Tomas-Hidalgo

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Opinión

Envejecer bien atendido

6 febrero, 2018 22:00

Salamanca en este fin de semana ha subido la población en cerca de 400 jóvenes y no ha sido ni el PP ni el PSOE sus artífices. Esta subida extraordinaria de población joven ha sido por el encuentro invernal de jóvenes de Ciudadanos.

La presencia de Albert Rivera -presidente del partido- ha dado relevancia a esta provincia poniéndola en el centro de las noticias a nivel nacional.

Un encuentro que por su temática y contenido bien podría ser utilizado como una denuncia pasiva del estado actual de la demografía de Salamanca y, del país en algunos sitios, por ser un fiel reflejo, un espejo en el que se miran varias provincias con el mismo problema. La despoblación, la falta de población joven y no tan joven.

Y es que, una de las reflexiones de Albert Rivera ha sido, como no podía ser de otra manera, sobre este asunto.“Hay que  proponer un plan estratégico para atraer empleo y frenar la despoblación”.

Este es un plan estratégico que requiere una financiación específica y una revolución en la administración pública, un rediseño de la misma que no ponga trabas o impedimentos a la inversión, a la llegada de industria, empleo y población.

Mi reflexión va a ser breve y concreta, incide sobremanera en el problema de la despoblación (la excesiva senectud) de la población que queda. Porque el problema es de tal gravedad que requiere imaginación en el tratamiento del asunto.

No vean en mi siguiente exposición ni  ironía, ni sarcasmo, vean más bien imaginación y valentía en la toma de decisiones que pueden ser poco comunes, pero tienen su lógica y su razón.

Si de aquí a quince o veinte años vamos a tener buena materia prima (personas mayores con derechos, a la que se les debe prestar unos servicios adecuados y correctos), futuros jubilados con pensiones de mayor cuantía.

No debería especializarse la enseñanza universitaria sanitaria en crear buen personal de medicina, enfermería, trabajadores sociales, y trabajadores varios, todos ellos especializados en la rama geriátrica.

Crear una buena industria alrededor de esta atención, gente que innove en la mejora de los tratamientos y las herramientas dedicadas a tratar las dolencias y la atención propias de esas edades.

Y es que los políticos, los gestores deben entender que esta sociedad tiene un problema en la atención a nuestros mayores que se traduce en deficiencias de servicios, personal adecuado y dotaciones estructurales y hay que adelantar las soluciones, aún hay tiempo.

Estamos mirando a la población de edad avanzada como un problema, cuando puede ser parte de la solución!