Esta mañana, en El programa de Ana Rosa estaban haciendo una conexión en directo desde el Campo de Gibraltar para hablar sobre narcotráfico cuado la imagen de la cámara se giraba bruscamente y se cortaba la retransmisión. Desde el plató, Ana Rosa Quintana y el resto de compañeros comprendía lo que había sucedido: habían agredido al equipo.

Para dar un mensaje de cama, Quintana señaló poco después que “han dado un golpe a una cámara. Quiero aclarar tanto a la familia del reportero como de nuestra compañera Natalia que no ha sufrido una agresión, que solo han arrancado el cable de la cámara, y nos moveremos a otro sitio y haremos la crónica perfectamente”. “Los periodistas somos bastante molestos en general cuando estamos descubriendo a delincuentes, o estamos contando cosas que no les gustan a los protagonistas” añadía Ana Rosa al respecto.

No habían pasado muchos minutos cuando, a través de una conexión telefónica, descubrían lo sucedido a través del testimonio de la reportera Natalia Autrán, que apuntaba que estaban “bien, con un pequeño susto, pero bien”.

Natalia y el cámara se encontraban en la puerta de un domicilio en el que se había realizado un registro, “sabíamos que había alguien dentro de la casa, pero no sabíamos que iban a reaccionar así. Han salido y no ha habido tiempo ni para hablar, como habéis visto. Han intentado agredir a mi compañero, con el cable de la cámara, han tirado el trípode, pero por suerte lo hemos esquivado, no entraba en razón y han salido por él para que nos dejase en paz” explicaba la reportera.

Desde plató, tras volver a preguntar si ambos estaban bien, Ana Rosa Quintana explicaba que “nosotros nos hemos quedado un poco sobrecogido, porque nunca sabes a estos angelitos cuando se les lleva la contraria no son gente muy tranquila ni muy pacífica”.