El sector agrario juega un papel muy importante en España, con 900.000 ocupados. Somos el cuarto país en la UE en el que más peso tiene este sector. Castilla y León tiene una posición destacada con cerca de 60.000 personas dedicadas a esta actividad. Estamos en la Comunidad en la que todos los sectores tienen un peso muy importante y ocupan las primeras posiciones en producción: tanto en cereales como en la mayor parte de hortalizas, en remolacha azucarera… También en ganadería: primera posición en cabezas de ganado vacuno, ovino, conejo y entre los primeros en porcino.


La sequía más grave y generalizada


La sequía que sufrimos es la más grave de los últimos 50 años. Está claro que para los descreídos del cambio climático esta es una prueba de fuego de los efectos que tiene en el globo terrestre el incremento de la temperatura media.


Hablamos mucho de ello, pero una vez más las medidas que se adoptan para frenar el cambio climático se quedan en una propaganda muchas veces intangible y que se reduce en muchos casos a las Cumbres del Clima que se celebran anualmente. Las medidas que se adoptan están encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El problema es que estas medidas no se ven y que en el mundo en el que vivimos todo lo que no se ve es imposible acreditar como se cumple. De hecho, se ha puesto de manifiesto que muchas industrias publicitan políticas verdes que no aplican. Se ha dado en definir como green whasing.


Las medidas para frenar el cambio climático para ser efectivas tendrían que ser ciertas y aplicarse en todos los países del mundo. Ahora bien, si resulta que países como China e India que tienen una población de 3000 millones de persona no se suman está claro que todo lo que se anuncia es propaganda.


La cruda realidad es que la cosecha de cereales en nuestro país se reduce este año a la mínima expresión y las perdidas para los agricultores van a ser cuantiosas porque los seguros no cubren para nada el beneficio de una cosecha que se vende en el mercado.


Las medidas adoptadas


Me contaba ayer mi amigo Pedro, que es agricultor y ganadero en Palencia, que las ayudas a los seguros anunciadas por el Gobierno no resuelven el problema porque a los que tienen seguro le sube escasamente unos puntos el porcentaje de lo que van a percibir y que esto es para los más profesionales. Se mejora la percepción económica de los agricultores menos profesionales y además lo que se consigue es ahorrar este desembolso a la Comunidad Autónoma. No sé quién habrá diseñado la línea de apoyo, pero realmente por esta vía no se alivia la situación de los agricultores.


Por otro lado, en materia ganadera donde la falta de pastos obliga a que la alimentación sea mediante piensos, haber situado a Castilla y León entre las regiones con una afección de la sequía media teniendo la mayor extensión y la cabaña ganadera más importante es incomprensible. En esta Comunidad la afección es igual que la de las limítrofes y en estas se ha calificado como alta. Quizás las elecciones hayan tenido algo que ver. No sé.


La realidad es que el campo este año sufre y es el productor de las materias primas que necesita el sector agroalimentario, que va a notar como se encarecen y eso va a repercutir en los precios que pagamos los consumidores. Así que a la inflación que llevamos acumulada se van a sumar los efectos de la sequía.


Un mayor empobrecimiento de los profesionales del campo y también de los españoles. Se anuncian ahora los regadíos como una medida de apoyo, la ejecución de obras lleva entre 3 y 4 años e incluso más porque las Confederaciones hidrográficas no son ágiles, hace mucho que se quedaron obsoletas y necesitan una revisión. No se construyen embalses ni presas desde hace mucho tiempo, siendo además la forma de regular el agua de los ríos para utilizarla en momentos como este. Es necesaria una planificación ordenada y priorizada de su ejecución. Hay muchos proyectos parados sin ninguna justificación que de haberse realizado ahora servirían para tener agua.

Y los incendios llegan

Y nos estamos acercando peligrosamente a la época de incendios y todo lo que se anunció en 2022 cuando España ocupó el triste podio de tener la mayor superficie quemada en la UE y Castilla y León de la primera Comunidad de nuestro país con los incendios de Ávila, Zamora con el de la Sierra de la Culebra a la cabeza y la mayor superficie quemada en los últimos años, y no se ha avanzado nada. Volvemos a colocarnos en el peor de los escenarios. Yo misma paso en bici por un Pinar cercano a Boecillo (Valladolid) en el que llevo viendo los restos de poda tirados desde hace meses, que se convierten en el combustible perfecto para un incendio. ¿No habíamos quedado en que los incendios se apagan en invierno?


¡VIVA SAN ISIDRO! Que aunque lo tiene complicado que siga protegiendo a los agricultores y ganaderos que son los que nos procuran los alimentos todos los días.