Instituto Anatómico Forense de Valladolid

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"De un cadáver hay que deshacerse cuanto antes, pero no es fácil si sabes que estás siendo vigilado"

Aitor Curiel, criminólogo y doctor en Medicina Legal y Forense, considera que en 72 horas se sabrán detalles "clave" para el esclarecimiento del caso de la muerte de Esther López, si bien los análisis anatopatológicos pueden tardar meses

8 febrero, 2022 21:42

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"En las próximas 72 horas sabremos más detalles. Los forenses ya tienen todas las muestras necesarias para acercarse a qué le pasó, cuándo y cómo a Esther López, pero ahora es momento de prudencia y de dejar trabajar".

Así de contundente adelanta Aitor Curiel, criminólogo y doctor en Medicina Legal y Forense, cómo transcurrirán los próximos días respecto al caso de la joven de Traspinedo desaparecida el pasado día 12 de enero cuyo cuerpo fue hallado el sábado pasado a unos 800 metros del municipio vallisoletano de Traspinedo donde vivía.

Aitor Curiel, criminólogo.

Aitor Curiel, criminólogo.

En el aire, multitud de hipótesis que "muchas veces nos parecen inverosímiles por ser demasiado fáciles o evidentes", indica.

El caso de la muerte de Esther López continúa bajo secreto de sumario pero ha generado todo tipo de informaciones contradictorias tras filtrarse a los medios de comunicación algunos primeros detalles de la autopsia que los forenses han practicado al cadáver.

"Las pruebas complementarias múltiples (muestras del cadáver y restos de la escena) enviadas al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, serán clave para ir encajando las piezas de este puzle", indica Curiel.

Una de estas contradicciones es cómo es posible que el cuerpo de la joven hallado sin enterrar en una cuneta a apenas 800 metros de la entrada al municipio de Traspinedo, haya pasado desapercibido 24 días tras numerosas batidas con efectivos de la UCO, drones, perros de rastreo y la insistencia de unos vecinos que no dejaron nunca de buscar a Esther.

"Es pronto para hablar, y es sólo una opinión: pero no es tan descabellado que alguien colocara ahí el cuerpo de la joven. Casualmente apareció después de que la Guardia Civil anunciara el día anterior al hallazgo del cadáver, que paraba de buscar durante el fin de semana y que retomaría las batidas el lunes siguiente", recuerda Aitor.

Momento en el que el cuerpo de Esther es introducido en el furgón camino del Anatómico Forense el pasado sábado

Momento en el que el cuerpo de Esther es introducido en el furgón camino del Anatómico Forense el pasado sábado Leticia Pérez/ICAL

"De un cadáver hay que deshacerse cuanto antes, pero quizá no es fácil si sabes que estás siendo investigado o vigilado. Pero si la Guardia Civil anunció el pasado viernes que dejaba de batir esos terrenos durante el fin de semana, puedes transportarlo en un coche, aparcar en el acceso a la carretera para que no queden huellas de neumático en la tierra, llevar en brazos el cuerpo y depositarlo allí. A altas horas de la madrugada nadie tiene por qué verte. Hacer esto en un río puede dejar huellas del automóvil, entre otros rastros", explica Curiel.

Pero es tan sólo una hipótesis, dado que todas las opciones siguen abiertas en un caso que continúa bajo secreto de sumario.

El cuerpo de la joven apareció el pasado sábado en una cuneta de la carretera vieja que da acceso a Traspinedo

El cuerpo de la joven apareció el pasado sábado en una cuneta de la carretera vieja que da acceso a Traspinedo NCYL

Las reflexiones de Curiel coinciden con los testimonios de los vecinos de Traspinedo que se niegan a creer que nadie haya visto en 24 días el cuerpo de la joven si llevara allí todo ese tiempo. "Lo han dejado allí la noche anterior a que aquel viandante lo encontrara", coinciden.

Las dudas sobre su muerte

Las primeras informaciones que se han filtrado a los medios de comunicación apuntan a que Esther murió de un traumatismo interno probablemente al día siguiente a su desaparición, pero "esto puede haber sido producido por diferentes causas", explica Curiel.

La muerte se dice que es violenta porque no es muerte natural, pero que sea violenta no implica necesariamente que sea un asesinato ni que tenga por qué haber terceras personas. "Una muerte violenta también puede ser un suicidio, un homicidio o un accidente", aclara el doctor.

"Los cadáveres dan mucha información y a pesar de los 24 días que pasaron desde que Esther desapareció, seguro que tanto el análisis externo como interno al macro y al microscopio, darán sus resultados", vaticina este forense.

Precisamente, y tras más de cinco horas el pasado sábado inspeccionando el terreno donde apareció la joven y recogiendo muestras in situ antes del levantamiento del cadáver, la Guardia Civil ha vuelto hoy a este mismo escenario para seguir buscando restos y pruebas que arrojen algo más de luz al caso de Esther López.

La Guardia Civil ha acudido de nuevo al lugar donde encontró el pasado sábado el cadáver de Esther en busca de más pruebas

La Guardia Civil ha acudido de nuevo al lugar donde encontró el pasado sábado el cadáver de Esther en busca de más pruebas Leticia Pérez/ICAL

"El estado de la tierra en la que fue encontrada la joven es una información muy valiosa. Si ha estado mucho tiempo ahí, los vegetales que se estuvieran debajo del cuerpo no pueden estar de igual manera que si hubieran dejado allí a la joven la noche anterior a su hallazgo", afirma Curiel.

Pero ¿hay siempre un móvil? "No. Decir que siempre hay un móvil es estar aceptando la hipótesis de que hubo un asesinato. Y eso sólo lo puede indicar el resultado de las investigaciones junto con el de las pruebas forenses, algunas de las cuales tardarán unas 72 horas (sobre todo los toxicológicos), pero otras pueden llevar meses (los anatopatológicos)", advierte Curiel.

Para los investigadores es fundamental a la hora de reconstruir los hechos "descubrir la vida oculta de la víctima", porque eso puede llevar a datos con los que ir armando ese puzle que siempre se les presenta con todas las piezas descolocadas.

¿Traumatismo interno sin marcas externas?

Es una de las preguntas que se encuentra en boca de buena parte de una ciudadanía que está en shock por el desenlace de la joven de Traspinedo, y que aguarda impaciente conocer qué pasó, cuándo, cómo y por qué.

"Entiendo que estos conceptos puedan llevar a confusión, pero es así. Hay dos tipos de cuadros típicos en medicina legal con pocas lesiones externas y muchas internas que pueden ser suficientemente graves como para originar la muerte: el atropello y la precipitación desde un alto", explica Curiel.

Sin embargo, este criminólogo insiste en que es "fundamental que dejemos trabajar a los investigadores para no lanzar conjeturas al aire cuando existe un secreto de sumario sobre un asunto del que aún sabemos muy poco".

Abiertas todas las hipótesis, Aitor Curiel cree que "no hay que descartar ninguna precisamente porque, aunque suene a tópico, la experiencia me ha demostrado que la realidad siempre supera a la ficción".

"Ahora hay que esperar a ver qué dicen los exámenes histopatológicos y toxicológicos que darán una información crucial para resolver este lamentable suceso", asevera Curiel.

"La escena del crimen siempre deja cosas y el cadáver también. Y acabará sabiéndose sin tardar mucho si el cuerpo fue trasladado allí y dónde estuvo en ese caso todo el tiempo anterior", indica el doctor.

Un cuerpo que ya pueden velar los padres de Esther una vez realizadas las pruebas en el Anatómico Forense y cuyo funeral está previsto tenga lugar mañana en la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours de Traspinedo.

Ahora, sólo queda "esperar los resultados de los informes de las muestras recogidas tanto del cuerpo de Esther como del lugar donde fue hallada y dejar con prudencia y discreción que cada uno haga su trabajo. Al final, todo se sabrá", concluye.