Comienza la cuenta atrás. Supervivientes 2020 encara ya su recta final con su duodécima semana de concurso, y los concursantes ya son conscientes de que están en el tiempo del descuento para ganarse al público de cara a una final que todavía no se sabe cómo transcurrirá, pero que seguro será atípica.

Una vez más, uno de los ejes centrales de la gala fue la historia del ya no amor de Ivana y Hugo. El uruguayo demostró una vez más el papel que pretende jugar y que el público, que es inteligente, lo tiene sabido. Es realmente sorprendente la frialdad que mantiene Hugo en la Palapa de manera habitual, pero ayer fue cruel. Fue verdaderamente cruel con Ivana y sus sentimientos. Quiero creer que el uruguayo no es consciente de lo que dice porque, de serlo, me parecería una auténtica vergüenza. Es más, me niego que alguien como Hugo gane Supervivientes 2020.

Hugo quizá no es consciente de lo que dice porque, de serlo, sería una vergüenza

Hugo demostró lo poco que ha querido a Ivana y que sólo se importa a sí mismo. Una de las cosas que más gracia me produjo fue cuando alardeó de haber ganado un reality. Querido Hugo, te recuerdo que ganaste el Gran Hermano menos visto de la historia.

De todas formas, el uruguayo quiere que la audiencia le vea como la víctima del concurso y que está aislado. Siguiente, por favor. Ya hemos visto multitud de realities y lo que Hugo pretende hacer es emular historias que ya hemos visto.

Durante el transcurso de la gala sucedió algo que me llamó poderosamente la atención. Jorge Javier preguntó a Elena que si le parecía que Ivana se estaba aprovechando de Hugo para beneficiarse en el concurso, y ésta solo accedió a responderle si antes Jorge le decía si Adara y Gianmarco seguían juntos. Fue sospechoso.

Luego recordé el mensaje en clave que el novio de Elena le transmitió en la llamada del pasado Tierra de nadie. Ahí pude hilarlo todo. ¿Destapó ayer Elena la trama de la que han vivido estos últimos meses y que, como dicen algunos, es un montaje? Fue realmente curioso como Elena quiso responder en función de un factor del exterior y, según fuera la respuesta, decir una cosa o otra. El tiempo dirá.

Tras esto, llegó el momento de la expulsión en el que Jorge fue el primer salvado. Sigo sin entender que le ven para que se salve. Es verdad que no es conflictivo, pero como superviviente deja mucho que desear y, como concursante, no aporta mucho contenido. Finalmente, la expulsión fue cosa de dos, Elena o Yiya, y el público decidió expulsar a Yiya.

Yiya se ha ganado el cariño del público y se merecía llegar a la final

La extremeña abandonaba el concurso de manera definitiva en su mejor etapa. Lo bonito de Yiya es que ha evolucionado. Empezó como esa chica algo todoterreno que podía resultar cargante, pero que a la vez te despertaba algo de ternura y más de una risa. Estaba en su mejor momento, sin duda. Nos emocionó cuando cedió su peluca a cambio de una llamada, por ejemplo.

Nunca se quejó ni quiso irse. Destacó con luz propia, aunque a veces le fallaron los modos. Reconozco que me conmovió su despedida en la que agradeció la experiencia en la que se había quitado muchos miedos. No recuerdo una despedida tan digna a la altura de una gran concursante. Yiya se ha ganado el cariño del público y se merecía llegar a la final. Hubiera sido una justa y merecedora ganadora de Supervivientes 2020.

A continuación se disputó el juego de líder. La prueba consistió en calcular de manera natural el peso que determinaba el programa de un plato de potaje acercándose lo máximo posible, siempre por encima. Con esta prueb, era inevitable recordar la del año pasado en la que Dakota, Oto y Mahi obviaron la prueba y se dedicaron a comerse el plato. En esta edición, los concursantes dejaron el hambre de lado, y quisieron pugnar por el liderazgo. La que más se acercó fue Elena, que consiguió el liderazgo.

En la ronda de nominaciones tuvo lugar el nuevo corte de pelo de Ana María Aldón por el cual recibió tres potajes. La situación no pudo ser más surrealista: un Barranco casi desnudo, con solo una hoja tapando sus atributos. rapándole el pelo a una Ana María expectante por el desastre que tenía lugar. Una escena de cuadro de Dalí.

Los concursante nominaron a Hugo y Jorge, y la líder a Ivana. Apuesto porque el próximo expulsado sea Hugo. No se acerca ni de lejos al prototipo de candidato a ganar Supervivientes. No lo merece. Sus ansias de protagonismo, su mal perder, su estrategia burda que resulta insultante para el público y su soberbia hacen que gane solo una cosa: un billete vuelta.