Radar de velocidad en la Avenida de Burgos de Valladolid

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Radiografía de las carreteras de Castilla y León: los puntos negros, los nuevos radares y los más multones

Bajo la apariencia de normalidad se esconde una realidad preocupante: tramos en mal estado, puntos negros sin resolver y un número creciente de fallecidos.

Más información: Accidente mortal en un pueblo de Palencia: fallece un joven de 28 años y hay dos heridos más

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Cada día, miles de conductores recorren los más de 60.000 kilómetros de carreteras que surcan Castilla y León. Desde los caminos rurales que serpentean por las montañas de León hasta las autovías que cruzan la Comunidad, estas vías son el motor de comunicación y el desarrollo de la región más extensa de Europa.

Sin embargo, bajo la apariencia de normalidad se esconde una realidad preocupante: tramos en mal estado, puntos negros sin resolver y un número creciente de sanciones impuestas por radares que, en muchos casos, se sitúan en lugares con escasa señalización o escasa siniestralidad.

EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León hace una radiografía de la situación actual de las vías con la documentación y estudios ofrecidos por varias asociaciones.

Las estadísticas están sobre la mesa y dan miedo. Hasta el pasado 18 de abril, es decir sin contar la Semana Santa, en las carreteras de la Comunidad han fallecido ya 21 personas en 16 siniestros mortales. La situación más dura se vivió en Palencia hace unas semanas cuando fallecieron tres miembros de una misma familia, entre ellos dos menores

El único dato para el optimismo, si puede haber algo en estas duras cifras, es que el año pasado por estas fechas se registraron 31 fallecimientos, el último en una carretera provincial de Palencia, por lo tanto son 9 menos. Aunque es cierto que falta la temible Semana Santa en la que se efectúan cientos de desplazamientos.

Mientras los radares continúan generando ingresos millonarios para las arcas públicas, muchos tramos siguen esperando mejoras que podrían salvar vidas.

El estado de las carreteras

Según los últimos informes de la Asociación Española de la Carretera (AEC), Castilla y León es una de las comunidades con mayor número de tramos en mal estado, especialmente en la red secundaria. Hasta el punto de que cuenta con el mayor déficit con 1.738 millones de euros; seguido de Castilla-La Mancha, con 1.297 millones y Andalucía, donde el déficit alcanza los 1.276 millones de euros.

Vox, en el Congreso, ha denunciado que las carreteras españolas acumulan actualmente un déficit de inversión en conservación de 9.918 millones de euros, y exige al Ministerio de Transporte, dirigido por Óscar Puente, incrementar la inversión en la conservación para corregir esta situación. Eso sí, este informe data de 2022, hace tres años.

Por su parte, la Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León cerró el año 2024 con una inversión total de 112 millones destinados a carreteras, lo que significa que más del 99% del presupuesto en esta materia se ha ejecutado.

Las provincias de Zamora, Ávila y Soria presentan algunas de las carreteras con firmes más deteriorados, con grietas, baches y falta de visibilidad nocturna. La N-122 a su paso por Toro o la CL-605 entre Medina del Campo y Olmedo son ejemplos claros de carreteras que necesitan una intervención urgente.

Las carreteras más peligrosas

La DGT ha identificado varios puntos negros en la comunidad, definidos como tramos donde se han registrado tres o más accidentes con víctimas en un año. Estos son algunos de los más peligrosos, según se desprende de un estudio realizado por la Fundación RACE.

El tramo más peligroso de Castilla y León se sitúa en la provincia de Segovia, en la N-110, entre los kilómetros 154 y 162, a la altura de la localidad de Gallegos.

A-6 (León): Un tramo que se encuentra a la altura de La Bañeza, por alta densidad de tráfico pesado y mala visibilidad en condiciones climatológicas adversas.

Otra zona negra de Castilla y León se encuentra en Soria, en la N-111, entre los kilómetros 234 y 244, a la altura de Garray.

N-630 (Salamanca): entre Guijuelo y Béjar, por curvas cerradas y firme irregular.

CL-626 (Burgos): tramo entre Medina de Pomar y Villarcayo, donde se han producido múltiples colisiones frontales.

A-62 (Valladolid): especialmente a la altura de Tordesillas, con alta concentración de tráfico y numerosos accidentes por alcance. Sin ir más lejos, esta operación salida de Semana Santa ha vivido ya retenciones por culpa de un accidente.

También existe una clasificación elaborada conforme al Índice de Peligrosidad Medio obtenido por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana en los tramos donde se han producido accidentes con víctimas en la Red de Carretera del Estado (RCE) durante el periodo 2018-2022, y que se ha publicado esta misma semana.

En este caso, destaca la N-621 en la provincia de León donde se han producido muchos accidentes, concretamente a la altura del punto 117. También en León, pero en este caso en la N-625, a la altura del kilómetro 102. Por último, incluye el punto kilométrico 177 de la N-2 en la provincia de Soria.

Como curiosidad, según recoge la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA), en el caso de las carreteras convencionales, los tramos más peligrosos se han localizado en los Kms. 252 y 255 de la N-4a, en la provincia de Jaén, con un índice de peligrosidad que supera en 198 veces la media nacional.

Radares

Son los grandes enemigos de los conductores, aunque muchas veces sirven para salvar vidas, sin embargo, en otra ocasión, se critica el afán recaudatorio, ya que no se sitúan en las zonas más peligrosas.

De los 50 radares que más sanciones pusieron en España durante 2023, son los últimos datos que tiene en su poder la Automovilistas Europeos Asociados, dos se encuentran en nuestra Comunidad.

El primero es 19 del listado nacional de más multas. Y se encuentra en la provincia de Burgos, concretamente en la A-1, en el kilómetro 194,2, o lo que es lo mismo, poco antes de la salida de Quintanilla de la Mata (Burgos). Así, pilló un total de 21.048 infracciones de velocidad.

Por su parte, El segundo lo encontramos en la provincia de León, cerca de Manzanal del Puerto (León), en sentido La Coruña, aunque es cierto que tiene muchas menos multas. Ocupa el puesto 49 de toda España. Se encuentra en el kilómetro 347,9 de la A-6 y puso 12.211 multas.

El más ‘odiado’ de toda España se encuentra en la M-40 de Madrid y registró 118.149. Una barbaridad, porque el segundo es uno de la provincia Málaga con 66.869 infracciones.

Por comunidades autónomas, el informe de AEA destaca que los radares más activos se han localizado en Andalucía, con 436.273 denuncias formuladas; Madrid, con 210.792 y la Comunidad Valenciana, con 127.063 denuncias. Por el contrario, los radares situados en Asturias (26.083), Extremadura (27.590) y Castilla y León (33.259) son los que menos denuncias contabilizaron. Si puede servir de consuelo.

Los nuevos

Hace poco en Castilla y León se han puesto en marcha dos radares: El primero, fijo, se ha localizado en la provincia de León en la LE-311, concretamente en el punto kilométrico 11+250; y el segundo, de tramo, se localiza en Salamanca, en la SA20 (del PK 91+975 al 92+436).

Tráfico ha recordado que estos nuevos puntos de control de velocidad están señalizados en la carretera, publicados en la página web de la DGT y sus ubicaciones puestas a disposición de los operadores para que los incluyan en sus navegadores.