Vuelvo a escribir sobre futbol… sobre futbol y política (acaso hay diferencia) lo hago, no sin antes, hacer un recordatorio de lo que escribí al respecto en el 2017…

Escribía en el 2017, tras la detención de Villar, lo siguiente: “despierta en mí un argumentario no muy antiguo 6 años un 2011 fatídico y determinante para el fútbol salmantino, año del vergonzoso y creo que amañado descenso de la UDS a Segunda B.

Recordaba decir que el futbol era y hoy me reafirmo es una estafa… “Es, en definitiva, una estafa de la que creo he sido víctima. Sí, fui aficionado al fútbol y socio de la UDS aquel fatídico año, aún estoy recordando cuando empezó la caída fue en el partido del Salamanca-Betis, ese partido en el que el jugador de la UDS Miguel García, volvió a nacer”.

“Cualquiera que haga un análisis de los resultados obtenidos por la UDS después del partido Salamanca-Betis convendrá conmigo (porque es un dato objetivo) que la mano arbitral fue algo determinante, aunque esta apreciación también puede ser discutible, si se hizo conscientemente o no, pero que existió, de eso no hay duda”. Hoy ya no discuto aquella apreciación y sí, fue consciente, fue una estafa.

Quien rememore esos partidos se dará de bruces con el resultado aplastante… “Lo sospechoso es que fueron los diez domingos negros del arbitraje “todos seguidos” y que encaminaron a la desaparición de la UDS. Un equipo, ya con problemas económicos, jugando en una Segunda B paupérrima sería imposible que pudiera encauzar en ella la gestión económica. Y así se confirmó”.

Argumentaba para ello que la Liga es como una empresa que tiene 20 máquinas, cinco les da buenos resultados son valiosas y muy costosas, las otras 15 son baratas cuesta muy poco reponerlas por otras, son las que trabajan para mantener en funcionamiento las 5 primeras.

Lo evidente ha superado el nivel de lo sospechoso, las dudas de limpieza de una “liga podrida y Negre ira” son más que conocidas por el público, tanto como para que la fiscalía actúe y acuse al F.C. Barcelona de corrupción entre particulares; hoy la responsabilidad deportiva esta finiquitada por la sorpresiva prescripción de los hechos denunciados -que casualidad- por una oportuna intervención del gobierno con la reciente renovación de la Ley del Deporte. Qué datos no conocerían para actuar con tanta premeditación.

En un Twitter reciente decía lo siguiente: es que si la Liga tiene que salvar a un equipo ¿a cuál salvara, al que tiene una deuda de 11 millones de euros y poca historia que aportar o al que tiene una deuda de 1.500 millones y es santo y seña de la liga de futbol, a quien creen que salvara?

Me viene de pronto y al pelo un dicho popular que dice así:

“Si tienes una deuda con el banco de 1000 euros tienes un problema, pero si la deuda es de 1.500 millones el problema es de la Liga, ¡perdón! del banco el problema es del banco.

¡Madre! donde tendría la cabeza.

Y luego está la variante política que también, dije que escribiría sobre ella. El escrito de acusación la ha realizado una fiscal que, una vez ejecutado y puesto en conocimiento ha dicho que se marcha, pira, se ha ido, esfumado; el nuevo Fiscal General parece que lo ha asimilado “de quien depende la fiscalía, de quien” Alguien duda que siendo el F.C Barcelona la mejor herramienta de proselitismo del nacionalismo catalán socios a la postre del actual Gobierno no van a hacer nada para salvar al “Mes que un Club” de una posible sanción entre las que se encuentra su desaparición.

To be continued