Juan Carlos de Margarida durante la presentación del Observatorio Agroalimentario 2022 en Castilla y León

Juan Carlos de Margarida durante la presentación del Observatorio Agroalimentario 2022 en Castilla y León

Economía

El sector agroalimentario de Castilla y León está en riesgo "cada vez más certero" de entrar en recesión

La sequía, la inflación, la guerra o el proteccionismo internacional marcan los retos y el devenir del sector en la Comunidad, según el Colegio de Economistas

24 mayo, 2023 10:55

El sector agroalimentario de Castilla y León, uno de los "más importantes del tejido productivo de la Comunidad, se enfrenta a una posibilidad, "cada vez más tercera", de entrar en una recesión y hasta en estanflación. Esas son las conclusiones del Servicio de Estudios Económicos en su Observatorio de 2022 en región, que las han dado a conocer este miércoles a través de su director, Juan Carlos de Margarida.

En este sentido, De Margarida ha advertido sobre el "incremento de la incertidumbre" por la existente sequía a nivel mundial, pues está pasando factura a gran parte de los productores agrícolas y ganaderos de la Comunidad, sumado al impacto de una "desbocada inflación" que lleva a pérdida a las pymes y provocar una "tensión en la cadena alimentaria".

Para contextualizar el informe, De Margarida ha hablado sobre una serie de premisas que ponen de manifiesto el valor del sector para la Castilla y León, tales como que la Comunidad es la "más extensa" de España, siendo esto "determinante" o que ocupa el sexto puesto en densidad de población, además de ser el tejido industrial de este sector "más importante" del país y de la autonomía.

No obstante, el economista ha lamentado que durante el último año se han perdido el 1,1% de las empresas agroalimentarias de la región, registrando en la actualidad 25.548 compañías. De ellas, el 95,5% son pequeñas o microempresas. En cuanto a diversos datos mencionados, destaca que las exportaciones han elevado su volumen, aunque De Margarida apuesta por fijar más estas hacia mercados como el asiático o americano y no focalizarlos tanto en la Unión Europea, que suponen el 74%. 

El director de ECOVAEstudios ha remarcado en su análisis que el sector agroalimentario debe sustentarse de las "pequeñas empresas de gran tradición familiar", pues estas suponen un arraigo a la tierra, aunque avisa de que es importante que crezcan en tamaño para poder superar periodos de inestabilidad económicos y paros en el sector. 

Bien es cierto que ha puesto en valor que la formación de los empleados y el volumen de negocio ha mejorado, pero todavía ha asegurado que "no es suficiente". Entre las variables analizadas por el Observatorio destaca que Castilla y León cuenta con unas materias primeras de "alta calidad y que sus productos son muy bien valorados" tanto a nivel nacional como internacional, pero la atomización del sector y las empresas de "escasa cultura de gestión" encaminan al sector hacia un "progresivo abandono del campo" y provoca una distribución cada vez "más fuerte que desestabiliza y debilita al productor".

Respecto al posicionamiento de las compañías agroalimentarias de Castilla y León, De Margarida ha señalado que en los últimos años han sufrido una transformación para hacerse "más eficientes y ajustar su rentabilidad", para así poder competir en un "mercado turbulento exigente con la calidad de los productos y precios". Asimismo, ha enumerado algunos de los retos del sector, que pasan por "incrementar el tamaño de las empresas, digitalizarse para mejorar la productividad, crear nuevos cultivos, afrontar el relevo generacional para fijar población y disponer de un sector resilente y competitivo para potenciar oportunidades y fortalezas".

Para lograr todo esto, De Margarida considera "fundamental" la formación y especialización para la internacionalización y la innovación del sector agroalimentario de Castilla y León. Asimismo, ha apostado por potenciar el "sentido de pertenencia de los jóvenes al mundo rural y el orgullo de ser valedores de la subsistencia alimentaria de la sociedad". 

Entre otros retos a considerar, el economista apuesta por la industrialización, la tecnificación y la profesionalización del sector agroalimentario, saber vender, incrementar el tamaño de las empresas, internacionalizarnos, formarnos y digitalizarnos. En este último apartado ha subrayado el "problema" que supone la baja conectividad en el mundo rural, que debe ser abordado para su solución, según su criterio.

De la misma manera, ha puesto en valor el "papel clave" de la mujer en el ámbito agroalimentario.

El director de ECOVAEstudios ha concluido que el sector es "estratégico" para la Comunidad, además de "determinante" en el objetivo de fijar población y crear riqueza. "Todo ello contra una multitud de adversidades como la sequía, la inflación, la guerra o el proteccionismo internacional", ha sentenciado.