Este verano ha sido muy entretenido para nuestros políticos. Algunos justifican su sueldo con comentarios en redes sociales; otros, como el presidente, con viajes de 'perfil bajo' en mansiones cedidas al Estado.
Entre Black Label y Chivas, Pedro ha recibido durante sus vacaciones varias visitas. La de Zapatero, por ejemplo, que no parece para nada sospechosa. También la de Almodóvar, quien se sumó hace unos días a una campaña para pedir al Gobierno que rompa totalmente la relación con Israel. Entiendo que esto lo recalcó desde las hamacas de la piscina.
Salvador Illa también pasó por ahí, seguramente no quiera perder detalle, por si hay relevo y, de repente, le toca salir a jugar con los mayores. Podría ser también algo relacionado con Puigdemont; que para eso se hacen la foto, y a ver qué pasa con su inmunidad. Algo tendrían que comentar sobre la nueva cortina de humo.
Luego está el encuentro con Marlaska, esto sí que parece una broma. Este verano lo han aprovechado para montar una comisión para impulsar un Plan Estatal de lucha contra la Corrupción. En este chiringuito tenemos a los elegidos: Félix Bolaños, Óscar López, Yolanda Díaz, el propio Marlaska, Diego Rubio (jefe de gabinete de Pedro Sánchez) y Urtasun. Casi lo mejor de cada casa.
Todo esto, presidido por María Jesús Montero. Y se quedan tan a gusto. Quien lleva diez años ocultando la corrupción es también quien va a llevar a cabo el plan contra la misma. Cualquier parecido con Venezuela es pura coincidencia, desde luego.
Nuestros políticos también han trabajado en una ley contra la prostitución. Ahora que ya no pueden meter al padre de Begoña en la cárcel, tienen que discernir si esta actividad es legal o no. Estos tiempos los controlan bien, no tanto como los de los trenes.
A colación, la mujer del presidente sigue investigada cada vez más insistentemente por Peinado. Ahora es el software que nunca usó Deloitte. Esta señora o es una infiltrada de Trump para acabar con el Gobierno desde dentro o la verdad que muy lista no es. Veremos qué pasa con todos los correos que ha enviado desde 2018. Esto va a dar para otra serie de Netflix; esperemos que esta vez sin filtros desde Moncloa.
Adelantan la declaración de la susodicha, pero dudo que tenga algún efecto. Seguirá sin soltar prenda. A todo esto, ¿veremos a Sánchez comparecer como lo hizo la exmujer de Ábalos? Entre tanta visita, quizá Pedro no se ha enterado de los presuntos cinco delitos por los que está su esposa en el ojo del huracán.
Este ha sido un verano atípico para muchos, Pedro, ¿de verdad era necesario un refuerzo extraordinario en tu seguridad durante las vacaciones en Lanzarote? ¿A qué tendrías que tener miedo, si va todo estupendamente?