Adiós, Alicia: Gracias por tanto, vuela alto y guíanos, maestra
Adiós, Alicia: Gracias por tanto, vuela alto y guíanos, maestra
La veterana periodista de RTVE deja un vacío no sólo en la Corporación sino en el periodismo
Hoy el periodismo se ha levantado con una mala noticia. Alicia Gómez Montano, veterana periodista y editora de Igualdad de RTVE, ha fallecido. El de Alicia fue uno de los nombres con más peso y recorrido de RadioTelevisión Española. Hoy, el adiós es difícil. Hoy se despide una gran profesional que ayudó a elevar el oficio del periodismo y que contagiaba su buen hacer con cualquiera que empezara en la profesión.
Sus propios compañeros alaban su figura: ingeniosa, creativa, comprometida, solidaria.. Si dibujáramos el perfil de una gran compañera y periodista, saldría el perfil de Alicia. Siempre estuvo dispuesta a ayudar a cualquier alumno o un compañero de la profesión, era difícil pedirle ayuda y que te dijera que no. Era consciente, muy consciente, de que creaba escuela y no estuvo equivocada.
Era difícil pedirle ayuda y que te dijera que no
Su legado es, quizás, irrepetible. Ella misma lo es. Su traspaso ha dejado un gran vacío en la profesión y en RTVE. No habrá nadie que ocupe su lugar y, esa es, precisamente, la magia de Alicia. Supo hacerlo tan extraordinariamente bien que ha dejado huella, huella que permanecerá impasible al tiempo, y seguramente, traspasará a futuros periodistas.
Es de justicia también reconocer cómo dedicó su vida para luchar en pro de la igualdad entre géneros, y como siempre hizo lado a la mujer cuando carecía de voz o visibilidad. Gracias Alicia, ojalá sepas lo mucho que has hecho por ellas y por la profesión.
También pudo formar a varias generaciones de periodistas. “Este oficio es el más atractivo, pero el más engañoso. Quedaos con lo mejor de él y trabajad para mejorarlo”, dijo en 2008. Eso haremos, Alicia. Y lo haremos para mantener el prestigio de la profesión, como has hecho tú a lo largo de tu envidiable y dilatada carrera.
Firme defensora del movimiento Mujeres RTVE y defensora a su vez de una RTVE de verdadero servicio publico, plural y libre, la incansable periodista nunca se puso al servicio de las fuerzas poderosas. Su lucha era por y para la casa, como se conoce RTVE entre sus trabajadores. Y tal fue su lucha, que creyó necesario participar en el concurso público para presidir RTVE. Y no estaba equivocada: logró ser la persona con más puntuación para atareada gestión. Quién sabe hasta donde podría haber llegado como presidenta de RTVE, pero deja ya un enorme legado para la profesión y para los trabajadores de RTVE. Gracias Alicia, gracias compañera. Vuela alto y guíanos, maestra.