Lo más importante de la tarde, el casi lleno que presentaban los tendidos en la corrida que llamanos 'charra', por eso de los tres matadores salmantinos y también la ganadería, El Pilar. Moisés Fraile echó una corrida bien presentada, algunos toros 'sospechosos' en cuanto a las defensas, pero que sirvieron para el lucimiento o, al menos, para que alguno de los matadores presentes abriera la Puerta Grande. Pero no!

No fue posible porque Javier Castaño, Juan del Álamo y Alejandro Marcos estuvieron muy por debajo de las expectativas de los aficionados. Uno, ya veterano, está más fuera que dentro de los ruedos. Otro, que venía de triunfar en Madrid, no fue su tarde, por unas causas u otras, no respondió a lo que los aficionados esperaban. Con una oreja despachó su tarde. Y el más novel, al margen del auténtico sainete, y también calvario, con la espada y el descabello en el sexto, aún se le nota muy 'verde'. Otra oreja y acabó el misterio de una tarde en la que, únicamente, estuvieron a la altura los aficionados y la Banda de Música de Alba de Tormes.

Toros de El Pilar, en general aceptables.

Javier Castaño, ovación y palmas.

Juan del Álamo, oreja y ovación.

Alejandro Marcos, oreja y ovación.