Este es el título de una preciosa canción compuesta en 1946 por Andrew Lloyd Webber para comentar un emotivo discurso de Evita Perón dirigida a los descamisados para celebrar el triunfo electoral de su marido, Juan Domingo Perón, y establecer un régimen muy especial en aquella querida nación americana: el peronismo, que mantuvo durante años estrechas relaciones con el franquismo español y que se perpetuó durante décadas, alternando con el Partido Radical, siendo recuperado más tarde y mantenido durante años por el matrimonio Kichner.

Esta canción, con un título, es una frase que nunca pronunció Evita Perón, fue popularizada en el mundo entero por Nacha Guevara y muy particularmente en España con una preciosa interpretación de Paloma San Basilio, y que yo recomiendo escuchar con tranquilidad a mis lectores, y trasladarse en espíritu a la situación que en estos momentos pasan las relaciones de aquel país con España.

Y no pretendo con mis comentarios de hoy identificarme ni con Evita Perón, ni mucho menos con el peronismo reinante durante décadas en aquel gran país, y que fue recuperado en 2.003 por Néstor Kirchner, y mantenido primero por él y después durante 12 años, hasta el triunfo arrollador del liberal Javier Milei que obtuvo nada menos que el 56% de los votos en las últimas elecciones, el mayor respaldo ciudadano en las urnas durante décadas en el país, y tampoco me identifico con él, que me parece un auténtico histrión, que la RAE define como “Persona que se expresa con afectación o exageración propia de un actor teatral”.

Ciertamente, Javier Milei es un liberal rayano en lo libertario, “anarco libertario” le han llamado, quien realizó una campaña electoral absolutamente rupturista, prometiendo una profunda reforma en la administración argentina con una muy drástica reducción del Gobierno y de todo el aparato administrativo, y una importante restricción del gasto público, muy especialmente en lo referente a las subvenciones a partidos políticos y sindicatos, que hasta estas elecciones mantenían al peronismo kichneriano, prometiendo eliminar toda la corrupción que inunda ese gran país.

Pero volvamos a la canción. En el inicio de la letra se dice textualmente: “Será difícil de comprender que, a pesar de estar aquí, soy del pueblo y jamás lo podré olvidar. Debéis creerme, mis lujos son solamente un disfraz, un juego burgués…” y esto, aún sin decirlo explícitamente, es lo que Milei trasladó a la población argentina con su voluntad de acabar con los privilegios de políticos, sindicalistas y subvencionados, elaborando unos vídeos electorales en los que arrancaba en un gran panel una buena parte de ministerios y organismos públicos que lastraban la economía argentina.

Afirma la canción que “busqué ser libre… y jamás dejaré de soñar…” para entrar en la estrofa que dio nombre a la canción: “No llores por mi Argentina, mi alma está contigo, mi vida entera te la dedicó, no te alejes, te necesito.” ¿Hay mejor slogan electoral que este? Y termina con un alegato de autodefensa: “ jamás poderes ambicioné, mentiras dijeron de mí. (…), yo sólo quiero teneros muy cerca, abrir mi ventana y saber que nunca me vais a olvidar”. Y desde luego, para bien o para mal, espero que para bien, no lo vamos a olvidar ni en Argentina ni en España. Y volvamos a la realidad política actual. Es evidente que Milei está muy lejos del grupo de Puebla y de las políticas que se están aplicando en buena parte de Iberoamérica, donde las libertades han sido abolidas, y sus gobiernos son muy del agrado del gobierno social comunista que padecemos en España, y muy especialmente de su súper embajador Rodríguez Zapatero.

Pero el actual conflicto con Argentina tiene una cronología absolutamente indiscutible:

1. El Presimiente Sánchez, en plena campaña electoral argentina se manifestó en repetidas ocasiones a favor de Sergio Masa, candidato peronista frente a Milei.

2. El Presimiente Sánchez no ha felicitado todavía a quien ganó por goleada las elecciones en Argentina.

3. El Presimiente Sánchez, que no se atrevió a vetar el viaje del rey a la toma de posesión del presidente argentino, prohibió que le acompañara ningún miembro de su gobierno en calidad de ministro de jornada, como es habitual en los viajes del jefe del Estado.

4. La bronca entre nuestros dos países han sido provocada por el ministro Óscar Puente, que cumpliendo con su papel habitual de bocazas que no de portavoz, acusó al presidente Milei de consumir drogas, algo por lo que nunca pidió perdón.

5. La respuesta de Milei no se hizo esperar, y en unos términos que ciertamente no son correctos, y aprovechando su visita invitado por Vox para asistir a su convención, y con su célebre grito de “Viva la Libertad, carajo !”, bromeó sobre los cinco días de retiro espiritual para descubrir que estaba enamorado de su esposa, a la que Milei calificó de corrupta, ciertamente ni era el sitio ni el momento para hace estas acusaciones.

6. Inmediatamente a la respuesta del sanchismo fue muy violenta, e ignorando que el origen de este conflicto está en las acusaciones del ministro Puente al presidente Argentino, lo que había provocado una nota de protesta del Gobierno argentino, con lo que podía darse por terminado el conflicto.

Pero el ministro de Asuntos Exteriores exigió disculpas inmediatas al presidente Argentino, quien además de negarse a hacerlo, exigió que las disculpas las pidiera el Gobierno Español por las declaraciones de Óscar Puente y otros miembros del Gobierno sobre su persona

7. El pequeño ministro español, conocido en el mundo diplomático como “Napoleonchu”, respondió después de llamar a su despacho al embajador argentino y éste no aceptar las exigencias del ministro, anunciando que llamaría a consultas al embajador de España en Argentina con carácter indefinido, sin descartar otras medidas con posterioridad.

8. En su visita a Madrid, el presidente Milei convocó en la embajada argentina a un selecto grupo de empresarios españoles con intereses en Argentina para tranquilizarles respecto del futuro de sus empresas en Argentina, reunión a la que no asistieron los presidentes de las compañías sino cargos intermedios, precisamente por miedo a la respuesta del presidente Sánchez, que por cierto no se hizo esperar, y tan pronto como apareció la foto de los empresarios reunidos con Milei, fueron llamados uno a uno por teléfono desde Moncloa para advertirles de las consecuencias que podían sufrir si manifestaba su apoyo al presidente argentino en su contencioso con el presidente Español.

9. El Presimiente Sánchez, en su comparecencia ómnibus del miércoles en el Congreso de los Diputados. acusó a Milei de haberse referido a las “Instituciones españolas”, como si Begoña fuera una Institución.

10. Finalmente, de vuelta a la Argentina, en acto muy a su estilo, para presentar un libro en el que se definió como un león rugiente, volvió a referirse a su controversia con España afirmando que él no pensaba retirar a su embajador en Madrid, mientras los miles de asistentes al acto gritaban: “PEDRO, COBARDE, LA CONCHA DE TU MADRE”.

En fin, no hemos llegado al final, y sin duda este conflicto y el creado con Israel, serán hábilmente utilizados por Su Sanchidad en la campaña de las elecciones europeas, así que…

Hasta el viernes que viene.