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Cada ocupado de Castilla y León reduce su productividad en más de 1.500 euros en el año de la COVID tras tres ejercicios de crecimientos

2 mayo, 2021 14:10

Castilla y León retornó a la pérdida de productividad durante el año de la COVID, con más de 1.500 euros de recorte por ocupado, tras tres ejercicios de avances constantes, arrastrada por la construcción y los servicios, con importantes retrocesos, frente a avances en el sector primario y la industria.

La productividad por ocupado en 2020 en la Comunidad, alcanzó los 55.209 euros (VAB entre ocupados medios), lo que supone una bajada del 2,7 por ciento respecto a 2019, cuando se situó en 56.738, con dato de la Contabilidad Trimestral de Castilla y León recogidos por Ical. La cifra también está por debajo de la cifra de 2018, de 55.968 euros, aunque se sitúa por encima de los 53.813 de 2017, cuando retornó al crecimiento este indicador (en 2016 se situó en 52.995 y en 2015, en 53.684).

El VAB el año pasado se situó en la Comunidad en 54.346,3 millones de euros, un 7,5 por ciento menos que en 2019; mientras que los ocupados medios ascendieron a 984.379, con una merma del cinco por ciento, siempre con datos de la Junta.

La industria es el sector con una mayor productividad aparente y el año pasado se situó en los 72.558 euros por ocupado, con un aumento del 0,2 por ciento respecto al dato de 2019. El VAB industrial se situó en 10.925,7 millones de euros, con una rebaja del 7,5 por ciento; y los ocupados medios del sector sumaron 150.580, con un merma del 7,8 por ciento.

Asimismo, el primario mejoró sus datos un 11,3 por ciento, hasta los 49.748 euros, gracias a una importante mejora de su VAB, junto a una merma de los ocupados medios. Los datos de producción se situaron en 3.060,4 millones de euros, un 7,7 por ciento más que en 2019; y los ocupados, en 61.519, un 3,2 por ciento menos.

El sector con un mayor impacto en su productividad fue la construcción, que vio como caía un 10,9 por ciento, hasta los 45.519 euros por ocupado. El sector tuvo un VAB de 3.186,2 millones, con un desplome del 12,8 por ciento, y sus ocupados medios ascendieron a 69.998, con un descenso del 2,1 por ciento.

Por último, los servicios, fuertemente dañados por las restricciones para contener la COVID, redujeron la productividad por ocupado un 3,5 por ciento, hasta los 52.933 euros. Este sector, el de mayor peso en la economía autonómica con diferencia, redujo su VAB un 8,1 por ciento, hasta los 37.173,8 millones de euros, y el número de ocupados medios, un 4,8 por ciento, con 702.282.

Acelerar la vacunación


CEOE Castilla y León asume que estos datos responden a la “excepcional situación” del estado de alarma y la adopción de medidas sanitarias ante el COVID-19, y “cuyo efecto más pernicioso lo atestigua el sector de la construcción y de servicios, seguido de la industria, dadas las prohibiciones establecidas a la movilidad y a la apertura de actividades y negocios empresariales”.

En este sentido, la patronal autonómico urge a la “aceleración” en el proceso de vacunación, a la implementación de mayores ayudas y que alcancen a más subsectores, ya que son numerosos los afectados de forma “muy negativa” por la pandemia, y “muestran negros datos que hacen evidenciar lo débil que está su flujo financiero y, por tanto, su viabilidad”.

La organización empresarial de la Comunidad, sostiene que es “importante” que se adopten diversas medidas que estimulan y elevan la productividad, como la formación y la digitalización económica; pero también se ha de trabajar, entre otros, en “profundizar en la flexibilización del mercado laboral, y en facilitar el desarrollo de la actividad propia y principal de la empresa, reduciendo y simplificando el entramado normativo y burocrático que en la actualidad conlleva el mismo y que no contribuyen a elevar la productividad”.

Fondo UE


En este contexto, CEOE recuerda que existen en la actualidad todo un elenco de fondos procedentes de la Unión Europea encaminados a que los países que lo conforman cuenten con economías más robustas y, por tanto, con empresas más competitivas. Eso hace "imprescindible", indica, que, por una parte, se flexibilicen todos los mecanismos para acceder a estas ayudas, incidiendo de manera especial en la reducción de la carga normativa y administrativa que conllevan dichas solicitudes; así como en la dotación de la agilidad necesaria a las modificaciones regulatorias que conlleva la implementación de estos fondos europeos, en especial los relacionados con el Plan Next Generation UE.

Al mismo tiempo, CEOE asegura que la Administración pública debería de avanzar y acelerar el trabajo de requerir a las empresas para acceder a dichos fondos, aquella información que no está ya en poder de otra administración pública; además de unificar procesos, homogeneizar procedimientos y flexibilizar requisitos de dichas ayudas, en el sentido de que puedan acceder también las empresas de menor dimensión.

Por último, destaca cómo se ha de profundizar en la cultura de la empresa en todos los ámbitos, "valorizando los valores que conlleva el ser empresario y el valor que aporta a la sociedad, no solamente creando empleos, sino que también generando recursos tributarios para la administración; además de ser los que abanderan, desarrollan e implantan las innovaciones haciendo más fácil nuestra vida".

“Estos son algunos de los factores necesarios para avanzar en términos de productividad, así como para mejorar el nivel de competitividad de las empresas y aumentar el potencial de crecimiento económico y, por tanto, de empleabilidad y de empleo”, concluyen.