Coincidiendo con el avance de la desescalada en España, Masterchef 8 va a ser el primer programa televisivo en el que se empiecen a notar las consecuencias de la crisis por el coronavirus. A partir de la décima gala, la que se emite este lunes, veremos como los aspirantes se enfrentan al concurso con las medidas tomadas para prevenir el Covid-19. 

El talent culinario producido por Shine Iberia comenzó a rodarse a principios de este año, lo que ha permitido a TVE tener guardadas en el cajón un importante número de galas preparadas para su postproducción y posterior emisión. Cuando esta edición comenzó a emitirse, el 13 de abril, su rodaje ya llevaba detenido un mes como consecuencia del Estado de alarma proclamado durante la pandemia. 

Mientras La 1 iba emitiendo las galas ya grabadas durante el confinamiento, la productora pudo retomar el rodaje el pasado 27 de abril. Por lo que este lunes 15 de junio se podrá ver el primer episodio que se grabó después de la cuarentena, en la que los concursantes ya competirán respetando las respectivas medidas de seguridad. 

Según explico la productora cuando se retomó el rodaje, a partir de este lunes se apreciarán cambios en las cocinas, como la distancia entre los jueces y los participantes, así como las precauciones en el mercado. 

Asimismo, tal y como se pudo observar en el avance de la décima gala tras finalizar la emisión de la del pasado lunes, a pesar de la distancia de seguridad, la apariencia del programa es la misma salvo porque los participantes tendrán que cocinar con guantes en todo momento. 

Estas nuevas reglas apenas han afectado a la dinámica del programa, ya que el plató principal de Masterchef es una nave lo suficientemente amplia como para que los ocho participantes que siguen en el concurso puedan cocinar a bastante distancia los unos de los otros.

Además de las novedades que se verán en escena como prevención del Covid-19, en el programa de este lunes los aspirantes cocinarán platos típicos de algunas de las festividades más conocidas del mundo, los que catarán sus familiares.

Esta semana estará en juego el delantal dorado que otorga la inmunidad y le asegura una semana más en la competición. También podrán conseguir un viaje al sur de Irlanda durante una semana, para conocer la ciudad de Cork y asistir al festival gastronómico Taste of West Cork.

No obstante, la prueba de exteriores también se mantendrá. Los aspirantes se trasladarán a la finca Dehesa de Valbueno, en Guadalajara, donde Samantha Vallejo-Nágera organiza algunos de los eventos más exclusivos. Los equipos tendrán que convertir cuatro cuadros del Museo Nacional Thyssen–Bornemisza en elaboraciones de alta gastronomía. 

De vuelta al plató, los concursantes se enfrentarán a la prueba de eliminación, en la que contarán con la visita del chef Ricardo Sanz. Los delantales negros cocinarán en duelos de dos en dos. Un aspirante seleccionará una campana y, tras ver el plato a cocinar, elegirá un compañero para batirse en duelo.

El que mejor lo haga se salvará de la eliminación. El perdedor, tendrá que descubrir una nueva campana y enfrentarse en un nuevo duelo con el adversario que elija.