El codirector de Atapuerca José María Bermúdez de Castro.

El codirector de Atapuerca José María Bermúdez de Castro.

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Bermúdez de Castro: "En Atapuerca había canibalismo por costumbre cultural y gastronómica, no por hambre"

El codirector de Atapuerca asegura, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León, que en junio tendrán "datos fiables" sobre la fecha de origen del rostro más antiguo de un europeo

22 enero, 2023 07:00

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El nombre de José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) se encuentra indiscutiblemente ligado al del yacimiento de Atapuerca, en el que lleva trabajando las últimas cuatro décadas y del que es codirector. Este licenciado y doctor en Biología, que descubrió la evolución humana y la paleoantropología con más de 20 años, recibió en 1997 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, junto con sus colaboradores Juan Luis Arsuaga y Eduald Carbonell, y ocupa la silla K de la Real Academia Española (RAE) desde diciembre de 2021.

Apasionado desde su más temprana juventud por todo lo que tenga que ver con la naturaleza, impulsó en 2010 el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), del que fue su primer director, y se encuentra trabajando de lleno en el último gran hallazgo del yacimiento de Atapuerca: el que podría ser el rostro del humano más antiguo de Europa, cuya datación definitiva se conocerá en el mes de junio.

Pregunta.- José María Bermúdez de Castro nace en Madrid en 1952, ¿qué recuerdo tiene de sus primeros años de vida?

Respuesta.- Todos los niños somos más o menos felices porque no conocemos mucho y nos conformamos con cualquier cosa. Aquella época era todavía muy complicada desde el punto de vista social y económico en España, el salario de mi padre tampoco era una maravilla y vivíamos al día. No me puedo quejar, no teníamos muchos juguetes pero éramos felices con lo que teníamos.

Incluso podíamos veranear todos los años porque mi padre había nacido en La Coruña y teníamos la ocasión de ir por allí, y era bastante agradable poder ir a la playa y pasar prácticamente dos meses en Galicia. Tengo buenos recuerdos.

P.- ¿Cuándo le surgió el primer interés por la paleoantropología?

Respuesta.- Mi primer contacto con la ciencia vino a través de mi padre, que era investigador científico, y me crié en ese ambiente, entre libros científicos. Pero en aquella época el tema de la evolución humana en España no estaba bien visto y el creacionismo estaba bien instalado, aunque solía hablar del tema con los amigos del barrio. Pero era un tema tabú.

"Siempre me ha apasionado la naturaleza"

José María Bermúdez de Castro

Cuando fui a la universidad opté por estudiar Medicina, porque me apasionaba la naturaleza en general, y era una carrera conocida. Pero en 1972 cerraron la Universidad Complutense por unas revueltas, por lo que solo pude hacer el primer trimestre de Medicina. Y en ese momento tuve la fortuna, paseando por el campus, de entrar en la Facultad de Biología, y el ambiente me gusto muchísimo. Así que dejé Medicina y me matriculé en Biología cuando reabrieron la Complutense.

A partir del segundo curso me di cuenta de que era mi vocación, y en el tercer curso tuve la fortuna de ir de oyente a la clase de un profesor de Antropología que explicaba el tema de la evolución humana y fue cuando lo conocí. Yo ya tenía más de 20 años cuando me enteré de que existía la evolución humana de verdad y es cuando pensé: esto es lo mío.

P.- Se unió al proyecto de Atapuerca en 1982, ¿cómo recuerda aquellos primeros años en el yacimiento?

R.- Yo tenía un interés enorme y cuando fui a excavar y vi que aparecían fósiles humanos aquello fue increíble. En 1982 hice mi primer trabajo allí con Emiliano Aguirre, ya junto a Juan Luis Arsuaga, y en 1983 mi primera campaña de excavación en Atapuerca. Al principio era todo muy rudimentario y el alojamiento era regular, nos metíamos en una casa como podíamos. Además, el trabajo de laboratorio teníamos que hacerlo en la cocina.

Lo único bueno eran las comidas porque teníamos un acuerdo con los dueños del restaurante Los Claveles, que entonces era frecuentado por camioneros. Allí nos daban el desayuno, la comida y la cena por un precio bastante razonable. El trabajo era sensacional y me divertía mucho con mis compañeros, lo pasábamos muy bien.

P.- En 1994 tuvo un papel protagonista en el descubrimiento del homo anteccessor en el yacimiento de Atapuerca, ¿cómo vivió aquel momento?

R.- Fue un momento muy importante porque además todavía no sabíamos que era una nueva especie, aunque teníamos claves de que eran los fósiles más antiguos de Europa y el momento fue sensacional y extraordinario. La primera impresión fue la de pensar que estábamos ante unos fósiles y una industria lítica muy primitivos y arcaicos.

"Descubrir los fósiles del 'homo antecessor' fue un momento sensacional y extraordinario"

José María Bermúdez de Castro

Este fue el segundo momento clave del éxito de Atapuerca, porque en 1992 habían aparecido ya cráneos en la Sima de los Huesos, y en 1997 ya la denominación de la nueva especie, el homo antecessor. A partir de ahí ya fue todo continuado, nos visitó el entonces principe Felipe, y fueron momentos muy buenos, desde entonces todo han sido buenas noticias y las instituciones comenzaron a entender que aquello era muy importante y las subvenciones fueron siendo cada vez más cuantiosas.

P.- La Gran Dolina, la Cueva Fantasma o la Sima de los Huesos son nombres que son familiares al gran público por los importantes hallazgos que allí se han encontrado, ¿hay alguno del que guarde especial buen recuerdo y al que tenga especial cariño?

R.- Recuerdo muchísimo el hallazgo en 1998 de la única pieza de industria lítica de la Sima de los Huesos, que fue apodada como 'Excalibur'. Esta pieza está expuesta en el Museo de la Evolución Humana y para mi fue muy emocionante. De hecho, cuando me nombraron director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), opté por 'Excalibur' como logo para el mismo.

Se cuenta la historia de que fue arrojada allí como un homenaje a los humanos que arrojaron en esa Sima y, aunque solo es una historia que se cuenta y no hay manera de probarla, como historia es preciosa y a mi me emociona. 

P.- En julio del año pasado fue hallado en Atapuerca el rostro del ser humano más antiguo de Europa, ¿cuáles son las principales implicaciones de este hallazgo?

R.- Estamos en ello, yo estoy trabajando ahora mismo en esto y hace falta hacer primero dataciones. Afortunadamente, cuando se hizo el hallazgo, teníamos aquí especialistas en todos los ámbitos y están todos embarcados en esto. En junio tendremos ya un resultado de todos los métodos y tendremos una fiabilidad bastante buena de la antigüedad del fósil que encontramos este año. 

"En junio tendremos una fiabilidad bastante buena de la antigüedad del fósil que encontramos este año"

José María Bermúdez de Castro

Hasta el mes de junio, en principio, no podemos decir nada, pero el fósil tiene buena pinta y aún no se ha terminado de excavar la cuadrícula. Tenemos varios fragmentos en los que estamos trabajando, con ideas muy interesantes y el trabajo se enviará a publicación a finales de año. Yo creo que las conclusiones van a ser muy buenas, tengo buenas vibraciones.

P.- Una cuestión interesante son las varias pruebas de canibalismo que se han encontrado en Atapuerca, ¿a qué se debe que estuviera tan extendido?

R.- Se hicieron varias propuestas y se habló de canibalismo gastronómico, pensando que se les comían porque comían cualquier cosa, y probablemente la realidad está muy cerca de esto. Nosotros hicimos varias pruebas, fundamentalmente en los dientes, ya que ahí se ve muy bien si la población ha sufrido hambrunas, y la formación de los dientes era fantástica, mucho mejor que la nuestra, por lo que estaban bien alimentados.

"En Atapuerca hubo canibalismo por costumbre cultural y gastronómica, no por hambre"

José María Bermúdez de Castro

Vivían en un lugar en el que podían comer lo que quisieran, desde caza hasta recolección, la comida era abundantísima y era un territorio muy cotizado, además de ser un territorio de paso. Lo normal es que los pobladores rivalizaran por controlar el territorio y como no les importaba nada comer cualquier cosa pues se comían a los muertos. Pensamos que pudo ser una costumbre cultural y gastronómica, pero desde luego no era por hambre.

P.- ¿Cuál es la situación actual de la Fundación Atapuerca?

R.- Nosotros, en un inicio, teníamos la intención de que la Fundación Atapuerca fuese internacional y pudiese subvencionar proyectos internacionales, pero esto no ha podido ser por las crisis económicas. Ahora nos mantenemos en una situación estable, seguimos dando becas de investigación, aunque algunas menos que hace unos años, y tiene una labor social importantísima en la zona y coordina las visitas guiadas, que tienen una calidad muy buena.

Las personas que trabajan haciendo las visitas reciben una formación muy importante por parte del equipo de investigadores y tienen la oportunidad de excavar con nosotros. No he visto nunca en ningún sitio la calidad en las visitas que tiene Atapuerca.

P.- En su libro 'Dioses y mendigos' alerta sobre la emergencia climática y el agotamiento de recursos como principal amenaza para la humanidad, ¿crée que hay alguna forma de revertir esta situación o estamos condenados?

R.- Hay días en los que me levanto más pesimista y otros más optimista. La situación es difícil porque tenemos un modelo de vida del que es muy difícil salir. Vivimos en grandes ciudades y una vez que te metes en una urbe ya no puedes salir, contaminas, las casas se tienen que calentar, y este modelo es muy difícil de revertir porque no podemos volver al campo otra vez.

"Hay que apostar por energías como el hidrógeno para revertir el cambio climático"

José María Bermúdez de Castro

La única posibilidad es que se encuentren energías renovables que sirvan para todo y eliminar aquellos contaminantes que tenemos en este momento, y apostar por energías como el hidrógeno para revertir el cambio climático. Pero el modelo es muy difícil de cambiar.

P.- ¿Considera que la paleoantropología está suficientemente apoyada por las instituciones?

R.- Desde que empecé en esto, a la paleontología se la ha considerado como la hermana pobre y tiene muy poco apoyo porque hay otras cuestiones científicas que interesan mucho más. Sin embargo, la biología ahora mismo es importantísima y ahí si que se aporta mucho dinero.

En el ámbito de la paleoantropología creo que lo que tenemos es suficiente, no vamos a pedir más. En España, a principios del siglo XXI, llegamos a ser el primer país europeo en publicaciones científicas y el segundo del mundo tras Estados Unidos, lo cual quiere decir que el apoyo que hemos tenido no ha estado nada mal.

Hacemos un buen papel en el mundo, es uno de los ámbitos científicos más importantes que tenemos en España y no necesitamos grandes cantidades económicas. Con lo que tenemos estamos muy bien.

P.- ¿Qué futuro le pronostica al estudio de la evolución humana en España?

R.- Creo que será muy bueno porque tenemos muy buenos yacimientos que están aportando mucho y hay mucha gente muy bien formada. Le auguro un futuro muy prometedor.