Años hace que no juego a la Oca pero sus reglas pueden ser aplicables hoy a la actividad gubernativa, cada decisión tomada por este desgobierno, es como caer en la casilla de la Oca, “de Tribunal en Tribunal y tira por que le toca”

Es lo que tiene la democracia, que esos tiros, esos errores pueden estar sustentados en el libre ejercicio del ejecutivo podrían ser tiros realizados con pólvora del Rey y el resultado puede ser legítimo, y también puede ser menos malo, puede ser nefasto y puede ser, además de nefasto  ilegal e inconstitucional porque, cuando uno empieza a analizar esas decisiones se tiene la consciencia, la percepción de que todo lo que este gobierno hace es contrario al sentido común y termina uno por percibir (apenas filtradas esas decisiones además de por el suficiente conocimiento de la Ley que uno tiene) que también son ilegales por ser inconstitucionales como así ha resultado ser.

Para ser justos debo decir que: salvo el primer decreto de alarma por ser el primero y fruto de la improvisación y de la emergencia, no tiene mayor crítica, era necesario tomar una decisión fuese cual fuese, de hecho, ningún partido votó en contra, incluso los adalides de la justicia constitucional VOX, votó a favor.

Era un mal menor, puede que así lo fuese, los datos que nos llegaban no solo eran malos, eran terroríficos y cualquiera podría haber caído en ese fallo salvo que hiciese a posteriori todo lo que aquellos órganos de control (empezando por el Parlamento) les estaba indicando como decisiones erróneas cuando no ilegales.

Y es que gobernar no es fácil pero en absoluto debe ser irresponsable.

Salvo ese primer error las decisiones que siguieron si fueron fruto de la irresponsabilidad por ser ejecutadas, ahora pasado el tiempo y conocido, con mala fe, elemento necesario para evitar que cualquier acto pueda escaparse a cualquier tipo penal.

A saber: sucesivos decretos de alarma que visto lo visto son gemelos del que ha sido anulado recientemente por el TC…

¡Y tiro porque me toca!

Cierre ilegal del Parlamento….

¡Y tiro porque me toca!

Cierre del portal de transparencia….

¡Y tiro porque me toca!

Todos aquellos contratos efectuados durante la pandemia y a espaldas de cualquier control….

¡Y tiro porque me toca!

Recuerdan las casillas del juego de la Oca, había una que representaba una cárcel; ubicada en la posición 52 si se caía en ella podía ocurrir dos cosas: o se perdían 3 turnos o el que caía quedaba preso hasta que otro entrase en la casilla para liberarle que, visto lo visto, no es una perspectiva halagüeña para el actual gobierno y es que, tras Salvador Illa llamado a declarar por los contratos de compras de mascarillas defectuosas, cae la ex Ministra de exteriores Alaya en la casilla 52 por el caso Ghali.

Y ya de últimas Tezanos el director del CIS  abiertas diligencias por malversar caudales públicos o, es por hacer trampas en el juego,  de la Oca  no, lo es por hacer trampas en el juego electoral.

¡Y tiro porque me toca!

¿Quién se atreve en el Gobierno a tirar los dados?