Cómo ‘Paquita Salas’ nos invita a perdonar (y a pedir perdón) a Anna Allen

Cómo ‘Paquita Salas’ nos invita a perdonar (y a pedir perdón) a Anna Allen

Televisión

Cómo ‘Paquita Salas’ nos invita a perdonar (y a pedir perdón) a Anna Allen

Nos hicieron creer que no volveríamos a verla, pero se equivocaban

9 julio, 2019 14:39

En 2015 Anna Allen copaba cientos de titulares. La actriz, hasta entonces secundaria en series como Cuéntame, se convertía en el centro de la noticia al destaparse que gran parte del currículo del que presumía era mentira. Ni había participado en The Big Bang Theory ni tantas otras series, ni nunca había ido a los Óscar, ni había sido imagen de grandes marcas. Nada.

En la era de las redes sociales, Allen proyectaba un éxito que no le correspondía, quizá esperando que la llamasen más, que todos quisieran contar con la española que estaba comenzando a triunfar en Estados Unidos, y que compartía fotos de rodajes en sus perfiles que en realidad no eran más que montajes básicos con programas de retoque digital.

Cómo Anna Allen inspiró a Clara Valle

En la primera temporada de la serie Paquita Salas la actriz Claudia Traisac daba vida a Clara Valle, un alter ego de Ana que también se había inventado una trayectoria, y que, tras ser descubierta y linchada por prensa y público, había tenido que huir a Navarrete, en La Rioja, y reinventarse como cuidadora de una señora mayor porque ya como actriz no volvería a trabajar.

Una trama que se ha retomado en la tercera temporada, cuando deciden hacer una película sobre esta peculiar historia, y en la que Anna Allen ha sido rescatada para dar vida la actriz que interpreta a Clara. En otras palabras, Anna hace de Clara, que a su vez hace de Anna. Un juego de espejos que Los Javis han resuelto con un estremecedor monólogo en el que Allen, ante la cámara, cuenta cómo “todo era mentira: las ofertas del trabajo en el extranjero, los guiones en los que trabajé” y se lamenta por haberla cagado, por haber dinamitado su carrera, su oficio a pesar de que no sabe ser otra cosa que actriz. “Así que dime, ¿qué hago ahora? ¿Qué harías tú en mi lugar?” le dice al espectador, mirándole a los ojos, en un plano subjetivo cargado de emotividad.

De perdonar a Anna Allen a pedirle perdón

Como espectador, te quedas callado, con el corazón roto, y no solo quieres decirle a Anna Allen que la perdona por haber tomado el pelo a la prensa, y también quieres pedirle tú perdón a ella. Calvo y Ambrossi nos hacen entonar el mea culpa por haber hecho chistes de ella, por reírnos de su fallida estrategia de proyección, por haberla hecho desaparecer del mapa tres años porque entre todos le hemos creado miedo a dar la cara.

Porque, en el fondo, Anna Allen ha lo mismo que todos, decorar un currículo con medias verdades o mentiras. ¿Nunca has puesto en tu apartado de formación que tienes la carrera acabada a pesar de que te faltaban dos asignaturas, que te sacaste tiempo después? ¿No has presumido de experiencia en una empresa cuando en realidad solo echabas diez horas semanales? ¿No has dicho que has sido trabajador de un negocio cuando en realidad hacías prácticas no remuneradas? ¿Que conoces un programa informático del que no tenías ni idea, y que aprendiste a marchas forzadas el día que te llamaron para tener una entrevista?

Anna nos pide una nueva oportunidad y se la debemos conceder

Solo que a ti (o a tu pareja, o a tu hijo, o a tanta gente de tu alrededor que decora su experiencia y conocimientos) no te han pillado con el carrito del helado, y a Anna Allen sí. La que fuese novia de Toni Alcántara nos ha dicho claramente que quiere una redención, una nueva oportunidad que se le debería brindar. Y es que su mal tampoco es tan grande, solo se inventó unos trabajos. ¿Debe ser apartada para siempre de la industria, cuando a otros que han estado en la cárcel por robar, que han defraudado a Hacienda o que deben millones en impuestos no les falta el trabajo en realities, en programas, en series? 

“Supongo que todos creemos lo que queremos creer” explica también su personaje, recordando cómo nos mentimos a nosotros mismos, pero también cómo a veces preferimos creernos lo que nos cuentan, porque es más cómodo eso que ir en busca de la verdad. Y en cierto modo, nos hicieron creer que Anna Allen volvería a trabajar más, que no daria la cara. Pero se equivocaron. Anna ha vuelto, y ha hecho que la aplaudamos y que queramos que no le falte trabajo, que bastante ha pagado ya su error soportando comentarios de muchos haters (por no decir otro nombre, que es como los llama Paquita Salas).