En Ratisbona, en septiembre de 2006, Benedicto XVI pronunció un elocuente discurso que provocó la cólera de los laicistas, mahometanos fanáticos, la censura alevosa y cobarde de la mayoría de mandatarios, y medios de comunicación occidentales. Tal vileza infinita era fácilmente explicable: pues Benedicto XVI, además de condenar las formas de fe patológica que tratan de imponerse con la violencia, condenaba también el laicismo, esa expresión demente de la razón que pretende confinar la fe en lo subjetivo, convirtiendo el ámbito público en un zoco donde la fe verdadera puede ser ultrajada y escarnecida hasta el paroxismo, como expresión de la sacrosanta libertad de expresión. La democracia dejará de existir cuando nos quiten todo a los que tenemos valores entre los que destaca la voluntad de trabajar. Esa razón demente es la que ha empujado a la civilización occidental a la decadencia y ha promovido los antivalores más decadentes, desde el multiculturalismo a la pansexualidad, pasando por supuesto por la aberración sacrílega; esa sin razón es la que vindican muchos no demócratas y no periodistas en sus pasquines y programas televisivos.

El cambio climático siempre ha existido la única diferencia es que ahora nos cobran por ello. Otra trampa que nos han colado es la de los fijos discontinuos que no se contabilizan como parados pero que cuando no trabajan cobran del paro, además de no contabilizarse como parados, nuestro mercado laboral se ha convertido en una pantomima. La subida de los tipos de interés va camino de crear una crisis hipotecaria por la morosidad e impago ya que lo primero va a ser alimentar a la familia y el banco ya se verá. Sumando cosas más 'chulis' la 'chupipandi' nos va a reescribir la historia bajo el epígrafe de democrática, tan falsa como histórica. El falso feminismo y las leyes de no se sabe para qué no son más que ataques a la sociedad occidental para evitar que su desarrollo demográfico, una limpieza étnica de gente preparada en pro de una población de baja formación para conformar una masa de mano de obra barata y manipulable.

Para seguir rayándonos el cerebro vemos que es evidente que si las sanciones a Rusia sólo han servido para que paguemos el doble o el triple por todo por lo que las sanciones son contra nosotros mismos. Mientras corre la noticia que Rusia ha reunido la evidencia que demuestra que UK saboteó los oleoductos del Nord Stream con la aprobación de los USA, un acto de guerra que tiene la dinámica de una nueva guerra mundial o no. En Detroit han asaltado el mitin de Obama acusándolo de haber derrocado el gobierno de Ucrania en 2014 y de llevarnos a una nueva guerra mundial. De momento Biden ha pedido a Ucrania que negocie la paz. Por algo será. Se les está yendo de las manos.

Les amigues han rechazado la semana pasada en el Congreso la propuesta de la oposición para desalojar a los okupas en 24 horas como máximo y endurecer las penas. Medida que seguro que desincentivará el ahorro y encarecerá los alquileres. El gobierno se ha convertido en el principal anunciante de España al gastar en los diez primeros meses de 2022 ya ha gastado 85,2 millones de euros, la mayor de los últimos 13 años. Huelga de camioneros en ciernes vemos que no tenemos un gobierno dialogante pues sólo consigue acuerdos cuando pone el trueque sobre la mesa a cambio de dinero u otras prevendas. No saben gestionar. Basta el ejemplo que al agricultor se le paga el kilo de naranjas y de otras frutas y hortalizas por menos de lo que vale una bolsa de plástico en el supermercado mientras regala 120 millones a la agricultura marroquí no sabemos a santo de qué, y el sector de los cítricos con pérdidas este año que rondan los 150 millones con la fruta sin recoger. El sector pesquero en peligro por los ecoinsostenibles. Confundimos Kenia con Senegal y otros que Orwell escribió su novela más famosa en 1984. Ese es el nivel.

Duele escribir en estos tiempos pues nadie que tenga empatía y sea inteligente puede dudar que el feminismo actual es misandria, es decir, odio, menosprecio o aversión hacia los varones, que el BLM es racismo o intolerancia al máximo nivel, que la teoría queer es una fantasía que busca el lucro de quiénes la promueven, la Agenda 2030 es un intento de implantar el NOM o dictadura global que no beneficia a nadie y está destruyendo el bienestar conseguido hasta ahora, mientras estamos gobernados por pandas de ignorantes, inconscientes e individuos poco preparados que no ven más allá de sus narices pero que están haciendo el trabajo sucio no se sabe a quién.