El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y los líderes autonómicos del partido, entre ellos el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante la firma de la Declaración de la Región de Murcia, el pasado 28 de septiembre

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y los líderes autonómicos del partido, entre ellos el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante la firma de la Declaración de la Región de Murcia, el pasado 28 de septiembre @ppopular

Opinión Puntadas con hilo

El 'superdomingo' autonómico del PP

"El partido debiera sopesar en serio la experiencia de autólisis, verdadera causa de su derrota en las pasadas elecciones generales"

Publicada

El próximo año el PP agota mandato autonómico tanto en Castilla y León como en Andalucía. Según ha trascendido, los populares analizan dos estrategias. La una pasaría por aunar y celebrar con simultaneidad las convocatorias al voto ciudadano en varias de las comunidades en las que gobierna y no solo en los territorios andaluz y castellano y leonés. Se ha bautizado la estratagema como 'superdomingo' autonómico.

Todo cambiaría si, en golpe de mano, Sánchez promueve la disolución de las Cortes en 2026, en cuyo caso el PP, si no se atropella el calendario, trataría de hacer coincidir autonómicas con generales en los territorios donde gobiernan. Decisión perspicaz para capitalizar el voto de castigo a Sánchez.

Otra de las opciones pasa por la celebración de elecciones con almanaque "en cascada" y por separado, autonomía a autonomía, bajo mandato de los populares. Claro, contando sine qua non con que Sánchez lleve a término la legislatura. De lo contrario, fuera cascadas y chorreras. Todas las elecciones a una como en Fuenteovejuna.

Tiene Sánchez completa seducción por la pulsión que Emilio Romero, maestro de periodistas, denominaba la "erótica del poder". Está aferrado al sillón de Moncloa con pegamento de goma arábiga. Tómese el adjetivo como licencia literaria y no para meter adrede el dedo en el ojo por ese insistente arabista 'Free Palestine' de la izquierda.

A día de hoy, las encuestas predicen una debacle de la izquierda en elecciones a Cortes. Los sondeos son frívolos como juegos florales, que los encuestados afirman votar digo y luego en la urna introducen la papeleta de Diego. Cierto es que el escenario judicial de Sánchez, su partido, acólitos, familia, fontaneros y parentela se está poniendo más negro que el alma de Judas. Y que la UCO acorrala al PSOE con presuntas pruebas de sostenida corrupción.

Génova acaricia el sueño del 'superdomingo' autonómico con una victoria múltiple y a la vez en varias de las comunidades en las que gobierna. Parece que en el plan se descarta la Comunidad Valenciana. Mazón pesa más que el lastre del navío Santísima Trinidad, perdido en la Batalla de Trafalgar. Hundimiento que podría sufrir Mazón, a quien espera en las autonómicas valencianas fuego de artillería a babor y estribor.

¿Aragón, Andalucía, Extremadura y Castilla y León pudieran optar por aunar convocatoria de comicios autonómicos el año próximo y previos a las elecciones generales? El PP ansía una gran victoria y una salida triunfal de Feijoó al mítico balcón de Génova. Los estrategas partidarios del 'superdomingo' electoral, si es que los hubiere, no han tenido en cuenta el severo hándicap que hace añicos el plan.

Según los avances de encuestas y tomadas estas como toreo de salón, las posibles victorias del PP en las autonomías donde gobierna estarían hipotecadas por la tendencia alcista de Vox. El PP debiera sopesar en serio la experiencia de autólisis, verdadera causa de su derrota en las pasadas elecciones generales. No escarmientan. Carece de fuste achacar que su electorado no votó PP por estar de vacaciones en Santoña tomando vermú con rabas.

Los precipitados pactos electorales de los barones populares autonómicos con Vox, para amarrar la gobernabilidad en sus territorios, causaron mucho cacareo en el gallinero político. La izquierda entró en "pánico". El socialismo tiene bien construido un storytelling emocional para retratar a Vox como la hidra de Lerna con siete cabezas.

Hay electores que "compran" esa película de terror a Sánchez y sus corifeos de la extrema izquierda. Quien tenía previsto castigar al PSOE y quedarse en el cheslón, salió en tromba para avalar a Sánchez en su plebiscitario "O yo o PP-Vox". Al final, el PP no alcanzó la mayoría suficiente para gobernar. El posible 'superdomingo' de los populares no hila fino. Más valiera al PP unir, si puede, comicios autonómicos y convocatoria a Cortes Generales. Así aprovecharía el voto de castigo a Sánchez. El presidente va más cargado de hartazgo ciudadano que el carro de un arriero maragato.