Vendimia de 2025 en Castilla y León.

Vendimia de 2025 en Castilla y León. Ical

Economía

Bodegas de la Ribera del Duero pagan la uva por debajo de coste y los viticultores alertan: "Es el principio del fin"

Piden que se aumenten las inspecciones para sancionar a las bodegas que vulneran la Ley de la Cadena Alimentaria con contratos a pérdidas.

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Avanza la vendimia en la Ribera del Duero con preocupación entre los viticultores. Los precios que están pagando algunas bodegas por la uva no cubren los costes de producción. Un hecho que vulnera la Ley de la Cadena Alimentaria y que, según las organizaciones agrarias, puede llevar al sector a la ruina.

"No son unos precios rentables, es muy difícil cubrir así los costes", afirma Amancio Moyano, responsable vitivinícola de COAG Castilla y León.

Los viticultores están recibiendo 50 céntimos por kilo de uva, mientras que los costes de producción ascenderían a un mínimo de 75 céntimos. Más aun en un año en el que se han incrementado por culpa de los tratamientos contra el mildiu.

El presidente de ASAJA Burgos, Esteban Martínez Zamorano, denuncia que "no se trata de cubrir costes de producción, se trata de ganar un dinero, porque todos trabajamos para vivir y para llevarnos un jornal a casa y mantener a nuestras familias".

Para las organizaciones agrarias un precio digno estaría en torno al 1,30 o 1,40 euros por kilo de uva.

Matiza Martínez Zamorano que este es el precio que "todavía están pagando en la mayoría de las bodegas". Es un precio en el que el viticultor saca un rendimiento por su trabajo y la bodega gana un buen dinero porque va a elaborar un vino de altísimo calidad y lo va a poder vender a un precio muy razonable en el mercado.

Critican que las bodegas que han optado por precios por debajo del coste de producción intentan repercutir en los viticultores otros problemas que acusa el sector como el aumento de los aranceles o el descenso de consumo de vino.

Problema puntual

El problema por el momento sería puntual con algunas bodegas concretas de la Ribera del Duero. "Este es el primer año que estamos viviendo una circunstancia como esta", aclaran desde ASAJA porque otras temporadas "en función de la cosecha mayor o menor de otros años, se puede haber pagado un poco más o un poco menos, pero siempre eran precios en los que tanto las bodegas como los viticultores se encontraban cómodos".

Sin embargo, lo consideran un grave precedente. Para el presidente de ASAJA Burgos "no nos gustaría que esto se generalice de cara a las siguientes campañas porque sería el principio del fin" para los viticultores de las provincias de Valladolid y Burgos. También para miles de viñedos emblemáticos y centenarios.

Para solucionar este problema ASAJA apuesta por abrir un periodo de diálogo entre viticultores y bodegas durante todo el año, hasta que llegue la próxima vendimia. Mientras tanto piden a la administración que aumente las inspecciones para poder sancionar las malas prácticas de algunas bodegas. Los viticultores no suelen atreverse a denunciar por "miedo a represalias".

Otras organizaciones agrarias plantean medidas más contundentes. UCCL no descarta convocar movilizaciones ante unas prácticas que consideran "ponen en serio peligro" el futuro de la viticultura en toda la Ribera del Duero.

Nuevas plantaciones

Uno de los motivos que está llevando a esta situación en la Ribera del Duero es que comienza a haber demasiada uva a causa del aumento de plantaciones de viñedo en los últimos años. Esteban Martínez Zamorano asegura que se están plantando 1.000 hectáreas anuales, lo que puede llevar a un exceso de oferta.

"La denominación de origen Ribera del Duero puede morir de éxito", afirma con contundencia. Como ejemplo pone lo sucedido en otras denominaciones de origen como Rueda o Rioja, donde en los últimos años se han encontrado con un problema de exceso de uva.

En el caso de La Rioja han acordado entre bodegas y viticultores ajustar la producción para evitar que se produzca ese excedente. Allí se incentiva la poda en verde y se ha marcado un límite de rendimiento del 90% para la uva tinta con la recomendación de destinar a destilación la uva que supere ese umbral.

"En Rueda los primeros años se ganaba muchísimo dinero. Los viticultores se ganaban muchísimo dinero. Venga, pues a plantar hectáreas. Ahora no saben qué hacer con ello. Están pidiendo permisos para poda en verde, para arranques, para no sé qué", explica Martínez Zamorano.

Desde ASAJA proponen reducir ese número nuevo de hectáreas de vides que se permiten plantar cada año. "En vez de 1.000 vamos a poner 400".

Además este 2025 los problemas para los viticultores se multiplican. Antes del verano algunos recibieron la noticia de que las bodegas a las que vendían la uva habitualmente no se la comprarían este año. "Les dijeron que no iban a comprar las uvas a los viticultores porque ellos tenían uva suficiente", asegura el portavoz de COAG.

Una crítica que comparten desde ASAJA porque "hay bodegas que están plantando viñas porque quieren ser totalmente independientes y no depender de los viticultores". Y al no necesitar su uva ponen "en peligro" el futuro de estas plantaciones vitales para el medio rural.