Fran Dieli fue uno de los casi 5 millones de espectadores que se sentaron delante del televisor a reencontrarse con los participantes de la primera edición de Operación Triunfo. Como cualquier espectador de a pie, el cantante se emocionó y viajó al pasado, teletransportándose hacia el momento en el que se encontraba cuando Rosa López consiguió conquistar el corazón de toda España. Eso sí con la particularidad de que él también vivió en sus carnes el fenómeno OT.

El finalista de la primera edición de Operación Triunfo emitida en Telecinco no ha podido dejar pasar la oportunidad de plasmar en sus redes sociales sus sentimientos al ser testigo de esta icónica reunión que desearía poder vivir junto a todos sus compañeros de edición.

"Comparto la emoción de ser unos de los millones de espectadores que no se perdían las galas de OT 1 y, creedme, yo no lo tenía fácil", cuenta Fran. "Recuerdo por aquel entonces vivir en el sur de Francia, de beca Erasmus, en un cuarto en el centro de la ciudad de Pau. Por supuesto, estaba sin televisión y teniendo que ir a cibercafés, sentándome en una silla donde se me helaba el culo y cubriéndome las orejas con aquellos cascos tan cutres, pero contento de ver las galas de Operación Triunfo 1", recuerda.

"Mis amigos y mi familia me hablaban de una tal Rosa, que estaba siendo la sensación 'granaina', y que había resultado ser prácticamente vecina mía todos esos años. ¿Y yo, qué hacía allí? Me preguntaba qué coño iba a ser yo en un futuro. Tenía claro que no cogería más raquetas de tenis, como llevaba haciendo los últimos 18 años de mi vida. Sabía que yo quería 'algo así'. Lo que no sabía es que lo tendría. Justo eso", relata el quinto finalista de la cuarta edición del talent, relatando cómo OT 1 le dio fuerzas para romper con lo establecido para alcanzar su verdadero sueño.

"Estoy doblemente emocionado: como espectador y como concursante. Para mí ver este reencuentro es sentirme parte de esa familia. Es curioso cómo pienso igual que ellos, que nunca volveré a vivir algo tan grande, y que siempre estaré agradecido por darme estos años de felicidad. Jamás me había sentido tan ilusionado por algo en mi vida", cuenta el cantante que actualmente sigue vinculado a los escenarios gracias al ¡Qué tiempo tan feliz! de María Teresa Campos y sus Supersingles.

"Envidio que la primera edición siga siendo tan piña. Ojalá nosotros pudiéramos hacer algún día lo mismo", desea. "Pese a ello, sigo sintiendo a mis compañeros conmigo cada vez que me vienen a la cabeza esos recuerdos, 11 años atrás. Siempre será algo inolvidable", afirma en un texto en el que ha dado las gracias a Gestmusic, la productora del concurso, y a Noemí Galera, directora de casting del talent show que le abrió las puertas de una industria en la que es difícil hacerse un hueco.