Si como dicen el refrán, "cada día tiene su afán", el día de hoy se presenta con una especial dedicación a hacer recuento de lo vivido a lo largo del año. Sí, estamos en el último día de un periodo de tiempo medido matemáticamente y que nos marca cada paso en nuestro existir. Nadie nos escapamos de la tiranía del tiempo, lo consideremos intuición pura, un producto de la mente humana, una realidad objetiva o un tiempo social. Lo cierto es que los fenómenos se van midiendo, anteponiéndose o posponiéndose unos a otros marcándonos unas cadenas de acontecimientos varios que ordenadamente expresados hacen nuestro vivir individual y colectivo. Y en este ordenado transcurrir de fenómenos de una vida continua, nos marcamos hitos, momentos especiales acompasados a fenómenos naturales que nos permiten medir la vida en delimitados periodos de tiempos manejables para la mente humana. Hoy estamos en ese momento en el que damos portazo a un cúmulo de fenómenos vividos y nos ponemos a mirar hacia adelante como si de una vida nueva se tratara. Los medios de comunicación llevan días bombardeando nuestra mente con imágenes pretéritas de lo acontecido durante este último año para obligarnos a repasar cuántos acontecimientos ocurridos han sido protagonistas de nuestra historia. Algunos  han calificado al 2021 como año " horribilis", pero pero creo que se han olvidado ya de cómo fue el 2020. Manteniendo este calificativo para el 2021 yo lo magnificaría más, tanto en lo sanitario como en lo político.

Comenzamos el año medio recluidos en nuestras casas con la amenaza del virus sobrevolando las cabezas y con la falsa esperanza de que lo estábamos venciendo, a decir del gobierno. Nada más lejos de la realidad.  La esperanza en la vacuna se nos vendió como la inmunidad de rebaño y fuimos pasando por las redes sanitarias para recibir el "pinchazo" de la salud. El tiempo nos ha hecho ver que era una mentira más de los poderes públicos para exaltar el ánimo de los ciudadanos, pero sin ninguna base científica. Es cierto que reducción en los contagios y en las muertes sirvió para ver esperanza al final del túnel. La improvisación política nos daba mensajes contradictorios hasta que de nuevo una variante de nombre ya familiar, "ómicron", nos ha vuelto a despertar a la cruda realidad y nos ha puesto en guardia.

En el escenario de la política en el 2021 hemos visto, una vez más, a un presidente de gobierno ejercitar con la mayor habilidad el funambulismo, sacando adelante propuestas, contando con el favor de los que rechazan a España o con los que elogian, defienden y homenajean a los asesinos de ETA."Dime con quién andas y te diré quién eres". No debemos olvidar la dimisión de un vicepresidente estrella para liberar a Madrid de la derecha y acabar estrellado y acudiendo a la peluquería, ni a un partido político que pone trabas a su ganadora.

Hasta la naturaleza se manifestó con tal violencia que daba señal de una protesta global. "Filomena" sumió sumió en caos a Madrid, el "volcán" de la Palma rugió; las inundaciones también hicieron presencia en diferentes zonas de España. Yo creo que la naturaleza se quiso mimetizar con los que la maltratamos y vendemos soluciones de ficción basadas más en la "caza" de la subvención sostenible que los deseos de hacer un mundo limpio.

Por eso, hoy, al asomarme al balcón de la vida me he visto bombardeado por una inmensidad de imágenes pretéritas que no me han gustado demasiado. El hombre sigue sin aprender de sus errores y está condenado a repetirlos. Así que, en estos momentos finales de este periodo de tiempo psicológico, deberíamos repasar nuestras vidas y ver en qué podemos cambiar  porque todos los deseos, promesas y proyectos que queramos hacer en el año nuevo que se avecina serán compromisos incumplidos una vez más.  A pesar de todo sigamos soñando en mejorar nuestra convivencia, nuestros proyectos e ilusiones para el futuro. No nos dejemos guiar del pesimismo y propongámonos proyectos de futuro que muevan nuestras vidas. No olvidemos que "nunca cambian tanto las cosas como cuando cambia uno mismo" HagamosHagamos este propósito y afrontemos el 2022 poniendo de nuestra parte el esfuerzo por contribuir a la mejora del mundo. Con este optimismo os deseo un FELIZ AÑO NUEVO.