La Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), ha mantenido hoy una reunión con el consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo y con el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina.

Un encuentro en el que el presidente de Vitartis, Pedro Aragoneses, ha manifestado su agradecimiento al Gobierno regional en su apuesta por "frenar la voracidad fiscal que padecen las empresas" y que prevé "aumente lamentablemente más aún a corto plazo, según han avanzado ya distintos ministros del Gobierno de España".

Aragoneses ha reconocido que existe "preocupación entre los empresarios debido a la coyuntura tan inquietante en la que estamos, que parece arrastrarnos hacia un escenario de estanflación —o incluso de recesión— y que requiere una decidida apuesta de las administraciones por la contención del gasto corriente y el apoyo a la actividad productiva".

"Somos conscientes -ha añadido- de que la escalada de los precios exige medidas radicales, contrarias a la expansión del consumo interno, pero también sabemos que si las administraciones no congelan su gasto corriente, el gran problema de este país volverá a ser el sector público y la financiación de su enorme deuda".

Plan de Agroindustria

Por otro lado, Ruiz Aragoneses ha expresado su confianza en el resultado del futuro Plan de Agroindustria en el que trabaja actualmente la Junta de Castilla y León, a cuyos responsables volvió a mostrarles su apoyo y colaboración. 

Se trata, dijo, de un instrumento "muy importante para la dinamización de la industria agroalimentaria de Castilla y León, en nuestro empeño por la mejora constante de la competitividad, tanto en el mercado nacional como en el exterior".

Además, Aragoneses ha precisado que aunque este Plan de Agroindustria es un instrumento que está elaborando la Consejería de Agricultura, "lo cierto es que afecta a actividades de carácter transversal sobre las que Vitartis ya ha realizado algunas consideraciones". Entre ellas, por ejemplo, la necesidad lograr el entorno más adecuado para la actividad empresarial en el medio rural, garantizando el servicio de Internet y una conexión de calidad o el acceso a las grandes vías de comunicación, además de servicios públicos básicos y la coordinación y agilización de los trámites burocráticos que exigen las administraciones.