La selección española ha lucido este domingo en Huerta del Rey su gran nivel y ha superado con claridad a Noruega, a la que ha ganado por 30 a 27 en un partido que rompió con una gran primera parte y que supo administrar en los últimos 30 minutos. Con este triunfo, la selección dirigida por Jordi Ribera encadena dos victorias en el nuevo torneo europeo, la EHF EURO CUP, en el que participan los tres países organizadores del Europeo 2020 (Suecia, Noruega y Austria) y el último campeón de Europa (España).

España comenzó como una auténtica apisonadora, con Gonzalo Pérez de Vargas manteniendo a cero su portería durante los primeros nueve minutos, con paradas de mucho mérito y marcando la pauta defensiva que debía imponer su equipo. En campo ofensivo la contundencia defensiva era clave para poder atacar en transición y lograr goles en la primera oleada.

El pivote del Atlético Valladolid, Abel Serdio, volvió a ser titular como ya ocurrió en su debut con la selección ante Suecia. Dos tantos consecutivos del jugador que actuaba como anfitrión en Huerta del Rey elevaron la diferencia hasta el 8-2 y la grada estalló de alegría.

Salió Noruega del vestuario con ganas de enmendar su imagen en los primeros 30 minutos y de la mano de Christensen bajo palos recuperó sensaciones y acortó diferentes, 19-14 tras 5 minutos de segunda parte.

Jordi Ribera no conseguía que su equipo recuperara el ritmo de la primera parte y Serdio volvió a la pista para intentar encontrar la contundencia ofensiva del comienzo del partido. Pero Noruega conseguía mantener el intercambio de golpes, 22-18 tras 14 minutos.

La exclusión de Costoya a falta de 12 minutos supuso el gol de Noruega desde los 7 metros y la reducción de la desventaja visitante al mínimo, 23-22, y la afición de Huerta del Rey que respondía ante la trascendencia del momento en el partido con ánimos a la selección. La mejor consecuencia de esa reacción fue el gol de Serdio desde el pivote para volver a tomar aire.

En el momento más delicado Maqueda asumió galones y con dos goles mantuvo a raya la renta para España, 27-24 a falta de 6 minutos para el final. Un gran gol de Sarmineto, con una jugada individual en la que entró por el carril, fue clave para mantener los tres goles de diferencia hasta el último minuto, con una renta que no bajaba de los dos goles para España.

El penalti convertido por Solé supuso el cierre del partido, redondeado por una última parada de Corrales y el posterior ataque que sirvió para que el público agradeciera con un cálido aplauso el espectáculo ofrecido por la selección.