dorado del alcalde de León Antonio Silván tras perder el bastón de mando municipal en 2019, o del zamorano Fernando Martínez Maíllo tras dejar de ser coordinador general del PP y diputado en el Congreso.
El camino inverso emprendió la popular vallisoletana Mercedes Cantalapiedra, senadora entre 2019 y 2023 y diputada en el Congreso desde las últimas elecciones, además de concejala en el Ayuntamiento de Valladolid.
Otros nombres de primer orden que han pasado por la Cámara Alta tras ejercer cargos de relevancia en la Comunidad son el exalcalde de Salamanca Julián Lanzarote, que encontró acomodo en el Senado tras dejar el cargo en 2011, el exregidor de Palencia Alfonso Polanco o el exalcalde de Burgos Javier Lacalle.
También la exvicepresidenta de la Junta María Jesús Ruiz recaló en el Senado tras dejar el cargo en 2011, la expresidenta del PP de Soria María del Mar Angulo, la exdiputada por Valladolid María Arenales Serrano y el exsecretario de Estado de Cultura y para la Cooperación Internacional Miguel Ángel Cortés.
El polémico exdirector general de la Policía y diputado Ignacio Cosidó también logró un retiro dorado como senador, al igual que quien fuera ministro de Trabajo con José María Aznar y alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, o el exconsejero de Fomento de la Junta Jesús Merino Delgado.
El actual alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, también tenía reservado un retiro dorado en el Senado pero, finalmente, consiguió gobernar tras su pacto con Vox después de las elecciones municipales de mayo de 2023 y ha tenido que compatibilizar su cargo como regidor con el de senador.
Una larga lista de dirigentes políticos de PP y PSOE que han encontrado acomodo en una Cámara Alta que se encuentra cada vez más cuestionada por su escasa capacidad legislativa y su cada vez menos indisimulada utilización como cementerio de elefantes de viejas glorias políticas que no tendrían futuro fuera de la política.
