A la izquierda, Pepe Flores en 'Gran Hermano 12+1'. A la derecha, en una foto reciente de sus redes sociales
La nueva vida de Pepe Flores ('Gran Hermano 12+1') a los 44 años, alejado de la televisión: "Muchos días no veo a mi hijo"
El ganador de 'Gran Hermano 12+1' se encuentra lejos del foco mediático y su día a día se centra en el flamenco y su familia,
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Muchos recordarán el nombre de Pepe Flores, el ganador de Gran Hermano 12+1. Su presencia arrolladora, su temple en el reality y su capacidad de conexión con el público lo convirtieron en uno de los ganadores más queridos del formato de Telecinco.
Después de una década de su triunfo, el bailaor flamenco ha sabido construir una vida sólida, lejos del foco mediático, donde el arte y la familia son el centro de su día a día.
Nacido en Sevilla, Pepe se presentó en 2012 al casting de Gran Hermano con una propuesta diferente: mostrar su autenticidad sin perder su esencia flamenca. Fue un concursante estratega y silencioso, alejado de los conflictos abiertos, pero siempre presente.
Su romance con la concursante Noemí Merino marcó gran parte de la edición, aunque tras el reality cada uno tomó caminos separados.
Tras 131 días de convivencia, el sevillano se alzó con el maletín de 300.000 euros en una de las finales más vistas de Telecinco.
A diferencia de otros ganadores que se volcaron en la televisión o en el mundo influencer, él tomó otra dirección: “Ganar GH me dio libertad económica para dedicarme a lo que realmente amo: el flamenco”, declaró en una entrevista para La Vanguardia en 2024.
Con el premio, fundó su propia compañía de baile y comenzó su gira por España y parte de Europa. Montó espectáculos en espacios emblemáticos como el Teatro La Latina de Madrid y varias peñas flamencas del sur. Pese al reconocimiento, evitó una exposición constante: “Nunca quise ser famoso, solo quería bailar y vivir tranquilo”, confesó en una charla con Poprosa.
Mercedes Milá y Pepe Flores, en el plató de 'Gran Hermano'
En lo personal, Pepe ha encontrado estabilidad junto a Marina Pérez, con quien mantiene una relación desde hace más de diez años. Se conocieron “en los pasillos de Telecinco”, como él mismo recordó en tono nostálgico.
El pasado mes de octubre, la pareja celebró su boda en Villafranca de los Barros (Badajoz), en una emotiva ceremonia a la que asistieron más de 250 invitados. “Mi boda va a ser como la de Tamara Falcó, pero con más arte”, dijo entre risas en la previa del enlace.
Pepe y Marina son padres de un niño, Pepe Jr., nacido durante el confinamiento. El pequeño fue protagonista en la boda llevando las alianzas. “Lo que más miedo me da es no estar a la altura como padre”, admitió el sevillano en Outdoor, dejando ver su lado más sensible y comprometido.
El bailaor también habló sobre la conciliación de su profesión con la familia: "Los fines de semana no podemos hacer planes. Yo tengo un hijo de cuatro años y muchos días me los paso sin verlo porque cuando él llega del cole yo me he ido a trabajar y viceversa".
"Me gustaría pasar más tiempo con los dos, sí. Pero mis horarios son complicados. Querría estar con los dos porque es verdad que me pierdo sus partidos de fútbol, la fiesta de disfraces...", explicaba en una entrevista reciente para Lecturas.
Hoy, en pleno 2025, Pepe Flores lleva una vida tranquila entre ensayos, giras selectas y tiempo en familia. Ha expresado que no descarta volver a televisión en algún formato puntual, pero deja claro que su prioridad es otra: “El verdadero premio de mi vida no fue GH, fue todo lo que vino después”.
Un artista que supo retirarse a tiempo, un padre presente y un hombre fiel a sus raíces. Así es hoy Pepe Flores, el flamenco que conquistó Guadalix y que, con el paso de los años, ha bailado al ritmo de su propia vida.