El mes pasado escribía sobre los jueces y la necesaria independencia judicial que hoy  ha tornado a la actualidad de forma explosiva (la ley del sí es solo sí lo ha hecho) como un detonante y hace más que nunca de la independencia judicial un aspecto incuestionable, perentorio, sin casi, una característica obligatoria de cualquier sistema democrático.

La encubierta huelga de médicos (qué casualidad, al mismo tiempo, casi el 50% de la plantilla de atención primaria de Madrid se ponen enfermos) una huelga a la japonesa posiblemente hubiese surtido el mismo efecto y no habría cabreado a Hipócrates.  O sin ir más lejos  la manifa política “eso de que peleaban por la sanidad pública mejor lo dejamos para otros niveles intelectuales“ sufrida recientemente en Madrid ha puesto en evidencia y para eso, ya digo, no hace falta manifestaciones, es algo que ya denuncie no hace mucho, por estas fechas, hace 5 años; “que la falta de médicos de profesionales en general de la salud era un problema ayer y hoy es más evidente”.  

Hablando de las tasas universitarias y su gratuidad  introduje el dilema de la necesaria tasa de reposición que no se cubría con las 180 plazas de ayer y las 180 plazas del curso 21/22 las de primer año de la carrera de medicina de la Facultad de medicina de Salamanca, que por algo se empieza.  Pues bien, si en ese año o al siguiente se hubiese actuado con rotundidad hoy tendríamos si no el doble de alumnos sí más alumnos de ¡cuarto año ya! de la carrera de medicina.

El Presidente de decanos de Facultades de medicina Pablo Lara, exponía en octubre de este año que lo que faltan son especialistas no médicos, pero, sin embargo esta opinión choca frontalmente con la generalizada entre los profesionales, ¡que sí faltan! Y así lo exponía el Consejo de médicos de castilla y León en el año 2019, año pre pandémico: el sistema sanitario es "inviable" ante la falta de profesionales que se producirá con las próximas jubilaciones, con un modelo que ha "caducado" y lo evidente se ha tornado en cruda realidad

Es mi creencia que la solución al dilema del Presidente de Decanos ante la falta de especialistas sea más licenciados en medicina, es una mera cuestión estadística. El sistema sanitario no puede esperar a que cada licenciado piense que se debe dedicar a una especialidad, igual hay que tirar a que a más licenciados, más posibilidades de cubrir especialidades.

Otra cuestión es, y eso debe ser una parte indivisible del problema que tenemos, como es,  la capacidad de nuestras universidades para asumir más plazas de estudios de ciencias de la salud, sin perder la calidad pedagógica pero mientras….

Esperamos a la próxima manifestación de médicos, que seguro, no solucionará el problema; volveríamos sobre el círculo vicioso de la falta de profesionales a recargar de pacientes sus agendas, volveríamos  a unos médicos agotados, mal entendidos y peor remunerados.

Es por eso que, muchos de nuestros profesionales sanitarios ya sean de medicina o enfermería,  deciden salir del país a trabajar fuera de España, una herida que tiene difícil cura si desde lo político no se actúa con prontitud y cuando digo prontitud es que el año que viene si no se doblen, al menos, aumenten significativamente  las plazas de medicina y enfermería en las universidades de Castilla y León  y que esta última Leon, tenga por fin su ansiada facultad de medicina.

Hipócrates al final, se enfadará  de verdad porque se pondrá en cuestión por imposible de cumplir su juramento.