El viernes se celebraba el Día de la Violencia de Género. No me parece mal que se señalen días para tener una especial reflexión o consideración de aquellos acontecimientos que socialmente son relevantes.

Ahora bien, en este caso, no creo que la dedicación de un día a la violencia de género aporte mucho a esta lacra social en la que sobra todo lo que es propaganda y anuncios de todo tipo y faltan medios para garantizar una rápida repuesta a las mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas. Digo esto, porque no veo que tengamos el Día del asesinato o del homicidio. Estamos hablando de un delito mayor, muy grave como para reducirlo a un día de sensibilización. Es tan grave como el asesinato o el homicidio y estos no los llevamos a la celebración de un día.

Violencia física, psicológica, sexual

Creo que las mujeres que se sienten seriamente amenazadas en su integridad física y psicológica lo que necesitan es una rápida respuesta de los tribunales, que son quienes deben de adoptar las decisiones que les permitan alejarse cuanto antes del riesgo al que están sometidas cuando tienen que convivir con parejas que les hacen la vida imposible.

Hay muchos tipos de violencia y van desde la física, pasando por la psicológica cuando se humilla o se veja a una persona ya sea por acción u omisión, la violencia económica cuando se priva de manera intencionada e injustificada a alguien de los recursos que garantizan su bienestar físico y la violencia sexual.

Desde luego esta última ha sido objeto de un gravísimo error en la tramitación de la” Ley del sí es sí” a la que ya me referí el domingo pasado. La alarma social ha seguido creciendo en estos días ya que se han seguido produciendo rebajas de condenas a violadores. Precisamente el viernes coincidiendo con la celebración conocíamos la decisión de la Audiencia de Valladolid que rebajaba de 12 a 10 años de prisión la condena por violación a una menor de 16 años. Y es producto de lo que dice literalmente la “Ley del sí es sí” no de un juez machista. ¡Esto es el colmo de un error en la lucha contra la violencia de género!

Respeto institucional

No se entiende que se exija la responsabilidad de resolver este error a los jueces. Solo tiene una explicación y es la de no querer asumir el error cometido. No hay nada mejor en la vida que entonar el mea culpa cuando toca hacerlo y rectificar cuanto antes. Todas las leyes tienen que ser aplicadas por los jueces y se guían por una serie de principios para poder llevar a cabo la pronunciación de sentencias y lo hacen desde su más absoluta independencia.

Esto es lo que siempre demandamos: la independencia absoluta de los tres poderes del Estado. Siempre se ha expresado el respeto a las decisiones judiciales. Esta ha sido la máxima en las relaciones que tradicionalmente ha mantenido el Ejecutivo y el Legislativo con el Poder Judicial.

No se entiende el ataque entre las Instituciones del Estado. Siempre he pensado que el respeto entre las Instituciones es consustancial a la garantía de la responsabilidad y el trabajo que desempeñan. Respetar las Instituciones supone GARANTIZAR su buena marcha.

El legislativo debe corregir el error

Por eso no comparto que en este momento un error del legislativo promovido desde el Ministerio de Igualdad con la “Ley del si es sí” que ha sido aprobada por una mayoría parlamentaria, ahora exija al Poder Judicial que le saque las castañas del fuego,

Nunca había oído esto antes. Si el legislativo con el ejecutivo de la mano han cometido un error, desde la misma autonomía con la que lo han hecho que lo resuelvan. Puede perfectamente promover una modificación de la Ley y corregir el error cometido aprobándolo de nuevo con la misma tramitación.

Supone una absoluta distorsión de la división de poderes lo que está sucediendo, que uno de ellos le reclame y exija al otro la solución de un problema provocado por el otro.

Esfuerzo permanente contra la violencia de género

Por eso creo que lo primero que debe de hacer un Gobierno que se precie es poner el máximo cuidado y atención en arbitrar medidas que resuelvan la violencia de género, medidas preventivas para evitarla, aplicadas en la educación de nuestros hijos desde edades tempranas, en edad escolar. Cuando se crece en el rechazo a cualquier forma de violencia a buen seguro que no la usaran como adultos. Que se adopten medidas correctoras con celeridad por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con las oportunas ordenes judiciales para alejar a las mujeres de la violencia cuando la están padeciendo y su vida peligra.

Que se adopten medidas para que los hijos estén siempre a salvo y que se tenga especial atención y cuidado cuando haya menores en situación de riesgo.

En definitiva, dejemos la publicidad, la propaganda y la celebración de días para erradicar algo tan grave como la violencia de género en nuestra sociedad. No es algo banal que se solucione con un Ministerio, es el esfuerzo de toda una sociedad en el que nos debemos de implicar todos con ahínco los 365 días al año.