Opinión

Trabajar más y transigir menos

14 enero, 2020 15:47

El mundo no es el mismo sin Vivien Leigh, Lauren Bacall, Rita Hayworth, Veronica Lake, Liz Taylor..., también lo era menos sin Clark Gable, James Stewart, Gary Cooper, Gary Grant, Richard Burton, Paul Newman,  Marlon Brandon, y otros ...  Se nos murió Cleopatra, dos veces, el icono o leyenda de belleza de muchas mujeres a lo largo de los siglos, incluso el padrino...  Al final hasta en la extinción de la elegancia y la belleza tendrán que ver la UE, la OTAN, la ONU, y el sumsumcorda. No sé que día nos dejarán descansar a pesar de que cada día nos explican poco y nos informan menos.

Lo patético o normal es el que más da de quien nos gobierne es que es evidente que nadie sabe donde tiene la mano derecha ni la izquierda. Todos quisiéramos ser antisistema, incluso probablemente muchos días hasta los ratones. Vivir en el paraíso, sin frío ni calor, con todas las necesidades cubiertas, es decir, sin trabajar y mejor sin ningún tipo de responsabilidad y que a los demás les den dos duros. Pero la vida es dura y se saca adelante con el día a día y el trabajo de todos. Nadie da nada ni nadie te trae nada a casa, seamos antisistemas o un curritos. Hay que luchar cada día y cada hora para que no falte un plato en la mesa de la que de nosotros dependen y eso no se consigue engañando o soñando sino trabajando honradamente.

Cuando salgamos de lo que se avecina a más de un pagafantas progresista se le helará la sangre de las tropelías que se han hecho, se siguen haciendo y se van a hacer ahora que España se cuestiona, el barco se hunde, nada importa y hay que salir con las alforjas llenas...

En los medios de comunicación y sobre todo de opinión existe un matonismo progresista  de izquierdas que se ha vuelto más zafio y violento al amparo de quien mueve los hilos. Pero lo grave es que esa subcultura que se ha generado es que esté acabando por convertir en siniestra e intimidatoria, además de antidemocrática e ignorante que ejerce su hegemonía en la sociedad por la cobardía de los demás, la ignorancia, el cansancio y la desidia.

Hemos visto a presentador@s y afamados contertuli@s de programas de televisión, hace unos años amonados, convertirse en matones vendidos a la mafia que les paga. Los hay que hasta parece que sufren queriendo sufrir amnesia repentina y no reconocer a los hasta hace poco amigos de toa la vía, pero hay que seguir comiendo hasta que reviente la burra, después saben que les quedará la nada.

Los ciudadanos leemos menos y miramos poco. Los que ya cargamos años y hemos vivido la democracia votando desde las primeras elecciones es difícil que nos engañen. Hemos visto o creemos haber visto ya todas las tomaduras de pelo que se pueden dar contra los ciudadanos por parte de los que nos gobiernan.  Ya parece que miramos la política como los jubilados las obras.

Mientras esperamos o no la salvación de la futura debacle, desde allende las fronteras y los mares nos alertan de una posible vuelta a la recesión, de tambores de guerra que suben una vez más los carburantes, de que todo va mal o peor. Estamos en un país que hay más nóminas públicas que privadas, lo cual es sinónimo que es incapaz de crear riqueza y se consume como un cáncer. Al final parece que de todo tiene la culpa el clima aunque en Suecia se empiezan a dar cuenta de que no es así y hay que trabajar más y transigir menos.

Tengamos fe...